¿Para descansar? Una casa rural
Cuando llevas mucho tiempo en la ciudad, aunque seas un urbanita convencido, empiezas a echar de menos el contacto con la naturaleza, el silencio y ese aire sin humos de autobuses, taxis y coches.
Muchos nos hemos olvidado de cómo es pasear sin recibir un claxonazo o ser casi-atropellado por una bici. ¡Hasta algunos niños se piensan que las lechugas vienen del supermercado!
Para evitar la locura cada cierto tiempo deberíamos reencontrarnos con la vida campestre, descubrir la naturaleza o recordar la libertad de la infancia. Quedarse hasta recargar las pilas o hasta volver a apreciar el hormigón.
¿Cuánto hace que no huyes de la ciudad? ¿Quieres hacerle un regalo a tus oídos con el silencio sólo roto por el cantar de los pájaros, los gallos y las campanas del pueblo? ¿Tomar una gran bocanada de aire puro e intentar conservarla? Los riachuelos escondidos en el bosque y los largos paseos en rincones con encanto están más cerca de lo que parece.
Es tan fácil como organizar un fin de semana en una casa rural. Muchas de ellas ofrecen tratamientos spa o terapias naturales, actividades naturales como ordeñar una vaca o dar largos paseos en bici sin ver otro ser humano.
Se puede elegir entre quedarse en una casa, en un hotel rural, con la familia o alquilar un hogar entero. También encuentras tipo cabaña y hasta la posibilidad de alojarse en un monasterio.
Hay para todos los gustos y en Atrápalo fácilmente encontrarás casas rurales por España, Francia, Portugal, Italia, Bélgica, Andorra y hasta Dinamarca. Tan sólo se tiene que especificar la zona elegida, seleccionar el tipo de alojamiento y el rango de precio. Obtendrás un listado de todas las casas rurales disponibles para la fecha y la provincia de tu escapada.
¿Estás preparado para recordar tus orígenes como especie? ¡No te olvides el anti-mosquitos y unas buenas zapatillas deportivas! Notarás el relax al volver.
Cuando llevas mucho tiempo en la ciudad, aunque seas un urbanita convencido, empiezas a echar de menos el contacto con la naturaleza, el silencio y ese aire sin humos de autobuses, taxis y coches.
Muchos nos hemos olvidado de cómo es pasear sin recibir un claxonazo o ser casi-atropellado por una bici. ¡Hasta algunos niños se piensan que las lechugas vienen del supermercado!
Para evitar la locura cada cierto tiempo deberíamos reencontrarnos con la vida campestre, descubrir la naturaleza o recordar la libertad de la infancia. Quedarse hasta recargar las pilas o hasta volver a apreciar el hormigón.
¿Cuánto hace que no huyes de la ciudad? ¿Quieres hacerle un regalo a tus oídos con el silencio sólo roto por el cantar de los pájaros, los gallos y las campanas del pueblo? ¿Tomar una gran bocanada de aire puro e intentar conservarla? Los riachuelos escondidos en el bosque y los largos paseos en rincones con encanto están más cerca de lo que parece.
Es tan fácil como organizar un fin de semana en una casa rural. Muchas de ellas ofrecen tratamientos spa o terapias naturales, actividades naturales como ordeñar una vaca o dar largos paseos en bici sin ver otro ser humano.
Se puede elegir entre quedarse en una casa, en un hotel rural, con la familia o alquilar un hogar entero. También encuentras tipo cabaña y hasta la posibilidad de alojarse en un monasterio.
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