En Cracovia no hay nada que ver y eso es un hecho. No hace falta ir porque no hay nada que visitar, la comida es terrible y todo es carísimo. Por eso no te recomiendo pasarte por esa ciudad a orillas del Vístula. Tiene demasiado encanto y demasiada magia. Puede que sea uno de los lugares más sorprendentes de Europa. Pero, oye, ni se te ocurra acercarte.

Wikipedia dixit: “Cracovia es la segunda ciudad más importante de Polonia y fue declarada patrimonio de la humanidad en 1978″. De todas formas Wikipedia no es ninguna fuente fiable. Yo no la consulto nunca, jamás.

Cracovia es terrible porque es como una casa de muñecas gigante. En plan locura, con todo del renacimiento, barroco y gótico, sus castillos gigantes y hasta dragones que echan fuego por la boca (real fact).

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La arquitectura de Cracovia

En Cracovia, el centro histórico es como cualquier otro, solo que este es Patrimonio de la Humanidad. Tiene una plaza que los polacos llaman Rynek Główny w Krakowie y que sería algo así como “Plaza del Mercado de Cracovia”. Unos cuantos edificios gigantes y una torre que pertenecía al antiguo ayuntamiento. Hay que subir escalones para ver un skyline que no tiene edificios, pero sí mucho que admirar. 110 escalones de piedra. 110 escalones con alturas dispares que te obligan a subir a gatas. Y vale todo la pena.

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Wikipedia dixit: “Cracovia es la segunda ciudad más importante de Polonia y fue declarada patrimonio de la humanidad en 1978″. De todas formas Wikipedia no es ninguna fuente fiable. Yo no la consulto nunca, jamás.

Cracovia es terrible porque es como una casa de muñecas gigante. En plan locura, con todo del renacimiento, barroco y gótico, sus castillos gigantes y hasta dragones que echan fuego por la boca (real fact).

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La arquitectura de Cracovia

En Cracovia, el centro histórico es como cualquier otro, solo que este es Patrimonio de la Humanidad. Tiene una plaza que los polacos llaman Rynek Główny w Krakowie y que sería algo así como “Plaza del Mercado de Cracovia”. Unos cuantos edificios gigantes y una torre que pertenecía al antiguo ayuntamiento. Hay que subir escalones para ver un skyline que no tiene edificios, pero sí mucho que admirar. 110 escalones de piedra. 110 escalones con alturas dispares que te obligan a subir a gatas. Y vale todo la pena.

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Cuando no sé algo, lo aprendo. Gastrónoma, seriéfila, viajera platónica y marinera. Leo tantas cosas que he perdido la cuenta. La banda sonora de mi vida la compusieron las Spice Girls en los 90s. Practico la religión Disney y prefiero el doblaje latino de La Sirenita. Ahora vivo en Madrid, pero como decía Pedro Guerra "mi casa está en el mar, con siete puertas".