Hoy el día se ha levantado gris. Plomizo. Con el cielo color de panza de burra. ¿Alguien le ha visto la panza a una burra? Día de lluvia, de fresco, de anuncio de vuelta a la tan ¿añorada? rutina. En este ambiente me ha venido a la cabeza un fado. O dos. O tres. Tan melancólicos, tan tristes, tan hermosos… Vade retro! Camané, Amália, Mariza, os escucharé en otra ocasión. Hoy, otra Portugal es posible. Esa que es atlántica, insular, volcánica y eterna he decidido presentársela a los encargados de localizaciones para películas monumentales o documentales de la 2.

Vámonos a las Islas Azores.

Una experiencia única que son nueve

El destino es exótico y cercano, precioso y oscuro, de montaña y de mar. Lo tiene todo, como una gran Alheira de Mirandeira rellena de las grandes experiencias que vamos a vivir.

Las Azores son el lugar ideal para quienes buscan tranquilidad, buen y agradable tiempo, algo de aventura y mucha, mucha, mucha naturaleza. Son 9 islas de origen volcánico, en las cuales me pasaría la vida entera. Lo primero que hay que hacer en las Azores es decidir qué quieres hacer. Son muchas islas, muy bonitas, todas muy especiales y en todas hay que estar mínimo tres o cuatro días, así que salvo que consigas unas vacaciones de más de un mes, deberás visitarlas por fascículos. Fascinantes fascículos. O deberás quedarte a vivir ahí. De hecho, deberías quedarte a vivir ahí.

Azores photos

Las Azores son perfectas para practicar submarinismo: verás miles de especies que parecen sacadas de la Sirenita y podrás entender que si es preciosa la superficie, el mundo submarino es casi inigualable.

Además, las rutas por las islas son envidiables para practicar senderismo, BTT o simplemente, darte un paseo largo para disfrutar de un entorno que parece sacado de ‘El Señor de los Anillos’: rocas escarpadas de origen volcánico, bañadas por aguas cristalinas de colores inverosímiles… ¿He dicho ya que me pasaría la vida ahí?

Piensa, además, por qué has huído de un destino normal. Porque a ti lo que te va es huir de la playa común para poder ver otro tipo de cetáceos. Y en las Azores podrás disfrutar de avistamientos monumentales, hasta al cachalote por antonomasia: la gran ballena azul.

La verdad es que a mí me pirran todas las islas (San Jorge, Pico, Corvo, Faial, Graciosa, Santa María, Flores…) pero mis favoritas son, sin duda, São Miguel y Terceira.

São Miguel: El Señor de los Anillos debería haberse rodado en el Atlántico

Lo que he visto yo en São Miguel no lo he visto nunca en ningún lado: una isla pequeña, encantadora, que lo mismo es un puerto deportivo que una isla desierta, que un monte donde mirar hasta el infinito, que una playa de aguas cristalinas. O un volcán. Es la navaja suiza de las islas: lo tiene todo en un espacio reducido. Solo falta poderla llevar en el bolsillo. ¿Os imagináis?

Mi recomendación es empezar por Ponta Delgada, su capital. Allí, mientras degustas un buen pescado, puedes pasear por el puerto deportivo y admirar el atardecer entre mástiles, lanchas, amigos y algún que otro vino.

Azores photos

Después, es la hora de los Lagos. Cuando he dicho lo de ‘El Señor de los Anillos’, es porque al ver la mezcla de colores entre el océano, las islas, las rocas volcánicas y la vegetación, no me puse a pegar espadazos y flechazos a orcos imaginarios de milagro. ¿En qué estaban pensando los localizadores?

Los lagos de la isla de São Miguel (y en definitiva, de las Azores queridas) son en su mayoría cráteres de volcanes ya extinguidos, que se han llenado del agua que se filtra por entre sus rocas. El primero que hay que disfrutar es el Lago do Fogo, que por algo es reserva natural: agua azul, cráter enorme y vegetación espesa. Y luego es obligatoria la visita al Lago Santiago. Pero ¡eh! amigos, la experiencia inolvidable se remata con la excursión al gran Lago de Sete Cidades, una de las 7 maravillas naturales de todo Portugal. Este tiene la peculiaridad, no solo de estar formado también por la existencia de volcanes previamente por la zona, sino que en él se juntan dos lagunas especiales: el Lagoa Azul y el Lagoa Verde, que toman sus nombres de los colores que reflejan el agua en sus dos vertientes. Es maravilloso. Y estoy pensando ahora: si ‘El Señor de los Anillos’ debería haberse rodado aquí, ¿dónde se rodó El Lago Azul?

