Es una mañana de domingo en La Latina. El Rastro está en su hora punta y he quedado por allí con Mercedes Bellido. Tras vivir los mejores años de su vida en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, Mercedes se está haciendo un hueco en la escena artística de Madrid con sus pinturas e ilustraciones.

Marcas como Reebok, Absolut o Urban Outfitters ya han llamado a su puerta interesadas por sus misteriosos bodegones, plagados de simbología.

Entramos en el Molar (calle Ruda, 19), un local especializado en cómics y discos, y antiguamente también una cafetería. Mercedes va en búsqueda de una antología de Hellboy para su hermano pero finalmente no se resiste a hacerse un autoregalo. Irónicamente es “El cazador cazado” de Moebius.  

“Moebius siempre ha sido para mí un referente muy claro por sus horizontes infinitos y el uso de los colores pastel. Colores que también he mamado mucho de Hockney, aunque en mi obra hay otras muchas referencias, desde la alquimia a la cultura pop.”

¿Qué otros sitios de Madrid, aparte del Molar, te molan para inspirarte?

“El Prado o el Thyssen. Es imposible visitarlos sin nutrirse de arte barroco. Acabas cogiendo bodegón flamenco y español por un tubo.” 

¿Y del Rastro, con qué te quedas?

“Me gusta mucho visitar tiendas de decoración como La Recova (plaza General Vara de Rey, 7) o IKB191 (Arganzuela, 18) y ponerme los dientes largos con muebles de estilo nórdico que no me puedo permitir. Pero creo que lo que más me gusta es el vermut de después.”

Hay un chotis que dice que “el que viene de fuera y bebe a pitorro, a los dos meses vive como si hubiera nacido en Cascorro” ¿Cuál es tu rincón favorito de la ciudad para empinar el codo?

“Mis sitios clave son el Sidi (calle de Colón, 18), que es un clásico para empezar la noche y El Filete Ruso (calle San Bernardino, 15), que lo acaban de abrir. Si hace buen tiempo, la terraza de El viajero (Plaza de la Cebada, 11) está genial para tomar algo al fresco. Y para beber copas baratas, descubrí por casualidad El Imperfecto y a cada persona que viene de visita la llevo allí.”

¿Hay bares en los que además te den bien de comer?

“Los hay con comida de verdad, como La Casa del Lacón (calle de Manuel Fernández y González, 8). De hecho, allí recordé que las patatas son de color amarillo y no blanquecino.

Y hablando de patatas, si quieres probar la mejor tortilla de Madrid tienes que acercarte a Serrano, a Casa Dani (Calle Lagasca 49 o Claudio Coello 58). Tienen una tortilla como a mí me gusta: saladita, un pelín cruda y con la cebolla confitada a fuego lento. Está tan rica que la venden en cajas para llevar, como las pizzas.

[redbox text=”Y hablando de patatas, si quieres probar la mejor tortilla de Madrid tienes que acercarte a Serrano, a Casa Dani.” position=”right”]

Ya fuera de Madrid, si visitas Cuenca no debes dejar de ir al Olea (calle Colón, 54). Tienen una carta que es una locura y que cambia cada cierto tiempo. Siempre que voy por allí, me acerco a probar qué se han inventado esta vez.”

¿Cuál es tu último hallazgo de Madrid? ¿Hay algún sitio que no quieres que conozca nadie más para que no se abarrote?

“Últimamente me he vuelto asidua al Trébol (calle Abades, 24), es un bar ideal para terminar la jornada de Rastro. Está siempre hasta arriba así que da igual si lo conoce alguien más. Y es normal que lo esté porque el vermut de grifo está muy rico y las raciones son como la comida de tu madre: Migas, empanadillas, albóndigas…

Del Bar Almería (calle de Aguas, 9) también soy asidua por las tostas de morcilla y por el ciervo. Y además los camareros son muy majos, que es algo que valoro mucho.”

¿Hay algún plan que no quieres perderte este 2016?

“Tengo que visitar la exposición de Hito Steyerl en el Reina Sofía porque no paran de recomendármela.” 

Está claro que Madrid es una ciudad en la que puedes empaparte de cultura y de cerveza a partes iguales. Si eres de fuera, hazte una escapada para conocer todas las recomendaciones de Mercedes Bellido.

