Todos conocemos los musicales pasados de rosca. Grandes cuerpos de baile, lentejuelas, actores disfrazados de animales, canciones ya conocidas por todos… Fun Home no tiene nada que ver con esto, pero es igual de bueno y saldrás cantando igual.
¿Has oído hablar del Test de Bechdel? Según este test, una guion de una serie, película, cómic… debe cumplir 3 básicos para no caer en la brecha de género. Estos requisitos son: que aparezcan al menos dos personajes femeninos; que estos dos personajes interaccionen entre ellos en algún momento; y que la conversación que tengan trate de algo distinto a un hombre. Aplicando estos indicadores a, por ejemplo, una película, es fácil reconocer la de personajes femeninos con papeles meramente anecdóticos que nos encontramos. Con este test, Alison Bechdel cambió mi forma de ver películas. Ahora ha cambiado también la de ver musicales.
Una familia tragicómica que canta
Curiosamente, Fun Home no cumple el Test de la propia Bechdel. Este exitoso musical -que por fin podemos ver en Barcelona– es una obra autobiográfica que explora la relación de la autora con su padre. Los puntos fuertes serán la incapacidad del padre de asumir su propia homosexualidad y sus problemas para aceptar la de su hija.
Cuando vas a una obra ya conociéndola no esperas mucha sorpresa, pero esta vez estaba equivocada. El Teatre Condal, del Grup Focus, este año apuesta totalmente por el teatro musical con el lanzamiento del Proyecto Onyric, y eso se nota. Para empezar músicos en escena y un reparto de lujo donde los niños están al nivel de los adultos, cosa que no siempre es fácil. Además, una adaptación al catalán de las canciones que no te hace rechinar los dientes –qué maravilla que no parezca el doblaje de Sabrina, cosas de brujas-. y una escenografía que merece capítulo aparte.
Dejadme jugar con ese decorado
¿Te acuerdas de pequeños los libros que al pasar las páginas se levantaba una casa o un castillo? ¿Y el juego de mesa de la Herencia de Tía Ágata lleno de trampas y trampillas que se abrían y cerraban? Vale, pues ahora imagínatelo como una gran escenografía que representa una casa en la que las habitaciones aparecen y desaparecen, los muebles se transforman y las ventanas y puertas se intercambian entre sí. Si la historia nos lleva a la infancia de Alison Bechdel, a mí me llevó a la mía cuando me quedé alucinada con semejante puesta en escena. Como decía, nada que envidiar a Broadway.
Voces de lujo
Volviendo a lo estrictamente musical, Mariona Castillo nos conduce por la historia como la Alison adulta que reflexiona sobre la relación con su padre, un increíble Daniel Anglès, responsable además de la adaptación al catalán y la dirección. El reparto principal se completa con la increíble voz de Pilar Capellades, como la madre, y Clara Solé, impresionante Alison joven que nos hace vivir su descubrimiento sexual conmoviéndonos casi como si fuese el nuestro.
La cosa sigue con Onyric
Salí del teatro flipando y con las típicas ganas que te dejan los buenos musicales de ir cantando por la calle, el camarero al que le canté mi cena da fe de ello. Así que cuando me enteré que Fun Home era solo el comienzo del Proyecto Onyric no pude emocionarme más.
Daniel Anglés, el padre en Fun Home, dirige este ciclo de Focus que pretende hacer del Teatre Condal “la sede del musical en Barcelona”. Musicales como este Fun Home, conciertos de grandes voces, magia del ahora televisivo Mag Lari o historias poco conocidas como la de Paquito Forever; siempre con la idea del musical de fondo. Yo no sé vosotros, pero yo estoy empezando ya a calentar las cuerdas vocales para el posfunción.
