Justo cuando los adustos señores de la Academia sueca han sacado sus narices de payaso y sus bocinas al darle el Nobel de Literatura a Bob Dylan y ponerse en modo TROLLEO MÁXIMO con las librerías, nosotros vamos y decidimos elaborar un selección pitusa con las más singulares de Barcelona. Somos así. Ellos black. Nosotros white. Como Michael Jackson.

Es cierto también que este año la Ciudad Condal está celebrando que ha sido designada Ciudad de la Literatura por la Unesco. Excusa perfecta para acercaros a aquellos establecimientos donde van a tratar vuestra sed lectora con más cariño que vuestras madres vuestra alimentación. Que ya es decir.

Cuando pongáis los pies en alguna de ellas, no solo vais a desear gritarle al dependiente:  “Calla y toma mi dinero”, sino que vais a moriros por poner todo vuestro empeño por acabar esa gran novela más grande que la vida sobre robots y ponys zombie que tenéis guardada en un cajón, para que la tengan expuesta en su mesa de ‘Los más vendidos’. Igual es exagerar un poco, pero es que, en el fondo, se trata de eso, de emprender un viaje hacia un lugar incluso más allá de los sueños. Y esa aventura empieza en las librerías.

Todas las que figuran cumplen, al menos, alguna de estas características: Tienen un ‘algo’ diferenciador que las hace destacar del resto. Organizan charlas y actividades (algunas muy originales como montar un maridaje de libros, donaciones de sangre o contar con pokeparadas), convirtiéndose en dinamizadoras culturales; El personal que trabaja en ellas no son meros cajeros o reponedores de tazas y libretas cuquis: son prescriptores. Con un mercado con una media de 200 títulos publicados por día (desbordan incluso el bolso mágico de Mary Poppins), tú, lector, necesitas un ‘dealer’ de confianza para que no acabes comprando mal material y teniendo un mal viaje que deje tu exigente gusto literario hecho unos zorros. De verdad, no quieres acabar pintando mandalas o atrapado en el libro de un youtuber. No quieres. 

giphy

¿Un Sant Jordi en pleno noviembre?

Os aseguramos que esta festividad es la más estresante y extenuante para los libreros… ¿Una batalla a cara perro en ‘Juego de tronos’? Vivir un Sant Jordi sí que es de campeones. Si no os lo creéis pasaros por la huella dejada por Libreras Resoplantes, que es para rodar como un bicho bola. Y, por eso, muy enamorados de su trabajo tienen que estar los de la cálida Llibreria Calders (Passatge Pere Calders, 9) para organizar un Off Sant Jordi de Otoño el próximo 12 de noviembre en el pintoresco Antic Teatre (Verdaguer i Callís, 12), cuya terraza interior es sin duda una de las mejores de Barcelona (palabrita). Atentos al cartel de autores que habrá firmando ese día: Miguel Noguera, Miqui Otero, Màrius Serra, Gemma Ruiz o Marina Espasa. Por no hablar de sus actividades y talleres de monotipos, kirigami o el que imparte Blackie Books, la editorial con cuya librería nos detendremos ahora… 

¿Conocéis esa sensación de cuando es el libro el que os escoge a vosotros y no al revés?

Pues esa magia es la que viviréis en Lino, la microlibrería mutante de Blackie Books, un rincón en la entrada de Casa Bonay (Gran Via de les Corts Catalanes, 700) donde encontraréis auténticos tesoros. Es tan pequeñita, como excelente es la selección de enormes historias que guardan sus dos armarios metálicos. Los editores Jan Martí y Alice Incontrada han seleccionado con mucho mimo las maravillosas ediciones de segunda mano y de importación que deseareis llevaros a casa. Y si no tenéis la suerte de encontraros un día a Lino, al editor jefe de ‘Blackie’, el perro más esponjoso y con más criterio literario de la faz de la tierra, tenéis que paraos a hablar con Aïda, su librera, la simpatía personificada y una caterva de conocimiento y amor por los libros.

Seguimos estimulando nuestras pituitarias y nuestras mentes con papel impreso en la recientemente abierta Librería Malpaso (Diputació, 331), de la que nos hemos quedado enamorados hasta nuestro sistema límbico. No en vano, desde que se supo que la editorial desembarcaba con un establecimiento en Barcelona, pegado a su restaurante de cocina mexicana, era la comidilla (sic) del ecosistema de casas de libros de la ciudad. No solo vais a morir del síndrome de Stendhal de lo bonita y de lo bien aprovechado que tienen su diáfano espacio, de altas estanterías blancas salpicadas de los mil colores de su excelente selección de títulos, sino que vais a agradecer el gran énfasis que han puesto en la figura del prescriptor en el punto de venta. Habladles de vuestros intereses y darán con la lectura que más os va. Incluso podéis pedir cita previa para ello. Si aún no has ido a perderte entre sus libros, ya estás tardando.

