En mi octavo cumpleaños, le pedí a mi madre que invitara a mis amiguitos a casa a merendar. Hasta ahí todo normal. Pero en vez de hacer carreras de sacos o darle a la piñata o cualquier cosa propia de cumpleaños ochentero, obligué a mis invitados a ver “Annie”. Parando el VHS para comentar las escenas más guays. Sí, amigos, yo soy… una friki de Broadway.

¿Cuándo empezó esta tendencia de mi ser? ¿Por qué me eché a llorar cuando me prometieron regalarme la peli de Grease, y como la tienda estaba cerrada tuve que esperar UN DIA para tenerla? ¿Por qué empleé la semana que estuve sin ir al cole por estar mala con las paperas para transcribir –¡¡con máquina de escribir!!- las letras de los subtítulos de West Side Story? ¿Por qué grababa con una grabadora el audio de la tele de las pelis de Disney para tener las canciones en cassette? El friki de Broadway, ¿nace, o se hace? Bueno, mi caso claramente es un born this way, y además implica la evangelización de nuestra religión a la menor oportunidad, y esta, amigos, al fin es mi oportunidad. Así que, dadme mi micro, mi foco, y mi entrada al piano, porque si el friki de Broadway se hace, de esta os juro que os hacéis.

Una foto publicada por Travis Black (@travtrav87) el 21 de Nov de 2016 a la(s) 8:30 PST

¿Que por qué molan los musicales? Déjame que te cuente…

Porque Broadway sabe cómo te sientes, amiga

Olvídate de telenovelas, de realities, de si tu ex te ha hecho una cobra delante de toda España, o si un señor naranja ha sido elegido para el cargo más importante del planeta. No hay drama como el Broadway drama, y hay una canción que refleja exáctamente cómo te estás sintiendo: ¿Tu amigo del que llevas media vida enamorada como una camella se ha colgado de la última que ha llegado al barrio y ahora ni te mira? Hay una canción para eso. ¿Has cruzado una palabra en clase con ese chico que tiene un pelazo y ya estás viendo pasar vuestra futura vida en común por delante de tus ojos? Hay una canción para eso. ¿La gente habla perrerías sobre tu reputación pero les dejas porque es todo fachada para hacerte la dura? También. ¿Y aquella vez que te metiste a novicia pero te enamoraste de un viudo con siete hijos, y chica, no sabías qué hacer? ¡Pues también!

Porque te dan perspectiva para la vida

Vale, lo que sea que te ha pasado es un asco, vale, es SÚPER injusto que te hayan multado por pararte un momento en doble fila, era un segundo, señor agente, se lo juro, PERO, ¿realmente es peor que cuando a Jean Valjean le cayeron 19 años de cárcel por robar un trozo de pan? Y bueno, anoche se te fue un poco la pinza con el Barcelócola y repartiste amor como por esporas en la discoteca, PERO, ¿llegó la cosa hasta tal punto que 18 años después te ves en la boda de tu hija y no sabes cuál de aquellos tres tíos puede ser su padre?  ¿A que no? ¿A que ya te sientes mejor? De nada. (Y si resulta que la cosa SÍ llegó hasta tal punto, nena, espero que sea de Colin Firth). 

  Una foto publicada por Mamma Mia! El Musical (@mammamia_es) el 12 de Dic de 2015 a la(s) 10:00 PST

Porque Broadway fights for your rights

Muy bien que estés ahora a tope en el twitter hablando de reivindicaciones sociales, pero los musicales ya las han cantado prácticamente todas: ¿El VIH? Es el eje central de Rent, que se estrenó en 1994. ¿Los derechos LGBT?, Ahí están los protas de La Cage aux Folles (1983)  Priscilla, Reina del Desierto (1994), Hedwig and the angry inch (1998), y por supuesto The Rocky Horror Picture Show (1973). ¿Segregación racial? Vamos desde cantar el “Old Man River” en ¡1927!, a South Pacific en 1949, a Hairspray en 2002. ¿Todo junto? ¿Lucha racial, lucha de clases, pacifismo, defensa del medio ambiente? Hair. (1968) Con su envoltorio de caramelito, de bailarinas que suben la pierna, y decorados brilli brilli, el teatro musical lleva toda la vida de Dios aprovechando los escenarios para plantear a su público dilemas sociales de toda forma, tipo, tamaño y condición.

