Esta mañana he vuelto a escuchar la frasecita de “no se puede decir nada, por miedo a ser machista” y, lo siento, pero me han cargado las tintas  para escribir.

A menudo sale alguna noticia que nos hace reflexionar, o al menos hablar en el bar, sobre el machismo y los archiconocidos micromachismos -que a veces dan más miedo que el primero, porque pasan desapercibidos y, lo que es peor, están aceptados por todo el mundo, por llevar entre nosotros demasiado tiempo (como Cuéntame cómo pasó o Anatomía de Grey)-. El mes pasado se habló mucho de Serena Williams y de cómo perdió su US Open por “una decisión machista”, y la controversia, que nunca se había ido del todo, volvió a erupcionar.

Este mes no sabemos todavía de qué noticia (supuestamente o no) machista hablaremos, pero si no hay polémica, de lo que casi seguro no nos libramos es de alguien diciendo eso de “hoy en día no se puede decir nada por miedo a ser machista” o, lo que es peor, cosas como “ya no se puede soltar ni un piropo a una compañera de trabajo o a una chica por la calle”. Ojo, que se me colapsa la alerta de (micro)machismos.

micromachismos

Así que hoy traigo algunos tips que pueden ayudar a muchos y también a muchas a aclarar las ideas, y sobre todo a evitar esos gestos que hacemos a diario (servidora incluida, así que aceptamos propuestas). Antes de nada, si necesitas ayuda para ver si tu subconsciente es como un señor antiguo con bigote y un poquito machista, puedes intentar resolver el acertijo de “la eminencia médica. Ya me dirás qué te sale, porque, como te he dicho, los micromachismos llevan haciendo mucho daño desde que naciste.

Una vez hecho el análisis de desperfectos estructurales, el siguiente paso es informarse, para lo que hoy en día tenemos muchas alternativas online. Una de ellas es el blog y el Twitter de Micromachismos, donde la gente comparte aspectos del día a día que en un principio no creerías que son discriminatorios, como por ejemplo, que los cambiadores de bebé estén en el baño de mujeres. Que, oye, está muy bien que todas podamos atender a nuestros hijos en un baño público, pero ¿solo nosotras podemos/debemos hacerlo? No te lo habías planteado, ¿verdad? Vale que no es tan catastrófico como lo de “¿dónde vas así vestida?”, “eres muy graciosa, para ser tía” o “las señoritas no se comportan así”, pero poco a poco va dejando huella.

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©Nosotros II

También tenemos ponencias inspiradoras, como las charlas TED, y vídeos muy apetecibles, como los de “Feminismo para torpes”, con los que puedes echarte unas risas y reflexionar un poco (aunque no son para todos). También los vídeos educativos del proyecto Nosotros II, que están pensados y creados para llegar a las nuevas generaciones, que son los que de verdad harán que pasen de moda los conceptos “machismo”, “feminazis” y demás. Este proyecto lleva a las aulas de ESO y Bachillerato su mini serie con el mensaje de “no cambies nunca por nadie”, al más puro estilo Fangoria, “y mucho menos si es por gustar a un hombre”.

Así que, si ves (y te quejas de) que hoy en día todo es machista, puede que la clave sea dejar de hacer cosas discriminatorias a diario, cambiar tu actitud y formar a los jóvenes libres y sin prejuicios. Llegará un día en que los teenegers del futuro no encuentren sentido a las canciones de Alaska, ni al enfado de Serena Williams.


*El Redondeo Solidario de Atrápalo del mes de octubre se destina a la Fundació Montblanc y su proyecto educativo Nosotros II. Si quieres conocer más formas de hacer un mundo mejor o tienes ideas que quieras compartirnos, escríbenos a atrapalosocial@atrapalo.com.

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Me gustan los superhéroes de carne y hueso, que luchan por restablecer el equilibrio y llevar luz a los rincones donde reina la oscuridad. Busco aliados que se sumen a mi causa todos los meses, porque la tierra gira sola, pero el mundo lo hacemos girar nosotros.