Al cumplir los 27, David Escribano – bloggero en Viajablog, uno de los blogs de referencia en el mundo viajero – se dio cuenta que su vida no estaba hecha para exprimirla en el mundo de las finanzas y se atrevió con su primer viaje de larga duración. Desde entonces ha dado la vuelta al mundo, ha estado en China, Sudáfrica, India, Brasil, Australia, Malasia, Laos y en una lista interminable de países.
Hoy le hemos entrevistado para que nos cuente qué es lo mejor (y lo peor) de ser un viajero profesional, y qué hacer para imitarlo ;).

Atrápalo – Cuéntanos David, ¿cómo es tu vida? ¿Pasas más tiempo viajando o en casa?
David – Paso más tiempo en casa. Ha habido algún año que he podido realizar un viaje de 6, 7 u 8 meses pero no es lo normal.

David en el Parque Nacional de Tayrona, Colombia
David en el imponente Parque Nacional de Tayrona, Colombia

Imagino que el momento de tomar la decisión de dejarlo todo y empezar a viajar fue complicado, ¿te costó?
Bueno, sí… No es fácil dejar un trabajo en el que tienes un sueldo decente, una seguridad y una tranquilidad. Pero al final, si el sueño es realmente poderoso, se acaba imponiendo el afán por la aventura y el poder cumplirlo. También el hecho de trabajar en un mercado laboral mucho más flexible que el español, como es el irlandés, me hizo más fácil dejar todo porque sabía que, muy probablemente, iba a encontrar un trabajo a mi regreso. Mi familia se preocupó un poco la primera vez, pero cuando lo hice por segunda, tercera y cuarta vez ya se dieron cuenta de que era lo que me hacía feliz y me apoyaron en todo. Los amigos siempre se alegran de estas cosas aunque a algunos de ellos les parezca una locura porque viven una vida más sedentaria y establecida.

A la hora de viajar, ¿prefieres ir sólo o acompañado?
Va a ratos. En los viajes largos te abres más al mundo yendo solo. Tienes que comunicarte con la gente sí o sí. Si vas con tu mejor amigo, pareja o quien sea, siempre tiendes un poco a compartir las cosas con esa persona y, aunque acabas conociendo gente, no es lo mismo. Por otro lado, es muy bueno contar con alguien querido y conocido en los momentos de cansancio, aburrimiento, enfermedad, robos y demás, que los hay en todo viaje que se precie.

¿Hay algo que lleves contigo siempre que viajas? ¿Alguna manía?
No, no tengo ninguna manía especial cuando viajo. Llevo conmigo siempre un buen botiquín. La salud es lo más importante en la vida, pero más aún cuando estás viajando por zonas en las que es posible que sea muy difícil conseguir hasta los medicamentos más básicos. Te puede fastidiar un viaje entero.

¿Organizas tu itinerario? ¿O sigues tus pasos y te dejas llevar por la intuición?
Salvo los viajes organizados que voy en representación de Viajablog, cuando voy por mi cuenta el itinerario es algo anárquico. En los largos viajes de mochilero he elegido países a grandes rasgos pero dentro de cada país me he guiado un poco por las opiniones de viajeros que me he ido cruzando y las he mezclado con los lugares a los que yo quería ir de antemano. Sin ir más lejos, este año fui a África con la idea de pasar 2 meses en Sudáfrica, Lesoto y Swazilandia y al final me fui muy pronto de Sudáfrica y pasé un mes y medio entre Mozambique y Malawi, países que no estaban en mi mente cuando me subí al avión en Madrid. Ha sido la mejor decisión viajera de mi vida.

Niños con ganas de jugar en una pequeña aldea de Mozambique.
Niños en una pequeña aldea de Mozambique.

¿Cuál ha sido el lugar que más te ha impactado?
Hay varios, pero quizá el que más me ha gustado sería Mozambique. Por su gente. Paisajes ya los he visto en muchos países del Mundo pero la gente y cultura es algo que sigue sorprendiendo si es tan diferente y buena como la de Mozambique. Hospitalarios, naturales, aventura. Realmente te sientes en otro mundo donde todo se siente de forma mucho más profunda. África negra en su más pura esencia. Pienso repetir.

¿Cuál fue el transporte más raro?
No sabría decirte. He montado en burro, caballo, bicicleta, rickshaws, parte de atrás de camiones, furgonetas y medios convencionales. Quizá el que más me sorprendió fue en de Malawi montado en bicis viejas, como las que teníamos cuando éramos niños y nos montábamos en el sillín metálico ese trasero que tenían aquellas bicis. Contando con mi mochila eran 90 kilos de peso los que soportaba aquel hombre delgado, con 35 grados de temperatura y bici si marchas ni nada.