Azores photos

En fin, cine aparte, para acabar con la Isla do São Miguel, lo recomendable es subir al Mirador de Santa Iria a deleitarse con las vistas de la Costa Norte, o visitar el pueblo pesquero de Morteiros y su playa de arena volcánica y sus farallones de roca pegados a la población.

De vuelta a Ponta Delgada, se puede conocer el Islote de Vila Franca do Campo que se ve desde los miradores de la Isla de São Miguel, pero realmente lo deberás hacer si eres un bañista ávido de compartir el espacio con otros o con los que han ido en kayak.

Azores photos

Isla Terceira: tan especial que debería haber sido la primeira

El chiste es fácil, lo sé. Pero dentro de unas líneas, en cuanto os haya explicado cómo es esta isla, me daréis la razón.

En Terceira, la Isla Malva, además de vacas y de una gran producción láctea, está Angra do Heroismo, cuyo centro de la ciudad está declarado Patrimonio de la Humanidad. En este lugar, en su bahía, es donde galeones, fragatas, bergantines y demás buscaban abrigo a las inclemencias del gran océano. Yo, en cambio, busco ahí que me proteja de las inclemencias de la rutina. ¡No nos moverán!

Azores photos

Pero además de eso, me fascinan de Terceira sus miradores. Primero el ascenso a los 1000 metros de la Serra de Santa Bárbara y su fauna, o el ascenso a los casi 600 metros de la Serra de Cume o de Sao Sebastiao: vistas alucinantes. Desde ahí es curioso observar la cuadrícula delimitada con piedras que determina los diferentes pastos donde pacen tranquilamente las vacas del lugar, bajo enormes generadores. En cualquier caso, dominas toda la geografía de la isla.

Azores photos

Otros miradores dignos de mención son el Ponte do Queimado, antiguo faro que ya no está en servicio pero que ofrece una vista envidiable, o el Mirador do Serra de Ribeirinha.

Pero amigos, aquí también encontramos lagos. Y está EL lago: Algar do Corvao es un lago volcánico, pero es el único en el mundo al que se accede por la chimenea. Y ahí, a 80 metros de profundidad, aparece el lago majestuoso, azul, dominante. Si a eso le añadimos toda la enormidad del entorno, si no quieres convertirte en Indiana Jones o en Miguel de la Quadra Salcedo es que no tienes corazón. Y si no tienes corazón, prueba con la Gruta do Natal, creada por la lava. A ver si así lo encuentras. El corazón, digo.

Y para acabar la visita, el casco histórico de Praia de Vitoria, las playas y el mirador de Monte do Facho. Sin palabras. Y ya sin espacio.

Azores photos

En fin, a mis amigos localizadores, a mis amigos novelistas, y en definitiva, a mis amigos, les recomiendo que conozcan las Islas de las Islas, donde se deberían haber rodado todas aquellas películas que han perdido el tiempo viajando a las antípodas en busca de una explosión de naturaleza que tenían aquí al lado.

He hablado de Azores y de cine, y no he nombrado ni una vez a Mariano y a Antonio. Me estoy superando.

Una experiencia única que son nueve

El destino es exótico y cercano, precioso y oscuro, de montaña y de mar. Lo tiene todo, como una gran Alheira de Mirandeira rellena de las grandes experiencias que vamos a vivir.

Las Azores son el lugar ideal para quienes buscan tranquilidad, buen y agradable tiempo, algo de aventura y mucha, mucha, mucha naturaleza. Son 9 islas de origen volcánico, en las cuales me pasaría la vida entera. Lo primero que hay que hacer en las Azores es decidir qué quieres hacer. Son muchas islas, muy bonitas, todas muy especiales y en todas hay que estar mínimo tres o cuatro días, así que salvo que consigas unas vacaciones de más de un mes, deberás visitarlas por fascículos. Fascinantes fascículos. O deberás quedarte a vivir ahí. De hecho, deberías quedarte a vivir ahí.