Casa-Usher-(1)
Foto: Gloria Fernández

La letra con vino entra

Tendría su qué, pero que no os engañe su nombre, una visita a Casa Usher (Santaló, 79) no va a acabar como en las pesadillas literarias de Edgar Allan Poe, de cuyo relato toma su nombre. Pero sí que es una librería vibrante. Es un proyecto muy personal de los libreros Anna, Gerard y Maria en plena zona alta de Barcelona. Podéis pasar la vista mil veces por sus estantes y descubrir cosas nuevas, como sus notas preciosas escritas a mano. Cada mes publican las actividades que tienen programadas y revelan la editorial ‘Huesped del mes’ que, este noviembre, es Asteroide. En Casa Usher os podéis, además, dar el gustazo de, después de haber elegido vuestro libro, ir ya a hincarle el diente acompañado por una copa de vino –¿cómo era el dicho? ¿La letra con vino entra, no?– en su encantador patio interior.

Una foto publicada por Sergi Soggies (@ssoggies) el 30 de Dic de 2015 a la(s) 3:27 PST

Nos negamos a dejar fuera a dos de los dealers más importantes de nuestros vicios literarios y, cada uno en su idiosincrasia, hacen que valga la pena ir a por cargamento cada vez que estamos con el mono de nuevas historias. El Joker siempre está maquinando en cómo escaparse, pero nosotros firmaríamos con gusto un pacto con el Diablo por ingresar en Arkham Comics (Xuclà, 16). Pequeña, pero bien nutrida de sorpresas y, tras el mostrador, está el librero-comiquero más enrollado y con mejor gusto en cómics y novela gráfica de la ciudad, Xavi Domènech. Y, a un paseo, en lo que es ya la inhóspita y salvaje zona del Triángulo del Vicio destaca sobre el resto, la Librería Gigamesh (Bailén, 8). La mítica librería fundada por Alejo Cuervo, editor de la saga ‘Juego de tronos’, lo tiene todo para que el amante de la fantasía, el terror y la sci-fi pata negra alcance el éxtasis: el espacio Francisco Porrúa, que igual alberga presentaciones y charlas (que se ofrecen también en streaming), que torneos roleros e incluso donaciones de sangre. Y libros, libros y más libros. Por eso, en esos casos de ofuscación mental por decidir qué llevaros, sobran las presentaciones: Antonio Torrubia, el Librero del Mal, es vuestro hombre.

Es cierto también que este año la Ciudad Condal está celebrando que ha sido designada Ciudad de la Literatura por la Unesco. Excusa perfecta para acercaros a aquellos establecimientos donde van a tratar vuestra sed lectora con más cariño que vuestras madres vuestra alimentación. Que ya es decir.

Cuando pongáis los pies en alguna de ellas, no solo vais a desear gritarle al dependiente:  “Calla y toma mi dinero”, sino que vais a moriros por poner todo vuestro empeño por acabar esa gran novela más grande que la vida sobre robots y ponys zombie que tenéis guardada en un cajón, para que la tengan expuesta en su mesa de ‘Los más vendidos’. Igual es exagerar un poco, pero es que, en el fondo, se trata de eso, de emprender un viaje hacia un lugar incluso más allá de los sueños. Y esa aventura empieza en las librerías.

Todas las que figuran cumplen, al menos, alguna de estas características: Tienen un ‘algo’ diferenciador que las hace destacar del resto. Organizan charlas y actividades (algunas muy originales como montar un maridaje de libros, donaciones de sangre o contar con pokeparadas), convirtiéndose en dinamizadoras culturales; El personal que trabaja en ellas no son meros cajeros o reponedores de tazas y libretas cuquis: son prescriptores. Con un mercado con una media de 200 títulos publicados por día (desbordan incluso el bolso mágico de Mary Poppins), tú, lector, necesitas un ‘dealer’ de confianza para que no acabes comprando mal material y teniendo un mal viaje que deje tu exigente gusto literario hecho unos zorros. De verdad, no quieres acabar pintando mandalas o atrapado en el libro de un youtuber. No quieres. 

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¿Un Sant Jordi en pleno noviembre?

Os aseguramos que esta festividad es la más estresante y extenuante para los libreros… ¿Una batalla a cara perro en ‘Juego de tronos’? Vivir un Sant Jordi sí que es de campeones. Si no os lo creéis pasaros por la huella dejada por Libreras Resoplantes, que es para rodar como un bicho bola. Y, por eso, muy enamorados de su trabajo tienen que estar los de la cálida Llibreria Calders (Passatge Pere Calders, 9) para organizar un Off Sant Jordi de Otoño el próximo 12 de noviembre en el pintoresco Antic Teatre (Verdaguer i Callís, 12), cuya terraza interior es sin duda una de las mejores de Barcelona (palabrita). Atentos al cartel de autores que habrá firmando ese día: Miguel Noguera, Miqui Otero, Màrius Serra, Gemma Ruiz o Marina Espasa. Por no hablar de sus actividades y talleres de monotipos, kirigami o el que imparte Blackie Books, la editorial con cuya librería nos detendremos ahora… 

¿Conocéis esa sensación de cuando es el libro el que os escoge a vosotros y no al revés?

