Vorovoro

A todos se nos ha pasado alguna vez por la cabeza la idea de irnos a vivir a una isla desierta, incluso, dependiendo del nivel de estrés, se nos puede presentar varias veces al día como una solución a todos los problemas.

Claro que vivir en una isla desierta no es sólo tumbarse al sol y recoger cocos, tenemos en Vorovoro un claro ejemplo. El proyecto forma parte del sueño de dos jóvenes británicos, Ben Keene y Mark James, que han puesto en práctica ese deseo inconfesable que nos promete tranquilidad y belleza las 24 horas del día. Pero ellos han ido mucho más lejos y como ocurre con las ideas geniales, lo han convertido en negocio y han creado Tribewanted.

Vorovoro es una isla del archipiélago de Fiji y cuenta ya con una comunidad occidental que vive y gestiona sus recursos bajo un proyecto global de sostenibilidad.

Esta pequeña civilización no está aislada del mundo, ni mucho menos, y utiliza todas las redes sociales que ofrece Internet con una página web, una cuenta en twitter y un canal en Youtube. Además, participa en proyectos medioambientales con el University College de Londres y empresas privadas en iniciativas de energía solar y reciclage de agua.

A través de esta conexión con el mundo exterior, Tribewanted cuenta ya con una comunidad de apoyo de 1.025 personas entre la isla e Internet y esperan llegar a los 5.000 antes del final de la experiencia, en septiembre de 2009.

Existen tres tipos de miembros:

– El nómada por 266 € (7 noches en la isla y 1 año como miembro de la tribu).
– El cazador, que cuesta 531 € (14 noches en la isla y 2 años en la tribu).
– El guerrero por 797 € (21 noches en la isla y miembro permanente hasta la finalización del proyecto en septiembre de 2009).

El proyecto entusiasma a gentes de todo el mundo y sin límite de edad. Según su web, en los 6 primeros meses, mil personas de 25 nacionalidades y entre los 17 y los 60 años han disfrutado de la tribu.

¿Cómo consiguieron la isla?

Para disponer de la isla, los empresarios británicos llegaron a un acuerdo con el jefe de la tribu de Tui Mali, propietarios de Vorovoro y arrendaron las tierras durante tres años por 39.900 euros. Además, se han comprometido a dar empleo a un centenar de personas de la tribu, de manera que este negocio ecológico al estilo occidental también está beneficiando a la población local.

Foto: Tribewanted

Vorovoro

A todos se nos ha pasado alguna vez por la cabeza la idea de irnos a vivir a una isla desierta, incluso, dependiendo del nivel de estrés, se nos puede presentar varias veces al día como una solución a todos los problemas.

Claro que vivir en una isla desierta no es sólo tumbarse al sol y recoger cocos, tenemos en Vorovoro un claro ejemplo. El proyecto forma parte del sueño de dos jóvenes británicos, Ben Keene y Mark James, que han puesto en práctica ese deseo inconfesable que nos promete tranquilidad y belleza las 24 horas del día. Pero ellos han ido mucho más lejos y como ocurre con las ideas geniales, lo han convertido en negocio y han creado Tribewanted.

Vorovoro es una isla del archipiélago de Fiji y cuenta ya con una comunidad occidental que vive y gestiona sus recursos bajo un proyecto global de sostenibilidad.

Esta pequeña civilización no está aislada del mundo, ni mucho menos, y utiliza todas las redes sociales que ofrece Internet con una página web, una cuenta en twitter y un canal en Youtube. Además, participa en proyectos medioambientales con el University College de Londres y empresas privadas en iniciativas de energía solar y reciclage de agua.

A través de esta conexión con el mundo exterior, Tribewanted cuenta ya con una comunidad de apoyo de 1.025 personas entre la isla e Internet y esperan llegar a los 5.000 antes del final de la experiencia, en septiembre de 2009.

Existen tres tipos de miembros:

– El nómada por 266 € (7 noches en la isla y 1 año como miembro de la tribu).
– El cazador, que cuesta 531 € (14 noches en la isla y 2 años en la tribu).
– El guerrero por 797 € (21 noches en la isla y miembro permanente hasta la finalización del proyecto en septiembre de 2009).

El proyecto entusiasma a gentes de todo el mundo y sin límite de edad. Según su web, en los 6 primeros meses, mil personas de 25 nacionalidades y entre los 17 y los 60 años han disfrutado de la tribu.

¿Cómo consiguieron la isla?

Para disponer de la isla, los empresarios británicos llegaron a un acuerdo con el jefe de la tribu de Tui Mali, propietarios de Vorovoro y arrendaron las tierras durante tres años por 39.900 euros. Además, se han comprometido a dar empleo a un centenar de personas de la tribu, de manera que este negocio ecológico al estilo occidental también está beneficiando a la población local.

Foto: Tribewanted