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Los 5 carnavales más curiosos de España

En España, los tenemos en cada localidad, pero hay algunos que destacan por su popularidad o por lo tremendamente curiosos que son.

“Carnaval, carnaval, carnaval, te quiero, la, la, la, la, la, la, la, bailaremos sin parar, en el mundo entero”. Así cantaba Georgie Dann, y así es. El carnaval está en el mundo entero en diferentes estilos y con diferentes significados, pero siempre se trata de lo mismo, de disfrazarse y pasarlo bien. En España, los tenemos en cada localidad, pero hay algunos que destacan por su popularidad o por lo tremendamente curiosos que son.

1. Cádiz: arte y tipo

Si me tengo que quedar con un carnaval, lo siento pero yo tiro para mi tierra. Declarada Fiesta de interés turístico, Cádiz se llena de medio millón de personas durante el fin de semana grande de carnaval. Las comparsas, chirigotas y coros que ya han competido en el Teatro Falla, salen a las calles a divertir al personal con sus letras satíricas. El “tipo” es algo muy gaditano. Consiste en que, en mitad de cualquier situación, estando disfrazados, alguien grita: “tipo, tipo”… Y todo el mundo se mete en el papel de su personaje. Muy divertido todo.

2. Santa Cruz de Tenerife, Canarias: plumas y desenfreno

En popularidad, este compite con el de Cádiz, pero sale ganando por su parecido con el de Río de Janeiro. Muchas plumas, mucha lentejuela y mucha purpurina. El momento álgido es la cabalgata en las carrozas llenas de música. La elección de la Reina de los Carnavales es el otro momento fuerte.

3. Santoña, Cantabria: con sabor a mar

También llamado el “Carnaval del Norte”, este hace honor a la más pura tradición del entierro de la sardina. Sólo que en lugar de una sardinilla, ellos entierran un besugo. Al pobre besugo lo juzga la Cofradía de Pescadores, que lo sentencia y lo termina enterrando. El Juicio del Fondo del Mar y el Entierro del Besugo, son los dos grandes acontecimientos de este carnaval marinero.  Los disfraces de peces, los más populares. Como no.

4. Pontevedra, Galicia: larga vida al loro Ravachol

Este personaje fue un loro de verdad, propiedad de un farmacéutico de Pontevedra. Todo el mundo lo conocía por ser malhablado, políticamente incorrecto, pero muy carismático. A su muerte, una gran comitiva lo acompañó y fue enterrado como si de un coronel se tratase. Cada año, en Pontevedra, se “resucita” al personaje, que representa la sátira y el buen vivir de Pontevedra, para volver a enterrarlo. En este entierro de carnaval, ni plumas ni colores, todo el mundo va de riguroso luto.

5. Lantz, Navarra: de leyenda

Existe un bandido llamado Miel Otxin, que representa a los malos espíritus. Cada martes de carnaval, se le quema en la hoguera. Pero no a nadie real, no.Es un muñeco de tres metros de altura y sombrero vistoso de cono, al que acompañan otros personajes: Ziripot, Zaldiko, Arotzak y los los Txatxus que con escobas de paja y la cara tapada, arremeten contra los observadores.  La ceremonia se acompaña con música de chistu y tamboril.

Pues ya ves que no será por variedad de estilos y gustos. Hay carnavales como colores. Este país es un país de sentidos obviamente, y no es solo para comérselo, también es para disfrazárselo.

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Piensa alto, siente hondo, habla claro