Pues esa magia es la que viviréis en Lino, la microlibrería mutante de Blackie Books, un rincón en la entrada de Casa Bonay (Gran Via de les Corts Catalanes, 700) donde encontraréis auténticos tesoros. Es tan pequeñita, como excelente es la selección de enormes historias que guardan sus dos armarios metálicos. Los editores Jan Martí y Alice Incontrada han seleccionado con mucho mimo las maravillosas ediciones de segunda mano y de importación que deseareis llevaros a casa. Y si no tenéis la suerte de encontraros un día a Lino, al editor jefe de ‘Blackie’, el perro más esponjoso y con más criterio literario de la faz de la tierra, tenéis que paraos a hablar con Aïda, su librera, la simpatía personificada y una caterva de conocimiento y amor por los libros.

Seguimos estimulando nuestras pituitarias y nuestras mentes con papel impreso en la recientemente abierta Librería Malpaso (Diputació, 331), de la que nos hemos quedado enamorados hasta nuestro sistema límbico. No en vano, desde que se supo que la editorial desembarcaba con un establecimiento en Barcelona, pegado a su restaurante de cocina mexicana, era la comidilla (sic) del ecosistema de casas de libros de la ciudad. No solo vais a morir del síndrome de Stendhal de lo bonita y de lo bien aprovechado que tienen su diáfano espacio, de altas estanterías blancas salpicadas de los mil colores de su excelente selección de títulos, sino que vais a agradecer el gran énfasis que han puesto en la figura del prescriptor en el punto de venta. Habladles de vuestros intereses y darán con la lectura que más os va. Incluso podéis pedir cita previa para ello. Si aún no has ido a perderte entre sus libros, ya estás tardando.

Casa-Usher-(1)
Foto: Gloria Fernández

La letra con vino entra

Tendría su qué, pero que no os engañe su nombre, una visita a Casa Usher (Santaló, 79) no va a acabar como en las pesadillas literarias de Edgar Allan Poe, de cuyo relato toma su nombre. Pero sí que es una librería vibrante. Es un proyecto muy personal de los libreros Anna, Gerard y Maria en plena zona alta de Barcelona. Podéis pasar la vista mil veces por sus estantes y descubrir cosas nuevas, como sus notas preciosas escritas a mano. Cada mes publican las actividades que tienen programadas y revelan la editorial ‘Huesped del mes’ que, este noviembre, es Asteroide. En Casa Usher os podéis, además, dar el gustazo de, después de haber elegido vuestro libro, ir ya a hincarle el diente acompañado por una copa de vino –¿cómo era el dicho? ¿La letra con vino entra, no?– en su encantador patio interior.

Una foto publicada por Sergi Soggies (@ssoggies) el 30 de Dic de 2015 a la(s) 3:27 PST

Nos negamos a dejar fuera a dos de los dealers más importantes de nuestros vicios literarios y, cada uno en su idiosincrasia, hacen que valga la pena ir a por cargamento cada vez que estamos con el mono de nuevas historias. El Joker siempre está maquinando en cómo escaparse, pero nosotros firmaríamos con gusto un pacto con el Diablo por ingresar en Arkham Comics (Xuclà, 16). Pequeña, pero bien nutrida de sorpresas y, tras el mostrador, está el librero-comiquero más enrollado y con mejor gusto en cómics y novela gráfica de la ciudad, Xavi Domènech. Y, a un paseo, en lo que es ya la inhóspita y salvaje zona del Triángulo del Vicio destaca sobre el resto, la Librería Gigamesh (Bailén, 8). La mítica librería fundada por Alejo Cuervo, editor de la saga ‘Juego de tronos’, lo tiene todo para que el amante de la fantasía, el terror y la sci-fi pata negra alcance el éxtasis: el espacio Francisco Porrúa, que igual alberga presentaciones y charlas (que se ofrecen también en streaming), que torneos roleros e incluso donaciones de sangre. Y libros, libros y más libros. Por eso, en esos casos de ofuscación mental por decidir qué llevaros, sobran las presentaciones: Antonio Torrubia, el Librero del Mal, es vuestro hombre.

mm
Lisérgica y de culo inquieto. De pequeña, pedí aprender a dibujar y me apuntaron a natación, porque "es más útil en caso de desastre natural, hija". Tengo el superpoder de iniciar congas. Nunca fui reina del baile en el instituto. Mientras urdo mi venganza, escribo.