Pilar Franco monta películas con piezas de fruta. También es escritora, diseñadora, fotógrafa e Instagramer. Quizá la conozcas por su cuenta personal de Instagram (@piluro), un referente en la comunidad por su mirada minimalista y sus trabajados textos.

Pero es su proyecto paralelo (@fruitslovefilms), en el que disfraza a frutas de personajes del celuloide, el que ha conseguido el like de alguna estrella de Hollywood.

Nos cita en Walden Photography Store & Visual Supplies, una tienda de Malasaña que románticamente lucha por recuperar la tradición de la fotografía analógica.

Blog Houdinis_Pilar Franco

Como Instagramer, aparentemente más familiarizada con la fotografía digital, ¿qué es lo que te atrae a venir un local especializado en fotografía analógica? 

“El romanticismo, supongo. Creo que es súper natural y saludable que un nativo digital disfrute revelando fotos. Tampoco está reñido el libro de toda la vida con el electrónico. ¿Hay que elegir siempre un solo camino? Sería muy aburrido y mucho menos enriquecedor.”

En tus fotografías te podemos ver un día en Berlín, y al siguiente día en Roma o en París. ¿Te da tiempo a deshacer las maletas?

“Mi padre era marino. Siempre he vivido de un sitio para otro. Mi padre era marino y desde pequeña he estado acostumbrada a vivir hoy aquí y mañana allí. Mi infancia la pasé en Cádiz, Galicia, Cartagena… Quizá por eso yo misma cambié de un día para otro mi lugar de trabajo de Madrid a Barcelona… ¡y ahora de nuevo a Madrid!”

Aparte de tu cuenta de Instagram personal, tienes otra en la que disfrazas a frutas de personajes de películas ¿Cómo surgió esta idea?

“En una ocasión el carnaval me pilló desprevenida, bajé a la calle y ya estaba todo el mundo disfrazado. Como yo no tenía nada qué ponerme decidí vestir a las frutas que tenía por casa. Cogí un limón y le puse a interpretar la famosa escena del baño de pétalos de American Beauty. Y un día ¡conseguí un like de Mena Suvari!

Es una cuenta que ahora tengo un poco abandonada y es una pena. Debería retomarla porque comía mucho mejor.”

Hablando de comida, ¿cuáles son tus locales favoritos para llenar la panza en Madrid? 

“Acabo de aterrizar, como quien dice, pero ya me he enamorado de unos cuantos sitios.

De El perro y la galleta (calle de Claudio Coello, 1) me fascinan la iluminación y sus desayunos. Además el personal es muy amable y aceptan perros. Ahora que tengo uno ando todo el rato buscando planes compatibles. No es nada fácil. 

Cerca de la librería Hyperión, un referente para los amantes de la poesía, se encuentra Magasand (Travesía de San Mateo,16). Entre semana está siempre hasta arriba y normalmente hay que compartir mesa, pero son rápidos y la focaccia y el sandwich de roastbeef bien merecen la pena.

En uno de los callejones de Jorge Juan hay un restaurante muy cuco con unos tacos que quitan el hipo: Babelia (Calle Puigcerdá, 7). Al entrar siempre me pasa lo mismo, que voy hecha unos zorros y me siento fuera de lugar (predominan la perla y el traje de chaqueta), pero allí no hacen distinciones. Te tratan como si fueras la reina de Saba, vayas como vayas.

Para el café de después, está muy cerquita Il tavolo verde (calle Vilallar,6). Suele estar tranquilo entre semana y venden unos muebles preciosos. Y la copa de la noche en Kike Keller (calle Corredera Baja de San Pablo, 17) para no perder de vista el arte. ¡Esta ciudad está súper moderna!”

¿Y puedes recomendarnos algún restaurante más de batalla?

“¡Por supuesto! No siempre va a ir una a dejarse el sueldo en un fin de semana. Tengo muy buenos recuerdos de La esquina de Eusebio (Calle de Caramuel, 16). Te pones morado por dos duros gracias a sus pinchos gratis, que están increíbles, y las bandejas permanecen llenas aunque no quepa un alfiler. Es magia.

Los restaurantes Alcaravea  tienen la carta más extensa que conozco, con platos abundantes, super sabrosos y a muy buen precio. Muy recomendable para ir a compartir con amigos.

A los Norte y Sur también me gusta ir a comer buen marisco o un chuletón acompañado de cebolletas. Cuando trabajaba en El Bernabeú iba bastante a El Recuerdo. Ahora tiene las raciones ordenadas en cuatro franjas de precios (raciones de cinco euros, de siete…). Volví la semana pasada y siguen igual de amables.

Por último, Docamar (calle Alcalá, 337), cerca de Ventas, es conocido por tener las mejores bravas de Madrid. Doy fe de ello.

¿Hay algún rincón que sea un oasis para ti en la ciudad?

“La cafetería del Museo del Romanticismo (calle San Mateo, 13) me parece el lugar ideal para sentarte a leer, escribir o reflexionar.”

¿Y algún sitio al que aún no hayas ido pero lo tengas en la lista?

“Sí, me han recomendado mucho el Navaja (calle Valverde, 42) por su cocina y El Imparcial (calle Duque de Alba, 4), que dicen que es precioso.”

Si quieres conocer todos los chivatazos de Pilar Franco, no dudes en visitar Madrid. Y si te han inspirado sus fotografías de viajes, no dejes de visitar las ofertas de viajes en Atrápalo.

