Que sí, que sí, que no te puedes perder el acueducto, la catedral, el alcázar, etc, etc… esas son las típicas cosas que todo el mundo te va a decir que hay que ver en Segovia. Pero nadie mejor que un cochinillo segoviano (como yo) para darte los verdaderos local tips que marcarán la diferencia de tu visita.

Viví una infancia feliz en Segovia, jugando a ‘bote’ en la Plaza Mayor y corriendo detrás de un balón en la plazuela de San Martín. Sin darme apenas cuenta, me hice mayor y me fui a trabajar a Madrid. Podría decirse que soy segoviano de nacimiento y madrileño de adopción.

Así que cuando mis amigos madritenses me cuentan que van a hacer una escapada el fin de semana a la tierra que me vio nacer, me convierto en una guía con patas y les doy todo tipo de recomendaciones. ¿Lo típico? No, lo típico no. Que se compren una guía y les cuenten la leyenda de cómo se hizo el acueducto. Yo les relato con todo lujo de detalles las cosas del segoviano de a pie. Si tú también quieres saberlo, toma nota:

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Machado también se quedó prendado con Segovia

Los recuerdos de infancia de Antonio Machado son de un patio de Sevilla a la sombra de un limonero. Pero ya de adulto estuvo viviendo muchos años en Segovia, y se enamoró de una chica llamada Guiomar (la estación de AVE de Sego City se llama Guiomar por esta razón). Estuvo dando clases aquí y acostumbraba a tomarse ‘el chato’ por la Plaza Mayor. Todo el mundo va a presentar sus respetos a la estatua que está frente al Teatro Juan Bravo. Pero si quieres ir un pasito más allá, no te puedes perder la Casa-Museo: la modesta pensión donde vivió y por la que pagaba 3 pesetas al día. Muy recomendable.

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Machado

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La foto del acueducto con la que triunfarás en Instagram

Sí, en cuanto veas el acueducto vas a estar tentado de subir una foto a Instagram. Aguanta un poco. Respira profundamente y cuenta hasta diez. Luego sube la escalinata de Santa Columba y al final de ella hay un pequeño mirador desde el que podrás hacer esa foto que dé la verdadera sensación de grandiosidad que tiene este monumento único. ¡Ah! Y que no te la cuelen, los segovianos somos un poco puñeteros y solemos gastar la broma de que es fundamental visitar el acueducto por dentro. Y lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.

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El Winter Indie City

En Segovia siempre nos ha gustado llevar la contraria. Si el país entero se pone a hacer festivales en verano, nosotros vamos y lo montamos en invierno. ¿En un recinto fijo y durante un fin de semana? Nada de eso. El WIC se celebra en distintas salas y en diferentes fechas. Sin apoyo de marcas, ni patrocinios. Un grupo de amigos segovianos ponen todo de su parte para sacar adelante este festival, que hace las delicias de todo aquel que disfrute de la buena música en sala. Son, como reza su leit motiv, asquerosamente independientes. Así que consulta su programación antes de planear tu visita a Segovia, no vaya ser que además haya un conciertazo por el que pasarse.

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©Elena Conde

Si se llama La Calle de los Bares, por algo será… 

Todas las ciudades tienen su calle de los bares, pero depende del sitio se llama de una manera diferente: el barrio humedo en León, el tubo en Zaragoza, etc… Aquí la calle en cuestión se llama Infanta Isabel, pero nadie lo sabe. Todos los segovianos la conocemos como la calle de los bares.

Muy cerquita de la Plaza Mayor, en apenas unos metros cuadradados se junta gente de toda clase y condición. Turistas que buscan el pincho de morcilla de El Figón de los Comuneros, chavales sentados en un portal tomando una lata de cerveza a escondidas, viejos rockeros de toda la vida que han hecho del Shout y del Santana su santuario, jóvenes que acuden al Bar J.C. en busca del alcohol más barato. Un espectáculo de la vida costumbrista y nocturna de la ciudad que daría para escribir un libro entero.

Mi rincón favorito 

Si los recuerdos de la infancia de Antonio Machado eran (son y serán) de un patio de Sevilla, los míos son de la plazuela de San Martín. Allí me he pasado media vida y siempre habrá algo de mí en este lugar. Bajo la atenta mirada de Juan Bravo, los segovianos recorremos la Calle Real que une la Plaza Mayor con el Acueducto. Muy ajetreados en nuestros quehaceres para arriba y para abajo. Y a la espalda del insigne comunero castellano nos encontramos con una formidable escalinata que lleva a la fuente de los leones, al Torreón de Lozoya y a la terraza del bar El Ojo.

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©License CC0

Hasta aquí puedo escribir, amig@. Me gustaría hablarte durante horas de mi querida Segovia, pero el tiempo es oro y hay que concretar. Si haces caso a los millones de guías que hay sobre mi ciudad natal y le echas un vistazo a algunas de las cosillas que te recomiendo, te va a quedar un finde ‘requeteapañao’.

BOLA EXTRA: si eres aficionado a la cerveza, no te puedes marchar de la ciudad sin probar algunas de las cervezas artesanas locales que encontrarás en casi cualquier bar de Segovia. Mis favoritas son la San Frutos Especial y la Guerrera Segoviana. Y si lo acompañas con un torrezno, lo petas.

Tags : Segovia
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Lo que más me gusta del siglo XXI es que todavía seguimos usando un palo metálico que pone El Siguiente para distinguir nuestra compra de la de los demás en el supermercado.