Laura, de Actividades se comporta de una forma muy extraña últimamente. Desde que volvió de Holanda tan sólo come queso Gouda, lleva zuecos en vez de zapatillas, se ha teñido el pelo de naranja, cada día le regala un tulipán a su vecina y se ha puesto un molino como fondo de pantalla.
Asustado, el responsable de Recursos Humanos le concertó una cita con la mutua, que ha confirmado lo que todos temíamos. Laura padece una enfermedad muy contagiosa pero nada peligrosa: Holanditis.


@Daveness_98

Holanditis (femenino, singular. Del neerlandés antiguo “Hol-land”, tierra baja y del griego “–itis”, reinterpretado como pasión).
Se denomina holanditis al efecto positivo que provoca en el cuerpo y en el alma visitar Holanda. Se manifiesta en forma de una pasión naranja que crece dentro de ti irremisiblemente.

Existen dos tipos de holanditis: la fulminante y la crónica.

Holanditis fulminante
La holanditis fulminante es aquella que se genera en las personas que visitan por primera vez Holanda.
Testimonio de Alicia Pacheco (27), hostelera: “Caí en una holanditis fulminante en cuanto pisé Ámsterdam”.
Testimonio de Arturo Valverde (38), pintor: “Fui por unos días a La Haya y me quedé unos meses. Estaba claro, lo mío era holanditis fulminante”.

Holanditis crónica
La holanditis crónica es la que se produce cuando vuelves y vuelves y vuelves a Holanda.
Testimonio de José Ruipérez (32) y Sara Merino (31), matrimonio, abogados: “Tenemos holanditis crónica y siempre que podemos volvemos a Utrecht”.
Testimonio de Alberto Arenas (48), escritor de guías de viaje: “Mi holanditis fulminante se convirtió en holanditis crónica en menos de un año. Y ahora no sólo voy a Róterdam por trabajo, voy sobre todo por placer”.


@Photochiel

El doctor fue claro, tan sólo existe una cura fiable viajar a Holanda. Esperemos que no se convierta en una pasa ;).

Laura, de Actividades se comporta de una forma muy extraña últimamente. Desde que volvió de Holanda tan sólo come queso Gouda, lleva zuecos en vez de zapatillas, se ha teñido el pelo de naranja, cada día le regala un tulipán a su vecina y se ha puesto un molino como fondo de pantalla.
Asustado, el responsable de Recursos Humanos le concertó una cita con la mutua, que ha confirmado lo que todos temíamos. Laura padece una enfermedad muy contagiosa pero nada peligrosa: Holanditis.


@Daveness_98

Holanditis (femenino, singular. Del neerlandés antiguo “Hol-land”, tierra baja y del griego “–itis”, reinterpretado como pasión).
Se denomina holanditis al efecto positivo que provoca en el cuerpo y en el alma visitar Holanda. Se manifiesta en forma de una pasión naranja que crece dentro de ti irremisiblemente.

Existen dos tipos de holanditis: la fulminante y la crónica.

Holanditis fulminante
La holanditis fulminante es aquella que se genera en las personas que visitan por primera vez Holanda.
Testimonio de Alicia Pacheco (27), hostelera: “Caí en una holanditis fulminante en cuanto pisé Ámsterdam”.
Testimonio de Arturo Valverde (38), pintor: “Fui por unos días a La Haya y me quedé unos meses. Estaba claro, lo mío era holanditis fulminante”.

Holanditis crónica
La holanditis crónica es la que se produce cuando vuelves y vuelves y vuelves a Holanda.
Testimonio de José Ruipérez (32) y Sara Merino (31), matrimonio, abogados: “Tenemos holanditis crónica y siempre que podemos volvemos a Utrecht”.
Testimonio de Alberto Arenas (48), escritor de guías de viaje: “Mi holanditis fulminante se convirtió en holanditis crónica en menos de un año. Y ahora no sólo voy a Róterdam por trabajo, voy sobre todo por placer”.


@Photochiel

El doctor fue claro, tan sólo existe una cura fiable viajar a Holanda. Esperemos que no se convierta en una pasa ;).