Quizá uno de los momentos más duros de viajar es cuando por fin llegas al destino y ¡sorpresa! Te has dejado algo muy importante. Y más si estás lejos, a ver dónde encuentras una crema hidratante hipoalargénica en China o unos calzoncillos baratos en Noruega.

Yo siempre me dejo algo importante aunque siempre es algo diferente. Cuando después de un vuelo abro la maleta, me pregunto qué es lo que me habré dejado esta vez.
Para eliminar ese sentimiento de “tontuna” he estado preguntando por la oficina y los resultados son como esperábamos. A todos nos ha pasado:

Nuestra compañera de Blogs Italia Valentina, nos contó que siempre se deja el cepillo de dientes. Cuando prepara la maleta se promete acordarse, pero ya tiene una colección de cepillos de media Europa.

A Juan Antonio de Recursos Humanos le da por emular a Robinson Crusoe, siempre se deja la maquinilla de afeitar.

Carla de Hoteles dice que siempre se deja el pijama, cosa que no es un problema si viaja con su pareja… pero si va con los amigos… ¡ups!

La más grave de todas es Natalia de Actividades, que lo ha pasado realmente mal por olvidarse todo lo relacionado con las lentillas, desde el contenedor hasta la solución líquida. Más de una vez las pobres lentillas han acabado… en la basura.

10sept16_maleta
@Skelekitten

El único que afirma no haberse dejado nada es Adrián, todo un señor precavido de márketing :).

¿Y tú? ¿Qué es lo que te dejas normalmente cuando viajas? ¿Utilizas algún método revolucionario para evitarlo? ¡Ilústranos!

Quizá uno de los momentos más duros de viajar es cuando por fin llegas al destino y ¡sorpresa! Te has dejado algo muy importante. Y más si estás lejos, a ver dónde encuentras una crema hidratante hipoalargénica en China o unos calzoncillos baratos en Noruega.

Yo siempre me dejo algo importante aunque siempre es algo diferente. Cuando después de un vuelo abro la maleta, me pregunto qué es lo que me habré dejado esta vez.
Para eliminar ese sentimiento de “tontuna” he estado preguntando por la oficina y los resultados son como esperábamos. A todos nos ha pasado:

Nuestra compañera de Blogs Italia Valentina, nos contó que siempre se deja el cepillo de dientes. Cuando prepara la maleta se promete acordarse, pero ya tiene una colección de cepillos de media Europa.

A Juan Antonio de Recursos Humanos le da por emular a Robinson Crusoe, siempre se deja la maquinilla de afeitar.

Carla de Hoteles dice que siempre se deja el pijama, cosa que no es un problema si viaja con su pareja… pero si va con los amigos… ¡ups!

La más grave de todas es Natalia de Actividades, que lo ha pasado realmente mal por olvidarse todo lo relacionado con las lentillas, desde el contenedor hasta la solución líquida. Más de una vez las pobres lentillas han acabado… en la basura.

10sept16_maleta
@Skelekitten

El único que afirma no haberse dejado nada es Adrián, todo un señor precavido de márketing :).

¿Y tú? ¿Qué es lo que te dejas normalmente cuando viajas? ¿Utilizas algún método revolucionario para evitarlo? ¡Ilústranos!