La década de los ochenta ha vuelto también a tu armario, y no se marchará hasta que no llegue otra moda de antaño o alguna tribu urbana coja la sartén por el mango. El chonistyle amenaza en televisión, pero por el momento, puedes seguir vistiéndote con tus zapatillas blancas o tus botas de Sex Pistols, tus pantalones de tiro alto y tu jersey con pelotillas. O la camisa estampada con hombreras de tu abuela. Cuando cruces la puerta del cambio, asegúrate de que el pantalón no llega a la altura Steve Urkel.

Todo vuelve, y tu amiga, que no domina el arte de combinar prendas, se aferrará a decir que sus trapos son vintage. Y lo pronunciará tal y como se escribe. A la vista de esta conquista de la moda ochentera en las pasarelas, perfiles de Instagram y la calle de tu ciudad, no es de extrañar que Eva Nasarre comience a colgar stories con sus ejercicios.

El escaparate de la Movida

La caja tonta fue la responsable de mostrar todo lo acontecido en la Movida Madrileña. Nadie le ha vuelto a echar tanto morro en un programa como Paloma en La edad de oro. En esta década, España vivió un momento de creatividad y talento asombroso, y el programa de la Chamorro fue el auténtico escaparate de esta vitalidad. En aquel plató, pasaron casi todos los personajes endiosados de la época. “Pedrooo!” estuvo allí junto con Fabio McNamara hablando sobre perras y otras chicas del montón, mientras que Lou Reed protagonizó un legendario concierto desde Barcelona. Imprescindible e inolvidable son Alaska, sus mil grupos, sus otros mil looks, y su bola de cristal. En la actualidad, bajo el yugo de los programas de salseo, solo nos queda la familia Alcántara que va por el año 1987. Únicos supervivientes de todos los decenios habidos, y por haber. Eternamente permanentes.

Las abuelas de España se opusieron a la invasión de los bollos industriales que sus nietos merendaban mientras grababan a fuego las sintonías del Inspector Gadget., Alf, El Coche Fantástico o Punky Brewster. En los cortes publicitarios, la matraca musical vino dada por “las muñecas de Famosa se dirigen al portal”,  por el intenso “vuelve, a casa vuelve, vuelve a tu hogar”, o por la voz de Ana Torroja presentando en España la versión sin azúcares de un refresco.

El séptimo arte y su legado

Mientras que la trilogía de Dallas, Dinastía y Falcon Crest mantenía el corazón en un puño a medio planeta, la otra mitad canalizaba la atención en algo tremendamente maravilloso. Los destellos del cine de los ochenta que ahora vemos en Stranger Things nos incitan a querer conocer más y más. A los que lo vivieron, la nostalgia les desborda más que a Gloria Swanson en El crepúsculo de los dioses.

Créditos: Stranger Things

Posiblemente sea el mejor portal a esa época. Temazo tras temazo. Consolas molonas rudimentarias, y los niños tienen a demoperros como animales de compañía. En resumen, la risa tonta que te entra al encontrar guiños a Alien, Comando, El resplandor, E.T. el extraterrestre, Pesadilla en Elm Street o Los Goonies.

Hollywood también lleva unos años sumergido en este bucle temporal. Nos ha regalado la triple despedida de Harrison Ford de sus tres personajes icónicos: Indiana en 2008, Solo en 2015, y K en 2017. Pero aunque Indi haya colgado el sombrero, a los remakes y las segundas partes les queda cuerda para rato. Sólo espero que no tengan que pasar dos décadas para volver a volar con Pennywise.

¿A quién le importa?

Aunque los ochenta dejaron huérfanos a muchas personas con las desapariciones de John Lennon o Bob Marley, nos haría falta toda una tarde de copeo para enumerar a las leyendas nacidas, y renacidas, en esta década prodigiosa.

En 1981 nació MTV, y entonces todo cambió. El canal supuso la ventana al mundo para Madonna, la consagración de Bowie, el bombazo de Thriller, o la perennidad de Cher a través de los milenios. De las giras, el hito que se marcó Freddie Mercury en el estadio de Wembley en 1986. Fue capaz de parar al mundo durante dos minutos en su última gira con Queen, Magic Tour.  

Créditos: License CC0

España también disfrutó de la visita de artistas internacionales, pero a la cantera musical nacional no había quien le hiciera sombra. La lista es inabarcable: la omnipresente Alaska, Mecano, Nacha Pop, Olé Olé, Radio Futura, o la polémica Sabrina. La locura transitoria en aquellos conciertos, según fuentes, era y es inexplicable e indefinible.

Una época prodigiosa

No te queda más remedio que seguir sucumbiendo a las tachuelas y las hombreras. Nos quedan dos años buenos para seguir con este remix de color y efectos especiales. Pero para también recordar los errores y proezas de aquel momento. Si el 9 de noviembre de 2019 la humanidad consigue derrocar todos los muros, cogeremos el testigo de convertirnos en la nueva época prodigiosa

La década de los ochenta ha vuelto también a tu armario, y no se marchará hasta que no llegue otra moda de antaño o alguna tribu urbana coja la sartén por el mango. El chonistyle amenaza en televisión, pero por el momento, puedes seguir vistiéndote con tus zapatillas blancas o tus botas de Sex Pistols, tus pantalones de tiro alto y tu jersey con pelotillas. O la camisa estampada con hombreras de tu abuela. Cuando cruces la puerta del cambio, asegúrate de que el pantalón no llega a la altura Steve Urkel.

