Había entrado en vigor la ley antitabaco. De repente, se había acabado sufrir en los locales por si los pulmoncitos de los bebés se llenaban de humo tóxico y su mantita llegaba a casa oliendo al primo trasnochado y malote de Mimosín.

Los padres primerizos, que ya tenían una edad y estaban acostumbrados a moverse, no estaban dispuestos a quedarse en casa en la época de los festivales y pleno apogeo de ofertas gastronómicas. Y una chica intentaba conciliar la vida laboral con la maravillosa (que sí, que hoy toca hablar en estos términos) aventura de ser madre.

Barcelona se había abierto a los papás y mamás con cochecitos, pero no sabían hacia dónde conducirlos. Por suerte, Mavi Villatoro acababa de estrenar maternidad, tenía espíritu emprendedor y un objetivo: encontrar lugares, productos y servicios para la familia en la ciudadEn el 2011, ponía en marcha, junto a Sarah Lages, Mammaproof, un blog (más que un blog) de recomendaciones para disfrutar y sacar el máximo jugo de la urbe con la tribu (así es como la llaman) y “con una misión social: hacer de la ciudad un lugar amable”. Hoy, esta guía completísima se ha convertido en un referente para padres y madres (y debo añadir, tíos y tías) que quieren conocer, sobre todo, la oferta de Barcelona y Madrid o busquen escaparse de ellas.

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En el co-working también hay sitio para niños

Quedamos con Mavi en uno de los sitios que quiere soplarnos, el Bistrot de Valkiria Hub Space (Carrer Pujades, 126), el restaurante del coworking donde está instalado el cuartel general de Mammaproof. Aunque hace ocho años que se plantó en Barcelona y, anteriormente, había pasado ocho más en París, conserva el acento de su Huelva natal. Y, tal vez, de allí también venga la tranquilidad que transmite.

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El local le sirve de ejemplo a Mavi para demostrar que los niños no solo tienen el derecho, sino que pueden encajar perfectamente en cualquier parte si uno quiere. “Se trata de empatía”. En el Bistrot es fácil ver adultos haciendo negocios compartiendo mesa con mamás que han quedado para desayunar con su prole.

Family Welcome o la triple A

Mavi y las gabardinas amarillas (nombre que recibe el equipo de colaboradoras) aportan a Mammaproof contenido vivencial. Prueban y analizan los establecimientos en función del código de la triple A: Accesibilidad, Amabilidad y Atención especial. “Es decir, que puedas entrar con el cochecito, que haya tolerancia por parte del servicio y tronas, una menú adecuado y cambiador”. Mavi sabe que “cuando a un niño le das una atención, se comporta”. Cuando un local cumple las tres A, recibe el distintivo “Family Welcome”. “Lo del sello de calidad era un sueño que tenía y que he podido hacer realidad”.

La revolución del menú infantil

[redbox text=”Todos, restauradores y padres, tenemos que hacer un cambio cultural. Podemos empezar con la bebida: en las comidas que sea agua.” position=”right”]

Todos los años, Mammaproof plantea una pequeña campaña para hacer un cambio social. La de este, es acabar con el menú infantil de sucedáneo de pollo refrito con patatas congeladas y macarrones con salsa de lata. “Cuando yo era pequeña, los restaurantes no tenían estos menús para niños. Es un tema de negocio. En Francia los niños comen de todo.” Con la etiqueta y la guía #Foodiekids pretenden localizar y concienciar los restaurantes para que apuesten por una comida sana como en el Sopa (Carrer de Roc Boronat, 114). ¿¡Cómo?! ¿Un restaurante vegetariano con opción vegana? “Me encanta. En el Sopa no te das cuenta de que no estás comiendo carne ni pescado”. Ya, pero es que lo del plato de macarrones… “También lo tienen en la carta, pero la salsa de tomate es casera.” “Todos, restauradores y padres, tenemos que hacer un cambio cultural. Podemos empezar con la bebida: en las comidas que sea agua”.