Porque no sabes que ya te las sabes

Si te encantaban esas canciones cuando sonaban por la radio, si lo has dado todo en el karaoke con ellas, ¿cómo no te van a encantar en directo? En los tiempos que corren, el verdadero éxito de una banda es que hagan un musical basado en sus canciones. Queen, Abba, Green Day, los Beatles, Mecano, los Hombres G, ¡El Dúo Dinámico!

Una foto publicada por Canco (@canco_drilo) el 7 de Sep de 2016 a la(s) 12:29 PDT

Porque puedes formar tu propia coral polifónica. Contigo mismo

¿Alguna vez has intentado cantar todo el Bohemian Rhapsody tú solo? Ya sabes, GalilEEeeo, GALILEoooooooo, GaliLEO FIGArooooo, MagnificAAaaAAaaAT. Pues eso te parece la canción de los Pajaritos comparado con hacer dos, tres, SEIS voces de un número musical. Porque tú haces todas las voces. No sabes lo que es la plenitud hasta que no intentas el One Day More en la soledad de tu hogar, o de tu coche, haciendo tú todos los personajes, incluso cuando cantan varios a la vez. Y por supuesto, tú también te aplaudes al final. (Es que lo has petado en ese alto, la verdad).

Por tus puntos gafapasteros

¿Quieres quedar de guay en cualquier reunión comentando entre tus amigos cuál es ahora mismo el espectáculo a nivel mundial para el que es más difícil conseguir entradas? (No, no es Beyonce) ¿El último premio Pulitzer de teatro? ¿El récord de nominaciones en la historia de los Tony? ¿La última actuación que organizaron los Obama en la Casa Blanca antes de terminar su mandato? Todo tiene la misma respuesta. Esta.

 

Una foto publicada por Hamilton (@hamiltonmusical) el 3 de Sep de 2016 a la(s) 6:22 PDT

 

Porque cuando se dice que de Broadway salen himnos, no es una forma de hablar

Querido futbolero que nos estás leyendo: agárrate a algo, que lo mismo ahora te va a dar un parraque. ¿Sabes el You´ll never walk alone, el himno del Liverpool? ¿El que te pone los pelos de pollo cuando lo oyes en Anfield, te sube las lágrimas a los ojos, y te hace abrazar a tu colega, que también lo está cantando a tu lado como si le fuera la vida en ello? Pues sí. Sisisí, no es coña, quita esa cara. ¿Que no te lo crees? Es de Carousel, un musical de 1945. Contádselo a vuestro futbolero más cercano. De nada otra vez.

Por Sondheim

¿Cómo que quién es Sondheim? Mira, no tengo tiempo para esto. Yo te digo que ES DIOS, y el resto, tú lo googleas.

Porque no lo digo yo

Vale, igual no te fías mucho de mi opinión, vale que soy una houdini con mucho entusiasmo pero sin mucha influencia. Vale, pues no te fíes de mí. Fíate del Capitán Kirk. De Barney Stinson. De Iñigo Montoya. ¿Tampoco? Leche, ¡fíate de Lobezno!

Porque es para ti. Y para ti también, y para ti

De verdad, de verdad, DE VERDAD, hay un musical para todo el mundo: para llevarte a tus sobris, para la despedida de soltera de tu hermana, para conquistar a tus suegros, para llevarte a tu madre y tu abuela, para hacer reunión de amigas que no os veis desde el cole, o para si hace 18 años se te fue la pinza con el Barcelócola y no sabes cómo decírselo a tu hija que se casa próximamente. Como si sólo escuchas Rock fm, como si sólo escuchas RNE clásica, como si sólo escuchas Radio 3. Como si eres sordo.

Porque no hay trampa ni cartón

No hay efectos digitales, no hay photoshop. Hay músicos tocando en directo y actores cantando en directo, ocho veces por semana, y no importa las veces que lo hayan hecho, cada vez lo hacen dando lo mejor de sí. ¿Lo de la magia de Broadway? No es magia, es talento. Bueno, y un poquito de magia también.

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Y porque si estás leyendo esto, es porque te gusta la cultura, el cine, el teatro, la música. Y si te gusta todo eso ¿cómo no te va a gustar ver una película interpretada en directo, con canciones? Sabes esa gente que dice “Nunca he leído un cómic porque no me gustan los superhéroes”, o “no veo pelis de animación porque son para niños”. ¿Sabes esa cara que estás poniendo ahora mismo, de pensar “¡Pero qué dices!”. Pues es el mismo error que cometes si piensas “No me gustan los musicales, me voy a aburrir, si eso es ver gente cantando todo el tiempo”. No, no te vas a aburrir. Así que espero haberte convencido para que vayas.

