Si vale la pena visitar China, además de perseguir las huellas de una civilización milenaria, es por conocer e interactuar con su población

Si vale la pena visitar China, además de perseguir las huellas de una civilización milenaria, es por conocer e interactuar con su población: cualquier experiencia que vivas con los chinos será el mejor suvenir del viaje. Y una de las mejores maneras de hacerlo, es perdiéndose entre los callejones de los cascos antiguos de la ciudad, los Hutongs.

[redbox text=”Una de las mejores maneras de visitar China es perdiéndose entre los callejones de los cascos antiguos de la ciudad, los Hutongs.” position=”right”]

Actualmente, muchos de los Hutongs están siendo derrumbados. Sin embargo, existen barrios en Pequín con mucho movimiento. Así que si quieres descubrir el Pequín más local, merece la pena visitar algunos de ellos:

Wudaoying Hutong, se encuentra escondido cerca del templo de Confucio y de la Torre del Tambor, una de las zonas más visitadas de la capital china. Sin embargo, huyendo de los turistas, hay verdaderos tesoros escondidos entre los callejones: tranquilos cafés con una decoración sorprendente, galerías, restaurantes y salas de conciertos por donde se mueven los pequineses. 

Dashilar, al sur de la plaza de Tiananmén, se ha convertido en el hub del diseño de la ciudad. Cuenta con una gran variedad de cafés, galerías y tiendas molonas. Si nos preguntaran por dónde se mueven los hipsters pequineses (porque en China también hay hipsters, qué te pensabas) sin duda, les responderíamos que Dashilar.

china_hutongs

 

Dongsi. Este escondido hutong es el lugar ideal para salir a tomar algo y encontrarse con los bares más curiosos y variopintos de Pequín. Además, para aquellos que tengan un amor particular hacia la cerveza, en él se esconden algunas breweries locales que sirven cerveza artesanal y de importación.

Y no te olvides que deambular por los hutongs de Pequín puede resultar un deporte extremo, no solo por correr el riesgo de ser atropellado por una motocicleta (en China, el peatón es quien tiene la última prioridad. Casi sería necesario sacarse un permiso de circulación para peatones…), sino también por poder vivir la hermosa experiencia de utilizar los baños comunitarios, una actividad apta solo para los más atrevidos. Y es que la particularidad de los hutongs es que sus vecinos comparten zonas comunes, entre ellas, los lavaderos y los baños. Y tan felices.

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Si vale la pena visitar China, además de perseguir las huellas de una civilización milenaria, es por conocer e interactuar con su población: cualquier experiencia que vivas con los chinos será el mejor suvenir del viaje. Y una de las mejores maneras de hacerlo, es perdiéndose entre los callejones de los cascos antiguos de la ciudad, los Hutongs.

[redbox text=”Una de las mejores maneras de visitar China es perdiéndose entre los callejones de los cascos antiguos de la ciudad, los Hutongs.” position=”right”]

Actualmente, muchos de los Hutongs están siendo derrumbados. Sin embargo, existen barrios en Pequín con mucho movimiento. Así que si quieres descubrir el Pequín más local, merece la pena visitar algunos de ellos:

Wudaoying Hutong, se encuentra escondido cerca del templo de Confucio y de la Torre del Tambor, una de las zonas más visitadas de la capital china. Sin embargo, huyendo de los turistas, hay verdaderos tesoros escondidos entre los callejones: tranquilos cafés con una decoración sorprendente, galerías, restaurantes y salas de conciertos por donde se mueven los pequineses. 

Dashilar, al sur de la plaza de Tiananmén, se ha convertido en el hub del diseño de la ciudad. Cuenta con una gran variedad de cafés, galerías y tiendas molonas. Si nos preguntaran por dónde se mueven los hipsters pequineses (porque en China también hay hipsters, qué te pensabas) sin duda, les responderíamos que Dashilar.

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Dongsi. Este escondido hutong es el lugar ideal para salir a tomar algo y encontrarse con los bares más curiosos y variopintos de Pequín. Además, para aquellos que tengan un amor particular hacia la cerveza, en él se esconden algunas breweries locales que sirven cerveza artesanal y de importación.

Y no te olvides que deambular por los hutongs de Pequín puede resultar un deporte extremo, no solo por correr el riesgo de ser atropellado por una motocicleta (en China, el peatón es quien tiene la última prioridad. Casi sería necesario sacarse un permiso de circulación para peatones…), sino también por poder vivir la hermosa experiencia de utilizar los baños comunitarios, una actividad apta solo para los más atrevidos. Y es que la particularidad de los hutongs es que sus vecinos comparten zonas comunes, entre ellas, los lavaderos y los baños. Y tan felices.

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Natalia B. es periodista, creativa, diseñadora gráfica y una gran curiosa del mundo que le rodea. Además de compartir su inquietud por viajar en este blog, también podéis seguirla en www.lepetitpot.com o en instagram @lepetitpot.