Los contenidos multimedia proporcionan entretenimiento y diversión casi sin límite. Solos o acompañados, parece que el tiempo pasado frente a la pantalla continúa aumentando. Conectados o desconectados, pero con material obtenido online.

Y no sólo en cuestiones de ocio, sino que realizamos la compra a través de Internet, reservamos viajes, ponemos bienes en venta, e incluso, realizamos una visita virtual a nuestro museo favorito, a través de Internet.

Pero ¿Cómo afecta esto a nuestros hábitos de consumo de cultura?

Multimedia en casa

Foto: @ph0t0 {loves you too}

En apenas dos décadas, hemos observado como Internet ha entrado en nuestra vida hasta usarse en el día a día y de manera totalmente natural. Con tan sólo unos clicks podemos encontrar cualquier dato que deseemos entre la gran cantidad de información de la red.

Pero eso no es todo. La era digital ha llegado a absorber el escaso tiempo libre que podamos tener mediante el uso de redes sociales, correo, buscadores,  streaming, etc., abandonando, aparentemente, hábitos como la lectura. Un ejemplo de nuestra creciente dependencia online lo veíamos con la caída de Gmail y las consiguientes suposiciones de un posible mundo sin Internet, que nos hacían temblar a muchos.

Sin embargo, no es tan sencillo como parece y la cultura no está reñida con el mundo digital, sino al contrario. En el artículo “La cultura ya es de masas“, Abel Grau recoge varias estadísticas, en las que observamos que el nivel de lectura y las visitas a los museos se ha incrementado. Los “best-sellers”, antaño escasamente valorados por la crítica, son ahora alabados por su calidad. Hay una mayor exigencia en el contenido y trama de las series televisivas y los grandes clásicos se cuelan y se mezclan con los libros actuales. Incluso las bibliotecas han registrado un incremento de visitas en los últimos años.

Hábito de lectura

Foto: @margolove

Por tanto, ¿estamos frente a una recuperación de la cultura tradicional apoyada por el ‘hambre de saber’ generado en la era digital? ¿La tele basura y las series de “risa fácil” han quedado relegadas a las generaciones pasadas con la televisión a la carta (ej. de TVE)? ¿El uso y manejo de gran cantidad de información ha aumentado nuestro nivel de exigencia en contenidos de ocio y cultura?

¿Qué opináis?

Los contenidos multimedia proporcionan entretenimiento y diversión casi sin límite. Solos o acompañados, parece que el tiempo pasado frente a la pantalla continúa aumentando. Conectados o desconectados, pero con material obtenido online.

Y no sólo en cuestiones de ocio, sino que realizamos la compra a través de Internet, reservamos viajes, ponemos bienes en venta, e incluso, realizamos una visita virtual a nuestro museo favorito, a través de Internet.

Pero ¿Cómo afecta esto a nuestros hábitos de consumo de cultura?

Multimedia en casa

Foto: @ph0t0 {loves you too}

En apenas dos décadas, hemos observado como Internet ha entrado en nuestra vida hasta usarse en el día a día y de manera totalmente natural. Con tan sólo unos clicks podemos encontrar cualquier dato que deseemos entre la gran cantidad de información de la red.

Pero eso no es todo. La era digital ha llegado a absorber el escaso tiempo libre que podamos tener mediante el uso de redes sociales, correo, buscadores,  streaming, etc., abandonando, aparentemente, hábitos como la lectura. Un ejemplo de nuestra creciente dependencia online lo veíamos con la caída de Gmail y las consiguientes suposiciones de un posible mundo sin Internet, que nos hacían temblar a muchos.

Sin embargo, no es tan sencillo como parece y la cultura no está reñida con el mundo digital, sino al contrario. En el artículo “La cultura ya es de masas“, Abel Grau recoge varias estadísticas, en las que observamos que el nivel de lectura y las visitas a los museos se ha incrementado. Los “best-sellers”, antaño escasamente valorados por la crítica, son ahora alabados por su calidad. Hay una mayor exigencia en el contenido y trama de las series televisivas y los grandes clásicos se cuelan y se mezclan con los libros actuales. Incluso las bibliotecas han registrado un incremento de visitas en los últimos años.

Hábito de lectura

Foto: @margolove

Por tanto, ¿estamos frente a una recuperación de la cultura tradicional apoyada por el ‘hambre de saber’ generado en la era digital? ¿La tele basura y las series de “risa fácil” han quedado relegadas a las generaciones pasadas con la televisión a la carta (ej. de TVE)? ¿El uso y manejo de gran cantidad de información ha aumentado nuestro nivel de exigencia en contenidos de ocio y cultura?

¿Qué opináis?