Fotos de Aitor Saavedra.

Pero es su proyecto paralelo (@fruitslovefilms), en el que disfraza a frutas de personajes del celuloide, el que ha conseguido el like de alguna estrella de Hollywood.

Nos cita en Walden Photography Store & Visual Supplies, una tienda de Malasaña que románticamente lucha por recuperar la tradición de la fotografía analógica.

Blog Houdinis_Pilar Franco

Como Instagramer, aparentemente más familiarizada con la fotografía digital, ¿qué es lo que te atrae a venir un local especializado en fotografía analógica? 

“El romanticismo, supongo. Creo que es súper natural y saludable que un nativo digital disfrute revelando fotos. Tampoco está reñido el libro de toda la vida con el electrónico. ¿Hay que elegir siempre un solo camino? Sería muy aburrido y mucho menos enriquecedor.”

En tus fotografías te podemos ver un día en Berlín, y al siguiente día en Roma o en París. ¿Te da tiempo a deshacer las maletas?

“Mi padre era marino. Siempre he vivido de un sitio para otro. Mi padre era marino y desde pequeña he estado acostumbrada a vivir hoy aquí y mañana allí. Mi infancia la pasé en Cádiz, Galicia, Cartagena… Quizá por eso yo misma cambié de un día para otro mi lugar de trabajo de Madrid a Barcelona… ¡y ahora de nuevo a Madrid!”

Aparte de tu cuenta de Instagram personal, tienes otra en la que disfrazas a frutas de personajes de películas ¿Cómo surgió esta idea?

“En una ocasión el carnaval me pilló desprevenida, bajé a la calle y ya estaba todo el mundo disfrazado. Como yo no tenía nada qué ponerme decidí vestir a las frutas que tenía por casa. Cogí un limón y le puse a interpretar la famosa escena del baño de pétalos de American Beauty. Y un día ¡conseguí un like de Mena Suvari!

Es una cuenta que ahora tengo un poco abandonada y es una pena. Debería retomarla porque comía mucho mejor.”

Hablando de comida, ¿cuáles son tus locales favoritos para llenar la panza en Madrid? 

“Acabo de aterrizar, como quien dice, pero ya me he enamorado de unos cuantos sitios.

De El perro y la galleta (calle de Claudio Coello, 1) me fascinan la iluminación y sus desayunos. Además el personal es muy amable y aceptan perros. Ahora que tengo uno ando todo el rato buscando planes compatibles. No es nada fácil. 

Cerca de la librería Hyperión, un referente para los amantes de la poesía, se encuentra Magasand (Travesía de San Mateo,16). Entre semana está siempre hasta arriba y normalmente hay que compartir mesa, pero son rápidos y la focaccia y el sandwich de roastbeef bien merecen la pena.

En uno de los callejones de Jorge Juan hay un restaurante muy cuco con unos tacos que quitan el hipo: Babelia (Calle Puigcerdá, 7). Al entrar siempre me pasa lo mismo, que voy hecha unos zorros y me siento fuera de lugar (predominan la perla y el traje de chaqueta), pero allí no hacen distinciones. Te tratan como si fueras la reina de Saba, vayas como vayas.

Para el café de después, está muy cerquita Il tavolo verde (calle Vilallar,6). Suele estar tranquilo entre semana y venden unos muebles preciosos. Y la copa de la noche en Kike Keller (calle Corredera Baja de San Pablo, 17) para no perder de vista el arte. ¡Esta ciudad está súper moderna!”

¿Y puedes recomendarnos algún restaurante más de batalla?

“¡Por supuesto! No siempre va a ir una a dejarse el sueldo en un fin de semana. Tengo muy buenos recuerdos de La esquina de Eusebio (Calle de Caramuel, 16). Te pones morado por dos duros gracias a sus pinchos gratis, que están increíbles, y las bandejas permanecen llenas aunque no quepa un alfiler. Es magia.

Los restaurantes Alcaravea  tienen la carta más extensa que conozco, con platos abundantes, super sabrosos y a muy buen precio. Muy recomendable para ir a compartir con amigos.

A los Norte y Sur también me gusta ir a comer buen marisco o un chuletón acompañado de cebolletas. Cuando trabajaba en El Bernabeú iba bastante a El Recuerdo. Ahora tiene las raciones ordenadas en cuatro franjas de precios (raciones de cinco euros, de siete…). Volví la semana pasada y siguen igual de amables.

Por último, Docamar (calle Alcalá, 337), cerca de Ventas, es conocido por tener las mejores bravas de Madrid. Doy fe de ello.

¿Hay algún rincón que sea un oasis para ti en la ciudad?

“La cafetería del Museo del Romanticismo (calle San Mateo, 13) me parece el lugar ideal para sentarte a leer, escribir o reflexionar.”

¿Y algún sitio al que aún no hayas ido pero lo tengas en la lista?

“Sí, me han recomendado mucho el Navaja (calle Valverde, 42) por su cocina y El Imparcial (calle Duque de Alba, 4), que dicen que es precioso.”

Si quieres conocer todos los chivatazos de Pilar Franco, no dudes en visitar Madrid. Y si te han inspirado sus fotografías de viajes, no dejes de visitar las ofertas de viajes en Atrápalo.

Fotos de Aitor Saavedra.

Jesús Fragoso
Experto en encontrar vídeos de Youtube con máster en Tumblr. Me podrás encontrar en los bares hablando con la boca llena y en la comisaría renovándome (otra vez) el DNI.