¿Tuviste algún contratiempo que aún recuerdes?
Muchísimos. Mis viajes parecen de película. Me han dejado desnudo en invierno en la frontera entre Argentina y Uruguay a las 4 de la mañana de un lunes. Pillaron a un español intentando pasar 7 kilos de cocaína en dirección contraria a la mía justo a la misma hora (yo vi como se lo llevaban esposado) y pensaron que yo llevaba otro alijo en dirección Uruguay. Me interrogaron casi una hora y me dejaron desnudo. Me lo tomé con calma porque no tenía nada que ocultar. También volqué haciendo rafting en Ecuador y estuvimos perdidos en la jungla hasta el anochecer, cuando encontramos un poblado de indígenas que contaba con un móvil. Cosas de película, la verdad… Y tengo más…

¿Y cuál es esa anécdota que siempre sale cuando estás de cervezas con tus amigos?
Pues suele salir una que nos pasó en la India. Aún a día de hoy me cuesta creer en tamaña coincidencia. Teníamos un guía en Rajastán (nunca contratéis ninguno allí) y el hombre nos llevaba en un coche pequeñito y blanco a mi amigo Rober y un servidor. Allí hay muchos animales en la carretera que se apartan cuando pitas… Normalmente. Hubo un buitre enorme que no se apartó a tiempo y le dimos y nos dejó el parachoques abollado con una pequeña mancha de sangre. Seguimos camino y al poco nos paró un control militar. Un coche pequeño y blanco con guía y dos turistas había atropellado a una niña en el pueblo de al lado y se había dado a la fuga…???. Cuando vieron nuestra marca y sangre en el parachoques no tuvieron duda. Habíamos sido nosotros. Los testigos presenciales no habían conseguido ver la matrícula. Después de media hora intentando dar explicaciones pasó lo único que podía salvarnos de irnos todos a comisaría: apareció el coche culpable. El conductor vio el control desde lejos e intentó dar media vuelta y huir, pero le interceptaron los policías con las motos y lo trajeron. Al hombre se le veía asustado pero también a los dos turistas alemanes que no salían del asiento trasero. Nos marchamos sin conseguir que nadie nos dijera si la niña estaba bien, aunque supimos que la habían llevado al hospital.

¿Cuál es ese lugar que guardas con más estima? ¿Por qué?
Uno de los lugares que guardo con más estima en el corazón es Nuevo Bagan en Myanmar (Birmania). Allí conocí a Sooleuy, un pescador birmano de 26 años con el que pasé 2 tardes y sus noches hablando de la vida y respondiendo a las muchas preguntas que él tenía sobre el mundo exterior. También aprendí mucho sobre la triste situación que vive el pueblo birmano bajo la dictadura militar en la que viven. Nos bañamos en el río cuando el sol del atardecer bañaba las cúpulas doradas de las pagodas. Inolvidable.

Los Doce Apóstoles en Australia. ¿Adivinas porqué se llaman así?
Los Doce Apóstoles en Australia. ¿Adivinas porqué los llaman así?

Suena apasionante, ¿algún consejo para convertirnos en un aventurero viajero como tú?
Bueno, simplemente seguir lo que te dicte el corazón si de verdad sientes la necesidad de ver mundo. Es difícil dar el primer paso, pero si no tienes cargas familiares o económicas insalvables, todo es tener la voluntad y un poco de valentía.

Si tuvieras que volver a empezar, ¿qué repetirías y qué cambiarías?
No iría nunca a la zona de Rajastán en la India. Peor lugar al que he viajado en mi vida. Quizá lo que habría hecho es empezar antes con los viajes de mochila fuera de Europa. Mi primer viaje de 6 meses fue con 27 años y sentía cierta envidia al ver a gente con 20 o 22 años ya teniendo esas experiencias. Lo demás no lo tocaría. Creo que me ha ido bastante bien.

Y para conocerte un poco mejor:
¿Maleta o mochila? La maleta con ruedas viene bien en ciudades avanzadas. Para todo lo demás, mochila.
¿Guía de papel, móvil o “por libre”? Guía de papel para las cosas prácticas y tener una idea general. El resto por libre o consejos de otros viajeros.
¿Tren o autobús? Tren.
¿Picante? Más bien no. Sólo ligeramente.
¿Mar o montaña? Equilibrio entre ambos es lo perfecto.
¿Vídeo o foto? En África, por ejemplo, hay cosas que no puedes explicar en una foto así que vídeo.
¿Ciudad o campo? Campo… sin duda.

Recomiendanos una canción para un lugar mágico:
Rise de Eddie Vedder en la película “Hacia rutas salvajes”. La escuché mil veces perdido en las montañas de la Cordillera Blanca andina en Perú. Y en muchos sitios más.

¿Y un libro?
“Ébano” de Kapuscinsky. África con las venas abiertas.

¡Muchas gracias David! Seguiremos leyendo tus aventuras.

