Sentirse en lo más alto del mundo, fundirte con la paz del paisaje blanco, deslizarte cada vez más rápido a bordo de unos esquís, respirar el aire puro. Mmmh, sólo con imaginando, seguro que ya quieres irte.
No hace falta ir a los Alpes para disfrutar de la mejor nieve, no hace falta irse a Suiza para ver los mejores paisajes, no hace falta irte a Austria a ver los mejores lagos. Lo tienes todo aquí, a un ratito en coche (¡o tren!) en los Pirineos Catalanes.

Los Pirineos son una tierra de contrastes, fácilmente se pasa de una preciosa iglesia románica de un valle, a las más modernas instalaciones para esquiadores. De paisajes inavastables con la vista, a pequeños bosques encantadores. De evocadores lagos que parecen espejos a casas rurales con la mejor gastronomía de montaña. De volcanes a osos salvajes y de rafting a museos de historia y arte.
Para recorrer esta tierra de contrastes qué mejor que calzarse unas buenas botas y seguir los más de 3000km de senderos señalizados, o subirse a una BTT y descubrir la naturaleza a dos ruedas por las múltiples Vías Verdes, itinerarios que siguen antiguos trazados de ferrocarriles.

El agua es uno de los grandes protagonistas en el Pirineo Catalán, gracias a ella podemos disfrutar hoy en día de la apabullante belleza del Parque Nacional de Aigüestortes i Estanys de Sant Maurici: la majestuosidad de las altas montañas reflejadas en centenares de lagos.

aiguestorntes

 

Y al final, la gran cordillera acaba con una orquesta de belleza: el Cap de Creus, montañas secas serpenteantes y pequeñas calas en las que a cualquiera le entanta perderse.

Cuenta la leyenda que cuando Dios estaba acabando el mundo sacaba de su saco pequeñas maravillas e iba repartiéndolas y colocándolas por todo el mundo: un poco aquí y otro poquito más allí, para que todas las regiones tuviesen su ración de belleza. Pero cuando estaba en el Norte de Catalunya, se le rompió el saquito y todas las maravillas cayeron juntas, y así, se crearon los Pirineos.

Lo curioso es que cuánto más visitas el Pirineo Catalán más fácil es creerte esta historia. ¡Descúbrelo!

 

Sentirse en lo más alto del mundo, fundirte con la paz del paisaje blanco, deslizarte cada vez más rápido a bordo de unos esquís, respirar el aire puro. Mmmh, sólo con imaginando, seguro que ya quieres irte.
No hace falta ir a los Alpes para disfrutar de la mejor nieve, no hace falta irse a Suiza para ver los mejores paisajes, no hace falta irte a Austria a ver los mejores lagos. Lo tienes todo aquí, a un ratito en coche (¡o tren!) en los Pirineos Catalanes.

Los Pirineos son una tierra de contrastes, fácilmente se pasa de una preciosa iglesia románica de un valle, a las más modernas instalaciones para esquiadores. De paisajes inavastables con la vista, a pequeños bosques encantadores. De evocadores lagos que parecen espejos a casas rurales con la mejor gastronomía de montaña. De volcanes a osos salvajes y de rafting a museos de historia y arte.
Para recorrer esta tierra de contrastes qué mejor que calzarse unas buenas botas y seguir los más de 3000km de senderos señalizados, o subirse a una BTT y descubrir la naturaleza a dos ruedas por las múltiples Vías Verdes, itinerarios que siguen antiguos trazados de ferrocarriles.

El agua es uno de los grandes protagonistas en el Pirineo Catalán, gracias a ella podemos disfrutar hoy en día de la apabullante belleza del Parque Nacional de Aigüestortes i Estanys de Sant Maurici: la majestuosidad de las altas montañas reflejadas en centenares de lagos.

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Y al final, la gran cordillera acaba con una orquesta de belleza: el Cap de Creus, montañas secas serpenteantes y pequeñas calas en las que a cualquiera le entanta perderse.

Cuenta la leyenda que cuando Dios estaba acabando el mundo sacaba de su saco pequeñas maravillas e iba repartiéndolas y colocándolas por todo el mundo: un poco aquí y otro poquito más allí, para que todas las regiones tuviesen su ración de belleza. Pero cuando estaba en el Norte de Catalunya, se le rompió el saquito y todas las maravillas cayeron juntas, y así, se crearon los Pirineos.

Lo curioso es que cuánto más visitas el Pirineo Catalán más fácil es creerte esta historia. ¡Descúbrelo!