Todo vuelve, y tu amiga, que no domina el arte de combinar prendas, se aferrará a decir que sus trapos son vintage. Y lo pronunciará tal y como se escribe. A la vista de esta conquista de la moda ochentera en las pasarelas, perfiles de Instagram y la calle de tu ciudad, no es de extrañar que Eva Nasarre comience a colgar stories con sus ejercicios.

 

El escaparate de la Movida

La caja tonta fue la responsable de mostrar todo lo acontecido en la Movida Madrileña. Nadie le ha vuelto a echar tanto morro en un programa como Paloma en La edad de oro. En esta década, España vivió un momento de creatividad y talento asombroso, y el programa de la Chamorro fue el auténtico escaparate de esta vitalidad. En aquel plató, pasaron casi todos los personajes endiosados de la época. “Pedrooo!” estuvo allí junto con Fabio McNamara hablando sobre perras y otras chicas del montón, mientras que Lou Reed protagonizó un legendario concierto desde Barcelona. Imprescindible e inolvidable son Alaska, sus mil grupos, sus otros mil looks, y su bola de cristal. En la actualidad, bajo el yugo de los programas de salseo, solo nos queda la familia Alcántara que va por el año 1987. Únicos supervivientes de todos los decenios habidos, y por haber. Eternamente permanentes.

Las abuelas de España se opusieron a la invasión de los bollos industriales que sus nietos merendaban mientras grababan a fuego las sintonías del Inspector Gadget., Alf, El Coche Fantástico o Punky Brewster. En los cortes publicitarios, la matraca musical vino dada por “las muñecas de Famosa se dirigen al portal”,  por el intenso “vuelve, a casa vuelve, vuelve a tu hogar”, o por la voz de Ana Torroja presentando en España la versión sin azúcares de un refresco.

 

El séptimo arte y su legado

Mientras que la trilogía de Dallas, Dinastía y Falcon Crest mantenía el corazón en un puño a medio planeta, la otra mitad canalizaba la atención en algo tremendamente maravilloso. Los destellos del cine de los ochenta que ahora vemos en Stranger Things nos incitan a querer conocer más y más. A los que lo vivieron, la nostalgia les desborda más que a Gloria Swanson en El crepúsculo de los dioses.

 

Créditos: Stranger Things

Posiblemente sea el mejor portal a esa época. Temazo tras temazo. Consolas molonas rudimentarias, y los niños tienen a demoperros como animales de compañía. En resumen, la risa tonta que te entra al encontrar guiños a Alien, Comando, El resplandor, E.T. el extraterrestre, Pesadilla en Elm Street o Los Goonies.

Hollywood también lleva unos años sumergido en este bucle temporal. Nos ha regalado la triple despedida de Harrison Ford de sus tres personajes icónicos: Indiana en 2008, Solo en 2015, y K en 2017. Pero aunque Indi haya colgado el sombrero, a los remakes y las segundas partes les queda cuerda para rato. Sólo espero que no tengan que pasar dos décadas para volver a volar con Pennywise.

 

¿A quién le importa?

Aunque los ochenta dejaron huérfanos a muchas personas con las desapariciones de John Lennon o Bob Marley, nos haría falta toda una tarde de copeo para enumerar a las leyendas nacidas, y renacidas, en esta década prodigiosa.

En 1981 nació MTV, y entonces todo cambió. El canal supuso la ventana al mundo para Madonna, la consagración de Bowie, el bombazo de Thriller, o la perennidad de Cher a través de los milenios. De las giras, el hito que se marcó Freddie Mercury en el estadio de Wembley en 1986. Fue capaz de parar al mundo durante dos minutos en su última gira con Queen, Magic Tour.  

 

España también disfrutó de la visita de artistas internacionales, pero a la cantera musical nacional no había quien le hiciera sombra. La lista es inabarcable: la omnipresente Alaska, Mecano, Nacha Pop, Olé Olé, Radio Futura, o la polémica Sabrina. La locura transitoria en aquellos conciertos, según fuentes, era y es inexplicable e indefinible.

Una época prodigiosa

No te queda más remedio que seguir sucumbiendo a las tachuelas y las hombreras. Nos quedan dos años buenos para seguir con este remix de color y efectos especiales. Pero para también recordar los errores y proezas de aquel momento. Si el 9 de noviembre de 2019 la humanidad consigue derrocar todos los muros, cogeremos el testigo de convertirnos en la nueva época prodigiosa

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Corista atarantado, periodista y coleccionista. Ilustrado de la caja tonta de los noventa, amante de los G5 Belts y escéptico del queso. Tráeme patatas fritas un jueves, Cuéntame hará el resto.