Hace unos años tal vez hubiéramos aceptado aquello de que el Primavera Sound era un festival indie. Pero la etiqueta ya no se sostiene ­?¿quién es independiente hoy en día? ?, y el certamen ha ampliado las miras de su cartel hasta confeccionar una programación donde todos los gustos de la música popular están representados.

Será agotador, es cierto, y puede que sea arriesgado y hasta decepcionante (nada te asegura que las apuestas salgan bien), pero entre los cerca de 240 grupos y chorrocientos escenarios repartidos en una semana, lo recomendable sería abrazar un amplio menú degustación y probar de descubrir unos cuantos grupos de esos que te cambiarán la vida.

Pero como ese tipo de recomendaciones exhaustivas ya las habréis visto en decenas de webs a estas alturas, y sabemos que entre los usuarios de Atrápalo hay de todo, desde aquí hemos elaborado nuestras recomendaciones en función de una serie de perfiles que estamos seguros se darán cita en el Parque del Fórum de Barcelona.

Tal vez no están todos los que son, pero sin duda sí que son todos los que están.

Búscate y si no te encuentras, proponnos tu particular perfil y el festival que te piensas montar.

Y ante todo, recuerda: aún estás a tiempo de comprar tu entrada de día o el abono completo.

Conservador:

Si le preguntas, te dirá que tiene poco tiempo y debe aprovecharlo bien. Ha pagado su entrada y quiere asegurarse de que ha invertido su dinero sabiamente. Si fuera corredor de bolsa, pondría su dinero en bonos del Estado suecos. Sabe que Yo La Tengo no han dado un mal concierto en su vida, que el directo de Spiritualized es poco menos que una misa cósmica, que el concierto de Beach House del año pasado fue legendario y vuelven con un disco aún mejor, que la energía de Japandroids hace que parezcan un ejército de power pop más que un dúo, o que de entre lo mejor del panorama del pop nacional nadie debe perderse a Doble Pletina.

Apostador:

Siente una necesidad fisiológica por estar por delante de los demás, una sed infinita de cosas nuevas y el domingo no amanecerá a su gusto si no tiene la sensación de haber descubierto ese puñado de grupos desconocidos que el año que viene ocuparán los escenarios principales. Así, irá a ver a qué viene tanto hablar de Lorena Álvarez y su Banda Municipal, si es un grupo que tiene nombre de conjunto de fiesta mayor, quiere comprobar si el punk urgente de los daneses Iceage puede convertirse en lo que promete o es producto de su adolescencia, si realmente Liturgy ha hecho eso que llaman hipster black metal y si el dubstep nebuloso de Hype Williams es tan hipnótico como suena en disco.

Enteradillo:

No volverá a ver a Shellac porque es el sexto año que tocan en el Primavera y se han vuelto masivos. Piensa que serán pocos los que saben que detrás de un nombre tan vuglar como The Pop Group se esconde uno de los grupos más políticos del post punk y sabe que lo de A$AP Rocky no es un hip hop corriente, que hoy no hay grupo más brutal que Lisäbo, ni tío más cool que Baxter Dury (aunque tenga poco que ver con lo que hacía su padre Ian), que lo que hace Michael Gira en solitario no es más que una modalidad acústica del Apocalipsis eléctrico que trajo con Swans el año pasado, que detrás de Atlas Sound está el factótum de Deerhunter, que el regreso encubierto del año es el de Codeine, las leyendas del slowcore.

Festivalero:

Le da lo mismo el Primavera Sound que el FIB o el Rock in Rio, él viene atraído por las gravitaciones de la masa, la jarana, la música al aire libre, la pulserita que no se quitará JAMÁS… el festivaleo, en definitiva. La corriente le llevará a ver a Wilco, a Franz Ferdinand, a Death Cab For Cutie, The Drums y hasta The xx. Se acordará de poco, pero tendrá para siempre un recuerdo vago y feliz.

Bailongo:

Entra cuando muchos otros ya están saliendo. A menudo el plan del Primavera se ha decidido tras una discusión a las 3 de la mañana entre este plan y la macrodiscoteca del Poble Espanyol. No sabe a son de qué, pero sabe que acabará bailando. Será con Erol Alkan, seguro, con la pléyade de DJs que animarán el festival, con The Field. Si por algún motivo llega pronto, no le importará bailar algo de garaje con The Black Lips o incluso con el rock galáctico de M83. Se lo sabe pasar bien.

Nostálgico:

Desde hace unos años, el Primavera Sound se ha convertido en una perpetua máquina del tiempo para él. Hacía mucho tiempo que había renunciado ya a volver a ver a The Cure, a Mudhoney o a Saint Etienne. Y resulta que los va a ver juntos.

Metalero:

No sabe muy bien cómo, pero se encuentra aquí. Hubiera jurado nunca mezclarse con semejante calaña, y deberá inventarse una excusa por si se cruza con alguno de sus compañeros del metal, pero no puede negar la evidencia: el cartel heavy metal de este año del Primavera Sound no tiene nada que envidiarle al Monsters of Rock. Ni en sus sueños más oscuros y poblados de testosterona y laca para el pelo se imaginaba que podría ver en un mismo fin de semana a Melvins, Wolves In The Throne Room, Napalm Death, Godflesh y Mayhem.