Al cumplir los 27, David Escribano – bloggero en Viajablog, uno de los blogs de referencia en el mundo viajero – se dio cuenta que su vida no estaba hecha para exprimirla en el mundo de las finanzas y se atrevió con su primer viaje de larga duración. Desde entonces ha dado la vuelta al mundo, ha estado en China, Sudáfrica, India, Brasil, Australia, Malasia, Laos y en una lista interminable de países.
Hoy le hemos entrevistado para que nos cuente qué es lo mejor (y lo peor) de ser un viajero profesional, y qué hacer para imitarlo ;).

Atrápalo – Cuéntanos David, ¿cómo es tu vida? ¿Pasas más tiempo viajando o en casa?
David – Paso más tiempo en casa. Ha habido algún año que he podido realizar un viaje de 6, 7 u 8 meses pero no es lo normal.

David en el Parque Nacional de Tayrona, Colombia
David en el imponente Parque Nacional de Tayrona, Colombia

Imagino que el momento de tomar la decisión de dejarlo todo y empezar a viajar fue complicado, ¿te costó?
Bueno, sí… No es fácil dejar un trabajo en el que tienes un sueldo decente, una seguridad y una tranquilidad. Pero al final, si el sueño es realmente poderoso, se acaba imponiendo el afán por la aventura y el poder cumplirlo. También el hecho de trabajar en un mercado laboral mucho más flexible que el español, como es el irlandés, me hizo más fácil dejar todo porque sabía que, muy probablemente, iba a encontrar un trabajo a mi regreso. Mi familia se preocupó un poco la primera vez, pero cuando lo hice por segunda, tercera y cuarta vez ya se dieron cuenta de que era lo que me hacía feliz y me apoyaron en todo. Los amigos siempre se alegran de estas cosas aunque a algunos de ellos les parezca una locura porque viven una vida más sedentaria y establecida.

A la hora de viajar, ¿prefieres ir sólo o acompañado?
Va a ratos. En los viajes largos te abres más al mundo yendo solo. Tienes que comunicarte con la gente sí o sí. Si vas con tu mejor amigo, pareja o quien sea, siempre tiendes un poco a compartir las cosas con esa persona y, aunque acabas conociendo gente, no es lo mismo. Por otro lado, es muy bueno contar con alguien querido y conocido en los momentos de cansancio, aburrimiento, enfermedad, robos y demás, que los hay en todo viaje que se precie.

¿Hay algo que lleves contigo siempre que viajas? ¿Alguna manía?
No, no tengo ninguna manía especial cuando viajo. Llevo conmigo siempre un buen botiquín. La salud es lo más importante en la vida, pero más aún cuando estás viajando por zonas en las que es posible que sea muy difícil conseguir hasta los medicamentos más básicos. Te puede fastidiar un viaje entero.

¿Organizas tu itinerario? ¿O sigues tus pasos y te dejas llevar por la intuición?
Salvo los viajes organizados que voy en representación de Viajablog, cuando voy por mi cuenta el itinerario es algo anárquico. En los largos viajes de mochilero he elegido países a grandes rasgos pero dentro de cada país me he guiado un poco por las opiniones de viajeros que me he ido cruzando y las he mezclado con los lugares a los que yo quería ir de antemano. Sin ir más lejos, este año fui a África con la idea de pasar 2 meses en Sudáfrica, Lesoto y Swazilandia y al final me fui muy pronto de Sudáfrica y pasé un mes y medio entre Mozambique y Malawi, países que no estaban en mi mente cuando me subí al avión en Madrid. Ha sido la mejor decisión viajera de mi vida.

Niños con ganas de jugar en una pequeña aldea de Mozambique.
Niños en una pequeña aldea de Mozambique.

¿Cuál ha sido el lugar que más te ha impactado?
Hay varios, pero quizá el que más me ha gustado sería Mozambique. Por su gente. Paisajes ya los he visto en muchos países del Mundo pero la gente y cultura es algo que sigue sorprendiendo si es tan diferente y buena como la de Mozambique. Hospitalarios, naturales, aventura. Realmente te sientes en otro mundo donde todo se siente de forma mucho más profunda. África negra en su más pura esencia. Pienso repetir.

¿Cuál fue el transporte más raro?
No sabría decirte. He montado en burro, caballo, bicicleta, rickshaws, parte de atrás de camiones, furgonetas y medios convencionales. Quizá el que más me sorprendió fue en de Malawi montado en bicis viejas, como las que teníamos cuando éramos niños y nos montábamos en el sillín metálico ese trasero que tenían aquellas bicis. Contando con mi mochila eran 90 kilos de peso los que soportaba aquel hombre delgado, con 35 grados de temperatura y bici si marchas ni nada.