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Reivindicando Poblenou

Mavi, periodista y diseñadora de formación, vive en Poblenou y ha visto cómo en los últimos años el barrio ha sufrido una transformación que lo ha convertido en una zona mucho más amable para salir en familia. Además del Valkiria y el Sopa, nos recomienda el Monopol (Rambla del Poblenou, 74). “Este es ideal para niños mayores, ya que tiene futbolín, terraza y la comida está muy buena”. También propone ir de tapeo con los peques al 58 (Rambla del Poblenou, 58). “Un bar de tapas excelente. Todo el producto es fresco y se nota”.

La hora de la merienda

Para ir por las mañanas o las tardes, nos lleva a la granja La Nena (Carrer Ramon y Cajal, 36). “El modelo viene de París. Un lugar que tiene en cuenta las necesidades de los niños”, pero también de las personas que no tienen hijos y que quieren disfrutar de un chocolate a la taza. “Como era una antigua vaquería, no tenían permiso para vender alcohol y esto condicionó el negocio de forma muy positiva dando lugar a una propuesta excelente”. Para un brunch de fin de semana, recomienda el Tonka (Carrer del Marquès de Campo Sagrado, 2) donde los domingos se habilita un espacio de juegos. En el Nabibi (Carrer de Marià Aguiló, 61) “se come muy bien y 100% biológico”. Aquí tienen mesas bajitas y lavabos “tamaño mini” para todas las edades y alturas. Los zumos que sean hechos al momento En Contacacau (Carrer de Londres, 70).

Espacio para los dulces

Si le preguntamos por chucherías, Mavi no se escandaliza, al contrario, nos recomienda Çukor (Carrer de Verdi, 58). Es una tienda de golosinas saludables y artesanales donde también organizan talleres. Si le preguntamos por helados, nos lleva hasta la propuesta ecológica de Bodevici (Carrer de Torrijos, 21). Si le preguntamos por un programa de tele, no responde, “no tenemos televisor en casa”.

Sin gastarse ni un céntimo

No todo es ir de restaurantes en Barcelona, uno también puede prepararse sus emparedados saludables e ir con la tribu (sí, a estas alturas de la conversación ya digo “tribu” y estoy a esto de ir al H&M a ver si tienen gabardinas amarillas) a unos de los lugares que destaca Mavi. “En el Parc de la Ciutadella hay un parque infantil para niños de 0 a 3 años. Dentro, hay una ludoteca medioambiental donde dos educadoras proponen talleres y actividades en el huerto. Es el Harvard de la crianza respetuosa. Deberíais ver las meriendas súper curradas que llevan los padres”.

Y ahora resulta que les va la música clásica

En el Artte (Muntaner, 83C) se come, pero Mavi lo destaca por los conciertos de música clásica que programan durante el mes de diciembre para las familias. “La salas son preciosas. Ves el panorama y piensas: aquí no me meto con un niño, pero ellos tienen un espíritu tan abierto… La experiencia es genial”. Y añade: “Lo peor que puedes hacer con un niño es llevarle a un parque de bolas”.

Salir sin niños

Que sí, que ser mamá es genial y lo queremos vivir a tope, pero hasta Mavi de vez en cuando sale sin su hijo. “Con una amiga nos encanta ir los domingos a las Jam sessions del bar del Taller de músics (JazzSí club). El local es muy pequeño para ir con niños y, además, igual algún día si me animo a subir a cantar…” Lo entendemos, Mavi, hay cosas que los hijos no hace falta que vean hacer a sus padres.

No puede evitar volver a Poblenou. Recomienda las rutas por locales alternativos de la Open Night de Poblenou, así como dos coctelerías “guays” del mismo barrio: Madame Jasmin (Rambla del Raval, 22) y Balius (Carrer de Pujades, 196).     

Fotos de Esther Navalón.