Y si no te he convencido, no pasa nada. El sol brillaráaaa, maaañanaaaa…

¿Cuándo empezó esta tendencia de mi ser? ¿Por qué me eché a llorar cuando me prometieron regalarme la peli de Grease, y como la tienda estaba cerrada tuve que esperar UN DIA para tenerla? ¿Por qué empleé la semana que estuve sin ir al cole por estar mala con las paperas para transcribir –¡¡con máquina de escribir!!- las letras de los subtítulos de West Side Story? ¿Por qué grababa con una grabadora el audio de la tele de las pelis de Disney para tener las canciones en cassette? El friki de Broadway, ¿nace, o se hace? Bueno, mi caso claramente es un born this way, y además implica la evangelización de nuestra religión a la menor oportunidad, y esta, amigos, al fin es mi oportunidad. Así que, dadme mi micro, mi foco, y mi entrada al piano, porque si el friki de Broadway se hace, de esta os juro que os hacéis.

Una foto publicada por Travis Black (@travtrav87) el 21 de Nov de 2016 a la(s) 8:30 PST

¿Que por qué molan los musicales? Déjame que te cuente…

Porque Broadway sabe cómo te sientes, amiga

Olvídate de telenovelas, de realities, de si tu ex te ha hecho una cobra delante de toda España, o si un señor naranja ha sido elegido para el cargo más importante del planeta. No hay drama como el Broadway drama, y hay una canción que refleja exáctamente cómo te estás sintiendo: ¿Tu amigo del que llevas media vida enamorada como una camella se ha colgado de la última que ha llegado al barrio y ahora ni te mira? Hay una canción para eso. ¿Has cruzado una palabra en clase con ese chico que tiene un pelazo y ya estás viendo pasar vuestra futura vida en común por delante de tus ojos? Hay una canción para eso. ¿La gente habla perrerías sobre tu reputación pero les dejas porque es todo fachada para hacerte la dura? También. ¿Y aquella vez que te metiste a novicia pero te enamoraste de un viudo con siete hijos, y chica, no sabías qué hacer? ¡Pues también!

Porque te dan perspectiva para la vida

Vale, lo que sea que te ha pasado es un asco, vale, es SÚPER injusto que te hayan multado por pararte un momento en doble fila, era un segundo, señor agente, se lo juro, PERO, ¿realmente es peor que cuando a Jean Valjean le cayeron 19 años de cárcel por robar un trozo de pan? Y bueno, anoche se te fue un poco la pinza con el Barcelócola y repartiste amor como por esporas en la discoteca, PERO, ¿llegó la cosa hasta tal punto que 18 años después te ves en la boda de tu hija y no sabes cuál de aquellos tres tíos puede ser su padre?  ¿A que no? ¿A que ya te sientes mejor? De nada. (Y si resulta que la cosa SÍ llegó hasta tal punto, nena, espero que sea de Colin Firth). 

  Una foto publicada por Mamma Mia! El Musical (@mammamia_es) el 12 de Dic de 2015 a la(s) 10:00 PST

Porque Broadway fights for your rights

Muy bien que estés ahora a tope en el twitter hablando de reivindicaciones sociales, pero los musicales ya las han cantado prácticamente todas: ¿El VIH? Es el eje central de Rent, que se estrenó en 1994. ¿Los derechos LGBT?, Ahí están los protas de La Cage aux Folles (1983)  Priscilla, Reina del Desierto (1994), Hedwig and the angry inch (1998), y por supuesto The Rocky Horror Picture Show (1973). ¿Segregación racial? Vamos desde cantar el “Old Man River” en ¡1927!, a South Pacific en 1949, a Hairspray en 2002. ¿Todo junto? ¿Lucha racial, lucha de clases, pacifismo, defensa del medio ambiente? Hair. (1968) Con su envoltorio de caramelito, de bailarinas que suben la pierna, y decorados brilli brilli, el teatro musical lleva toda la vida de Dios aprovechando los escenarios para plantear a su público dilemas sociales de toda forma, tipo, tamaño y condición.

Porque no sabes que ya te las sabes

Si te encantaban esas canciones cuando sonaban por la radio, si lo has dado todo en el karaoke con ellas, ¿cómo no te van a encantar en directo? En los tiempos que corren, el verdadero éxito de una banda es que hagan un musical basado en sus canciones. Queen, Abba, Green Day, los Beatles, Mecano, los Hombres G, ¡El Dúo Dinámico!