¿Tuviste algún contratiempo que aún recuerdes?
Muchísimos. Mis viajes parecen de película. Me han dejado desnudo en invierno en la frontera entre Argentina y Uruguay a las 4 de la mañana de un lunes. Pillaron a un español intentando pasar 7 kilos de cocaína en dirección contraria a la mía justo a la misma hora (yo vi como se lo llevaban esposado) y pensaron que yo llevaba otro alijo en dirección Uruguay. Me interrogaron casi una hora y me dejaron desnudo. Me lo tomé con calma porque no tenía nada que ocultar. También volqué haciendo rafting en Ecuador y estuvimos perdidos en la jungla hasta el anochecer, cuando encontramos un poblado de indígenas que contaba con un móvil. Cosas de película, la verdad… Y tengo más…

¿Y cuál es esa anécdota que siempre sale cuando estás de cervezas con tus amigos?
Pues suele salir una que nos pasó en la India. Aún a día de hoy me cuesta creer en tamaña coincidencia. Teníamos un guía en Rajastán (nunca contratéis ninguno allí) y el hombre nos llevaba en un coche pequeñito y blanco a mi amigo Rober y un servidor. Allí hay muchos animales en la carretera que se apartan cuando pitas… Normalmente. Hubo un buitre enorme que no se apartó a tiempo y le dimos y nos dejó el parachoques abollado con una pequeña mancha de sangre. Seguimos camino y al poco nos paró un control militar. Un coche pequeño y blanco con guía y dos turistas había atropellado a una niña en el pueblo de al lado y se había dado a la fuga…???. Cuando vieron nuestra marca y sangre en el parachoques no tuvieron duda. Habíamos sido nosotros. Los testigos presenciales no habían conseguido ver la matrícula. Después de media hora intentando dar explicaciones pasó lo único que podía salvarnos de irnos todos a comisaría: apareció el coche culpable. El conductor vio el control desde lejos e intentó dar media vuelta y huir, pero le interceptaron los policías con las motos y lo trajeron. Al hombre se le veía asustado pero también a los dos turistas alemanes que no salían del asiento trasero. Nos marchamos sin conseguir que nadie nos dijera si la niña estaba bien, aunque supimos que la habían llevado al hospital.

¿Cuál es ese lugar que guardas con más estima? ¿Por qué?
Uno de los lugares que guardo con más estima en el corazón es Nuevo Bagan en Myanmar (Birmania). Allí conocí a Sooleuy, un pescador birmano de 26 años con el que pasé 2 tardes y sus noches hablando de la vida y respondiendo a las muchas preguntas que él tenía sobre el mundo exterior. También aprendí mucho sobre la triste situación que vive el pueblo birmano bajo la dictadura militar en la que viven. Nos bañamos en el río cuando el sol del atardecer bañaba las cúpulas doradas de las pagodas. Inolvidable.

Los Doce Apóstoles en Australia. ¿Adivinas porqué se llaman así?
Los Doce Apóstoles en Australia. ¿Adivinas porqué los llaman así?

Suena apasionante, ¿algún consejo para convertirnos en un aventurero viajero como tú?
Bueno, simplemente seguir lo que te dicte el corazón si de verdad sientes la necesidad de ver mundo. Es difícil dar el primer paso, pero si no tienes cargas familiares o económicas insalvables, todo es tener la voluntad y un poco de valentía.

Si tuvieras que volver a empezar, ¿qué repetirías y qué cambiarías?
No iría nunca a la zona de Rajastán en la India. Peor lugar al que he viajado en mi vida. Quizá lo que habría hecho es empezar antes con los viajes de mochila fuera de Europa. Mi primer viaje de 6 meses fue con 27 años y sentía cierta envidia al ver a gente con 20 o 22 años ya teniendo esas experiencias. Lo demás no lo tocaría. Creo que me ha ido bastante bien.

Y para conocerte un poco mejor:
¿Maleta o mochila? La maleta con ruedas viene bien en ciudades avanzadas. Para todo lo demás, mochila.
¿Guía de papel, móvil o “por libre”? Guía de papel para las cosas prácticas y tener una idea general. El resto por libre o consejos de otros viajeros.
¿Tren o autobús? Tren.
¿Picante? Más bien no. Sólo ligeramente.
¿Mar o montaña? Equilibrio entre ambos es lo perfecto.
¿Vídeo o foto? En África, por ejemplo, hay cosas que no puedes explicar en una foto así que vídeo.
¿Ciudad o campo? Campo… sin duda.

Recomiendanos una canción para un lugar mágico:
Rise de Eddie Vedder en la película “Hacia rutas salvajes”. La escuché mil veces perdido en las montañas de la Cordillera Blanca andina en Perú. Y en muchos sitios más.

¿Y un libro?
“Ébano” de Kapuscinsky. África con las venas abiertas.

¡Muchas gracias David! Seguiremos leyendo tus aventuras.