Los padres primerizos, que ya tenían una edad y estaban acostumbrados a moverse, no estaban dispuestos a quedarse en casa en la época de los festivales y pleno apogeo de ofertas gastronómicas. Y una chica intentaba conciliar la vida laboral con la maravillosa (que sí, que hoy toca hablar en estos términos) aventura de ser madre.

Barcelona se había abierto a los papás y mamás con cochecitos, pero no sabían hacia dónde conducirlos. Por suerte, Mavi Villatoro acababa de estrenar maternidad, tenía espíritu emprendedor y un objetivo: encontrar lugares, productos y servicios para la familia en la ciudadEn el 2011, ponía en marcha, junto a Sarah Lages, Mammaproof, un blog (más que un blog) de recomendaciones para disfrutar y sacar el máximo jugo de la urbe con la tribu (así es como la llaman) y “con una misión social: hacer de la ciudad un lugar amable”. Hoy, esta guía completísima se ha convertido en un referente para padres y madres (y debo añadir, tíos y tías) que quieren conocer, sobre todo, la oferta de Barcelona y Madrid o busquen escaparse de ellas.

Mamaproof017

En el co-working también hay sitio para niños

Quedamos con Mavi en uno de los sitios que quiere soplarnos, el Bistrot de Valkiria Hub Space (Carrer Pujades, 126), el restaurante del coworking donde está instalado el cuartel general de Mammaproof. Aunque hace ocho años que se plantó en Barcelona y, anteriormente, había pasado ocho más en París, conserva el acento de su Huelva natal. Y, tal vez, de allí también venga la tranquilidad que transmite.

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Mamaproof011

El local le sirve de ejemplo a Mavi para demostrar que los niños no solo tienen el derecho, sino que pueden encajar perfectamente en cualquier parte si uno quiere. “Se trata de empatía”. En el Bistrot es fácil ver adultos haciendo negocios compartiendo mesa con mamás que han quedado para desayunar con su prole.

Family Welcome o la triple A

Mavi y las gabardinas amarillas (nombre que recibe el equipo de colaboradoras) aportan a Mammaproof contenido vivencial. Prueban y analizan los establecimientos en función del código de la triple A: Accesibilidad, Amabilidad y Atención especial. “Es decir, que puedas entrar con el cochecito, que haya tolerancia por parte del servicio y tronas, una menú adecuado y cambiador”. Mavi sabe que “cuando a un niño le das una atención, se comporta”. Cuando un local cumple las tres A, recibe el distintivo “Family Welcome”. “Lo del sello de calidad era un sueño que tenía y que he podido hacer realidad”.

La revolución del menú infantil

[redbox text=”Todos, restauradores y padres, tenemos que hacer un cambio cultural. Podemos empezar con la bebida: en las comidas que sea agua.” position=”right”]

Todos los años, Mammaproof plantea una pequeña campaña para hacer un cambio social. La de este, es acabar con el menú infantil de sucedáneo de pollo refrito con patatas congeladas y macarrones con salsa de lata. “Cuando yo era pequeña, los restaurantes no tenían estos menús para niños. Es un tema de negocio. En Francia los niños comen de todo.” Con la etiqueta y la guía #Foodiekids pretenden localizar y concienciar los restaurantes para que apuesten por una comida sana como en el Sopa (Carrer de Roc Boronat, 114). ¿¡Cómo?! ¿Un restaurante vegetariano con opción vegana? “Me encanta. En el Sopa no te das cuenta de que no estás comiendo carne ni pescado”. Ya, pero es que lo del plato de macarrones… “También lo tienen en la carta, pero la salsa de tomate es casera.” “Todos, restauradores y padres, tenemos que hacer un cambio cultural. Podemos empezar con la bebida: en las comidas que sea agua”.