Una foto publicada por Canco (@canco_drilo) el 7 de Sep de 2016 a la(s) 12:29 PDT

Porque puedes formar tu propia coral polifónica. Contigo mismo

¿Alguna vez has intentado cantar todo el Bohemian Rhapsody tú solo? Ya sabes, GalilEEeeo, GALILEoooooooo, GaliLEO FIGArooooo, MagnificAAaaAAaaAT. Pues eso te parece la canción de los Pajaritos comparado con hacer dos, tres, SEIS voces de un número musical. Porque tú haces todas las voces. No sabes lo que es la plenitud hasta que no intentas el One Day More en la soledad de tu hogar, o de tu coche, haciendo tú todos los personajes, incluso cuando cantan varios a la vez. Y por supuesto, tú también te aplaudes al final. (Es que lo has petado en ese alto, la verdad).

Por tus puntos gafapasteros

¿Quieres quedar de guay en cualquier reunión comentando entre tus amigos cuál es ahora mismo el espectáculo a nivel mundial para el que es más difícil conseguir entradas? (No, no es Beyonce) ¿El último premio Pulitzer de teatro? ¿El récord de nominaciones en la historia de los Tony? ¿La última actuación que organizaron los Obama en la Casa Blanca antes de terminar su mandato? Todo tiene la misma respuesta. Esta.

 

Una foto publicada por Hamilton (@hamiltonmusical) el 3 de Sep de 2016 a la(s) 6:22 PDT

 

Porque cuando se dice que de Broadway salen himnos, no es una forma de hablar

Querido futbolero que nos estás leyendo: agárrate a algo, que lo mismo ahora te va a dar un parraque. ¿Sabes el You´ll never walk alone, el himno del Liverpool? ¿El que te pone los pelos de pollo cuando lo oyes en Anfield, te sube las lágrimas a los ojos, y te hace abrazar a tu colega, que también lo está cantando a tu lado como si le fuera la vida en ello? Pues sí. Sisisí, no es coña, quita esa cara. ¿Que no te lo crees? Es de Carousel, un musical de 1945. Contádselo a vuestro futbolero más cercano. De nada otra vez.

Por Sondheim

¿Cómo que quién es Sondheim? Mira, no tengo tiempo para esto. Yo te digo que ES DIOS, y el resto, tú lo googleas.

Porque no lo digo yo

Vale, igual no te fías mucho de mi opinión, vale que soy una houdini con mucho entusiasmo pero sin mucha influencia. Vale, pues no te fíes de mí. Fíate del Capitán Kirk. De Barney Stinson. De Iñigo Montoya. ¿Tampoco? Leche, ¡fíate de Lobezno!

Porque es para ti. Y para ti también, y para ti

De verdad, de verdad, DE VERDAD, hay un musical para todo el mundo: para llevarte a tus sobris, para la despedida de soltera de tu hermana, para conquistar a tus suegros, para llevarte a tu madre y tu abuela, para hacer reunión de amigas que no os veis desde el cole, o para si hace 18 años se te fue la pinza con el Barcelócola y no sabes cómo decírselo a tu hija que se casa próximamente. Como si sólo escuchas Rock fm, como si sólo escuchas RNE clásica, como si sólo escuchas Radio 3. Como si eres sordo.

Porque no hay trampa ni cartón

No hay efectos digitales, no hay photoshop. Hay músicos tocando en directo y actores cantando en directo, ocho veces por semana, y no importa las veces que lo hayan hecho, cada vez lo hacen dando lo mejor de sí. ¿Lo de la magia de Broadway? No es magia, es talento. Bueno, y un poquito de magia también.

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Y porque si estás leyendo esto, es porque te gusta la cultura, el cine, el teatro, la música. Y si te gusta todo eso ¿cómo no te va a gustar ver una película interpretada en directo, con canciones? Sabes esa gente que dice “Nunca he leído un cómic porque no me gustan los superhéroes”, o “no veo pelis de animación porque son para niños”. ¿Sabes esa cara que estás poniendo ahora mismo, de pensar “¡Pero qué dices!”. Pues es el mismo error que cometes si piensas “No me gustan los musicales, me voy a aburrir, si eso es ver gente cantando todo el tiempo”. No, no te vas a aburrir. Así que espero haberte convencido para que vayas.

Y si no te he convencido, no pasa nada. El sol brillaráaaa, maaañanaaaa…

mm
Internet no se acaba, que hay barca pa seguir.