Sor Citroën es una de esas superheroínas de carne y hueso que tanto me gusta descubrir. Es de esas valientes que van por el mundo sin antifaz y aún así son anónimas. Lo bueno es que, a diferencia de los súpers de Marvel o DC, su identidad merece ser revelada.

Me hablan de la India y empiezo a entrever los profundos colores de los saris, el ocre de ese curry mega picante y el dorado de sus increíbles templos. La India es como Sevilla: tiene un color especial, pero sin duda no es para todos. La India es enorme, inmensa, un subcontinente, y hay dos mundos dentro de ella. Si tienes la suerte de haber pisado ‘el país de los mil colores’ lo sabrás de sobras.

Por un lado, está la India de Bollywood, donde todo es muy Holi, la gente vive como marajás (nunca mejor dicho) y baila y canta la última canción de la película que está arrasando. Después está la India que muestra el cine independiente, donde se denuncia la pobreza, el duro trabajo en el campo para ganar unos pocos céntimos al día y el problema de las castas, el karma y demás creencias dificulta aún más las cosas. Es ahí, en la India que muestra el cine de autor, donde se encuentra Sor María, a quien algunos llaman, con cariño, Sor Citroën.

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El nombre tiene su gracia (y mucho gancho), pero lo curioso del tema es que Sor María ni tiene ni quiere un Citroën. No lo tiene porque es una de las misioneras que ayudan en la provincia de Karnataka, una extensa región al suroeste de la India donde la pobreza está presente casi en cada esquina; y no lo quiere porque lo que en realidad necesita es un coche tipo pick-up (como la camioneta amarilla de Kill Bill) para poder llevar en ella a todas sus hermanas y los productos básicos que necesita la población, yendo de aldea dispersa en aldea aún más dispersa. No me digáis que no es una historia increíble.

Sin duda Sor Citroën es una de esas superheroínas de carne y hueso que tanto me gusta descubrir. Es de esas valientes que van por el mundo sin antifaz y aún así son anónimas. Lo bueno es que, a diferencia de los súpers de Marvel o DC, su identidad merece ser revelada.

@ACN

Ella y sus hermanas no tienen freno. No se plantean si lo que hacen es un imposible, porque su espíritu misionero las lleva por todos los rincones de la región para tender una mano a más de 10.000 personas, consiguiendo así lo que parecía inalcanzable: ofrecer sanidad básica y educación a los niños de los poblados, formar a los aldeanos para que tomen las riendas de sus vidas y ayudar a los matrimonios jóvenes para que sigan adelante y mantengan unidas sus familias. Todo ello sin tener superpoderes, sin capa y yendo a pie. Si han conseguido todo esto sin un coche, no puedo imaginar hasta dónde llegará Sor Citroën cuando vaya motorizada. Agárrate que vienen curvas.


*El Redondeo Solidario de Atrápalo del mes de agosto se destinará a conseguir la pick-up que necesitan Sor María y sus hermanas para acceder a todas las aldeas. Si tú también conoces a un superhéroe de carne y hueso puedes escribirnos a atrapalosocial@atrapalo.com para revelarnos su identidad.

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Me gustan los superhéroes de carne y hueso, que luchan por restablecer el equilibrio y llevar luz a los rincones donde reina la oscuridad. Busco aliados que se sumen a mi causa todos los meses, porque la tierra gira sola, pero el mundo lo hacemos girar nosotros.