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Reivindicando Poblenou

Mavi, periodista y diseñadora de formación, vive en Poblenou y ha visto cómo en los últimos años el barrio ha sufrido una transformación que lo ha convertido en una zona mucho más amable para salir en familia. Además del Valkiria y el Sopa, nos recomienda el Monopol (Rambla del Poblenou, 74). “Este es ideal para niños mayores, ya que tiene futbolín, terraza y la comida está muy buena”. También propone ir de tapeo con los peques al 58 (Rambla del Poblenou, 58). “Un bar de tapas excelente. Todo el producto es fresco y se nota”.

La hora de la merienda

Para ir por las mañanas o las tardes, nos lleva a la granja La Nena (Carrer Ramon y Cajal, 36). “El modelo viene de París. Un lugar que tiene en cuenta las necesidades de los niños”, pero también de las personas que no tienen hijos y que quieren disfrutar de un chocolate a la taza. “Como era una antigua vaquería, no tenían permiso para vender alcohol y esto condicionó el negocio de forma muy positiva dando lugar a una propuesta excelente”. Para un brunch de fin de semana, recomienda el Tonka (Carrer del Marquès de Campo Sagrado, 2) donde los domingos se habilita un espacio de juegos. En el Nabibi (Carrer de Marià Aguiló, 61) “se come muy bien y 100% biológico”. Aquí tienen mesas bajitas y lavabos “tamaño mini” para todas las edades y alturas. Los zumos que sean hechos al momento En Contacacau (Carrer de Londres, 70).

Espacio para los dulces

Si le preguntamos por chucherías, Mavi no se escandaliza, al contrario, nos recomienda Çukor (Carrer de Verdi, 58). Es una tienda de golosinas saludables y artesanales donde también organizan talleres. Si le preguntamos por helados, nos lleva hasta la propuesta ecológica de Bodevici (Carrer de Torrijos, 21). Si le preguntamos por un programa de tele, no responde, “no tenemos televisor en casa”.

Sin gastarse ni un céntimo

No todo es ir de restaurantes en Barcelona, uno también puede prepararse sus emparedados saludables e ir con la tribu (sí, a estas alturas de la conversación ya digo “tribu” y estoy a esto de ir al H&M a ver si tienen gabardinas amarillas) a unos de los lugares que destaca Mavi. “En el Parc de la Ciutadella hay un parque infantil para niños de 0 a 3 años. Dentro, hay una ludoteca medioambiental donde dos educadoras proponen talleres y actividades en el huerto. Es el Harvard de la crianza respetuosa. Deberíais ver las meriendas súper curradas que llevan los padres”.

Y ahora resulta que les va la música clásica

En el Artte (Muntaner, 83C) se come, pero Mavi lo destaca por los conciertos de música clásica que programan durante el mes de diciembre para las familias. “La salas son preciosas. Ves el panorama y piensas: aquí no me meto con un niño, pero ellos tienen un espíritu tan abierto… La experiencia es genial”. Y añade: “Lo peor que puedes hacer con un niño es llevarle a un parque de bolas”.

Salir sin niños

Que sí, que ser mamá es genial y lo queremos vivir a tope, pero hasta Mavi de vez en cuando sale sin su hijo. “Con una amiga nos encanta ir los domingos a las Jam sessions del bar del Taller de músics (JazzSí club). El local es muy pequeño para ir con niños y, además, igual algún día si me animo a subir a cantar…” Lo entendemos, Mavi, hay cosas que los hijos no hace falta que vean hacer a sus padres.

No puede evitar volver a Poblenou. Recomienda las rutas por locales alternativos de la Open Night de Poblenou, así como dos coctelerías “guays” del mismo barrio: Madame Jasmin (Rambla del Raval, 22) y Balius (Carrer de Pujades, 196).     

Fotos de Esther Navalón.

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Solo llego puntal cuando voy al cine, no sé resistirme a un mal plan y soy tan inútil orientándome que me perdería en mi propio museo. Espero que algún día declaren las patatas chips pilar de la dieta mediterránea. Me acompaña un ratón vaquero de nombre Cowmouse.