Fotos de Aitor de Walden.

Marcas como Reebok, Absolut o Urban Outfitters ya han llamado a su puerta interesadas por sus misteriosos bodegones, plagados de simbología.

Entramos en el Molar (calle Ruda, 19), un local especializado en cómics y discos, y antiguamente también una cafetería. Mercedes va en búsqueda de una antología de Hellboy para su hermano pero finalmente no se resiste a hacerse un autoregalo. Irónicamente es “El cazador cazado” de Moebius.  

“Moebius siempre ha sido para mí un referente muy claro por sus horizontes infinitos y el uso de los colores pastel. Colores que también he mamado mucho de Hockney, aunque en mi obra hay otras muchas referencias, desde la alquimia a la cultura pop.”

¿Qué otros sitios de Madrid, aparte del Molar, te molan para inspirarte?

“El Prado o el Thyssen. Es imposible visitarlos sin nutrirse de arte barroco. Acabas cogiendo bodegón flamenco y español por un tubo.” 

¿Y del Rastro, con qué te quedas?

“Me gusta mucho visitar tiendas de decoración como La Recova (plaza General Vara de Rey, 7) o IKB191 (Arganzuela, 18) y ponerme los dientes largos con muebles de estilo nórdico que no me puedo permitir. Pero creo que lo que más me gusta es el vermut de después.”

Hay un chotis que dice que “el que viene de fuera y bebe a pitorro, a los dos meses vive como si hubiera nacido en Cascorro” ¿Cuál es tu rincón favorito de la ciudad para empinar el codo?

“Mis sitios clave son el Sidi (calle de Colón, 18), que es un clásico para empezar la noche y El Filete Ruso (calle San Bernardino, 15), que lo acaban de abrir. Si hace buen tiempo, la terraza de El viajero (Plaza de la Cebada, 11) está genial para tomar algo al fresco. Y para beber copas baratas, descubrí por casualidad El Imperfecto y a cada persona que viene de visita la llevo allí.”

¿Hay bares en los que además te den bien de comer?

“Los hay con comida de verdad, como La Casa del Lacón (calle de Manuel Fernández y González, 8). De hecho, allí recordé que las patatas son de color amarillo y no blanquecino.

Y hablando de patatas, si quieres probar la mejor tortilla de Madrid tienes que acercarte a Serrano, a Casa Dani (Calle Lagasca 49 o Claudio Coello 58). Tienen una tortilla como a mí me gusta: saladita, un pelín cruda y con la cebolla confitada a fuego lento. Está tan rica que la venden en cajas para llevar, como las pizzas.

[redbox text=”Y hablando de patatas, si quieres probar la mejor tortilla de Madrid tienes que acercarte a Serrano, a Casa Dani.” position=”right”]

Ya fuera de Madrid, si visitas Cuenca no debes dejar de ir al Olea (calle Colón, 54). Tienen una carta que es una locura y que cambia cada cierto tiempo. Siempre que voy por allí, me acerco a probar qué se han inventado esta vez.”

¿Cuál es tu último hallazgo de Madrid? ¿Hay algún sitio que no quieres que conozca nadie más para que no se abarrote?

“Últimamente me he vuelto asidua al Trébol (calle Abades, 24), es un bar ideal para terminar la jornada de Rastro. Está siempre hasta arriba así que da igual si lo conoce alguien más. Y es normal que lo esté porque el vermut de grifo está muy rico y las raciones son como la comida de tu madre: Migas, empanadillas, albóndigas…

Del Bar Almería (calle de Aguas, 9) también soy asidua por las tostas de morcilla y por el ciervo. Y además los camareros son muy majos, que es algo que valoro mucho.”

¿Hay algún plan que no quieres perderte este 2016?

“Tengo que visitar la exposición de Hito Steyerl en el Reina Sofía porque no paran de recomendármela.” 

Está claro que Madrid es una ciudad en la que puedes empaparte de cultura y de cerveza a partes iguales. Si eres de fuera, hazte una escapada para conocer todas las recomendaciones de Mercedes Bellido.

Fotos de Aitor de Walden.

Jesús Fragoso
Experto en encontrar vídeos de Youtube con máster en Tumblr. Me podrás encontrar en los bares hablando con la boca llena y en la comisaría renovándome (otra vez) el DNI.