Hace unos años tal vez hubiéramos aceptado aquello de que el Primavera Sound era un festival indie. Pero la etiqueta ya no se sostiene ­?¿quién es independiente hoy en día? ?, y el certamen ha ampliado las miras de su cartel hasta confeccionar una programación donde todos los gustos de la música popular están representados.

Será agotador, es cierto, y puede que sea arriesgado y hasta decepcionante (nada te asegura que las apuestas salgan bien), pero entre los cerca de 240 grupos y chorrocientos escenarios repartidos en una semana, lo recomendable sería abrazar un amplio menú degustación y probar de descubrir unos cuantos grupos de esos que te cambiarán la vida.

Pero como ese tipo de recomendaciones exhaustivas ya las habréis visto en decenas de webs a estas alturas, y sabemos que entre los usuarios de Atrápalo hay de todo, desde aquí hemos elaborado nuestras recomendaciones en función de una serie de perfiles que estamos seguros se darán cita en el Parque del Fórum de Barcelona.

Tal vez no están todos los que son, pero sin duda sí que son todos los que están.

Búscate y si no te encuentras, proponnos tu particular perfil y el festival que te piensas montar.

Y ante todo, recuerda: aún estás a tiempo de comprar tu entrada de día o el abono completo.

Conservador:

Si le preguntas, te dirá que tiene poco tiempo y debe aprovecharlo bien. Ha pagado su entrada y quiere asegurarse de que ha invertido su dinero sabiamente. Si fuera corredor de bolsa, pondría su dinero en bonos del Estado suecos. Sabe que Yo La Tengo no han dado un mal concierto en su vida, que el directo de Spiritualized es poco menos que una misa cósmica, que el concierto de Beach House del año pasado fue legendario y vuelven con un disco aún mejor, que la energía de Japandroids hace que parezcan un ejército de power pop más que un dúo, o que de entre lo mejor del panorama del pop nacional nadie debe perderse a Doble Pletina.

Apostador:

Siente una necesidad fisiológica por estar por delante de los demás, una sed infinita de cosas nuevas y el domingo no amanecerá a su gusto si no tiene la sensación de haber descubierto ese puñado de grupos desconocidos que el año que viene ocuparán los escenarios principales. Así, irá a ver a qué viene tanto hablar de Lorena Álvarez y su Banda Municipal, si es un grupo que tiene nombre de conjunto de fiesta mayor, quiere comprobar si el punk urgente de los daneses Iceage puede convertirse en lo que promete o es producto de su adolescencia, si realmente Liturgy ha hecho eso que llaman hipster black metal y si el dubstep nebuloso de Hype Williams es tan hipnótico como suena en disco.

Enteradillo:

No volverá a ver a Shellac porque es el sexto año que tocan en el Primavera y se han vuelto masivos. Piensa que serán pocos los que saben que detrás de un nombre tan vuglar como The Pop Group se esconde uno de los grupos más políticos del post punk y sabe que lo de A$AP Rocky no es un hip hop corriente, que hoy no hay grupo más brutal que Lisäbo, ni tío más cool que Baxter Dury (aunque tenga poco que ver con lo que hacía su padre Ian), que lo que hace Michael Gira en solitario no es más que una modalidad acústica del Apocalipsis eléctrico que trajo con Swans el año pasado, que detrás de Atlas Sound está el factótum de Deerhunter, que el regreso encubierto del año es el de Codeine, las leyendas del slowcore.

Festivalero:

Le da lo mismo el Primavera Sound que el FIB o el Rock in Rio, él viene atraído por las gravitaciones de la masa, la jarana, la música al aire libre, la pulserita que no se quitará JAMÁS… el festivaleo, en definitiva. La corriente le llevará a ver a Wilco, a Franz Ferdinand, a Death Cab For Cutie, The Drums y hasta The xx. Se acordará de poco, pero tendrá para siempre un recuerdo vago y feliz.

Bailongo:

Entra cuando muchos otros ya están saliendo. A menudo el plan del Primavera se ha decidido tras una discusión a las 3 de la mañana entre este plan y la macrodiscoteca del Poble Espanyol. No sabe a son de qué, pero sabe que acabará bailando. Será con Erol Alkan, seguro, con la pléyade de DJs que animarán el festival, con The Field. Si por algún motivo llega pronto, no le importará bailar algo de garaje con The Black Lips o incluso con el rock galáctico de M83. Se lo sabe pasar bien.

Nostálgico:

Desde hace unos años, el Primavera Sound se ha convertido en una perpetua máquina del tiempo para él. Hacía mucho tiempo que había renunciado ya a volver a ver a The Cure, a Mudhoney o a Saint Etienne. Y resulta que los va a ver juntos.

Metalero:

No sabe muy bien cómo, pero se encuentra aquí. Hubiera jurado nunca mezclarse con semejante calaña, y deberá inventarse una excusa por si se cruza con alguno de sus compañeros del metal, pero no puede negar la evidencia: el cartel heavy metal de este año del Primavera Sound no tiene nada que envidiarle al Monsters of Rock. Ni en sus sueños más oscuros y poblados de testosterona y laca para el pelo se imaginaba que podría ver en un mismo fin de semana a Melvins, Wolves In The Throne Room, Napalm Death, Godflesh y Mayhem.