Azores photos

Las Azores son perfectas para practicar submarinismo: verás miles de especies que parecen sacadas de la Sirenita y podrás entender que si es preciosa la superficie, el mundo submarino es casi inigualable.

Además, las rutas por las islas son envidiables para practicar senderismo, BTT o simplemente, darte un paseo largo para disfrutar de un entorno que parece sacado de ‘El Señor de los Anillos’: rocas escarpadas de origen volcánico, bañadas por aguas cristalinas de colores inverosímiles… ¿He dicho ya que me pasaría la vida ahí?

Piensa, además, por qué has huído de un destino normal. Porque a ti lo que te va es huir de la playa común para poder ver otro tipo de cetáceos. Y en las Azores podrás disfrutar de avistamientos monumentales, hasta al cachalote por antonomasia: la gran ballena azul.

La verdad es que a mí me pirran todas las islas (San Jorge, Pico, Corvo, Faial, Graciosa, Santa María, Flores…) pero mis favoritas son, sin duda, São Miguel y Terceira.

São Miguel: El Señor de los Anillos debería haberse rodado en el Atlántico

Lo que he visto yo en São Miguel no lo he visto nunca en ningún lado: una isla pequeña, encantadora, que lo mismo es un puerto deportivo que una isla desierta, que un monte donde mirar hasta el infinito, que una playa de aguas cristalinas. O un volcán. Es la navaja suiza de las islas: lo tiene todo en un espacio reducido. Solo falta poderla llevar en el bolsillo. ¿Os imagináis?

Mi recomendación es empezar por Ponta Delgada, su capital. Allí, mientras degustas un buen pescado, puedes pasear por el puerto deportivo y admirar el atardecer entre mástiles, lanchas, amigos y algún que otro vino.

Azores photos

Después, es la hora de los Lagos. Cuando he dicho lo de ‘El Señor de los Anillos’, es porque al ver la mezcla de colores entre el océano, las islas, las rocas volcánicas y la vegetación, no me puse a pegar espadazos y flechazos a orcos imaginarios de milagro. ¿En qué estaban pensando los localizadores?

Los lagos de la isla de São Miguel (y en definitiva, de las Azores queridas) son en su mayoría cráteres de volcanes ya extinguidos, que se han llenado del agua que se filtra por entre sus rocas. El primero que hay que disfrutar es el Lago do Fogo, que por algo es reserva natural: agua azul, cráter enorme y vegetación espesa. Y luego es obligatoria la visita al Lago Santiago. Pero ¡eh! amigos, la experiencia inolvidable se remata con la excursión al gran Lago de Sete Cidades, una de las 7 maravillas naturales de todo Portugal. Este tiene la peculiaridad, no solo de estar formado también por la existencia de volcanes previamente por la zona, sino que en él se juntan dos lagunas especiales: el Lagoa Azul y el Lagoa Verde, que toman sus nombres de los colores que reflejan el agua en sus dos vertientes. Es maravilloso. Y estoy pensando ahora: si ‘El Señor de los Anillos’ debería haberse rodado aquí, ¿dónde se rodó El Lago Azul?

Azores photos

En fin, cine aparte, para acabar con la Isla do São Miguel, lo recomendable es subir al Mirador de Santa Iria a deleitarse con las vistas de la Costa Norte, o visitar el pueblo pesquero de Morteiros y su playa de arena volcánica y sus farallones de roca pegados a la población.

De vuelta a Ponta Delgada, se puede conocer el Islote de Vila Franca do Campo que se ve desde los miradores de la Isla de São Miguel, pero realmente lo deberás hacer si eres un bañista ávido de compartir el espacio con otros o con los que han ido en kayak.

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Isla Terceira: tan especial que debería haber sido la primeira

El chiste es fácil, lo sé. Pero dentro de unas líneas, en cuanto os haya explicado cómo es esta isla, me daréis la razón.

En Terceira, la Isla Malva, además de vacas y de una gran producción láctea, está Angra do Heroismo, cuyo centro de la ciudad está declarado Patrimonio de la Humanidad. En este lugar, en su bahía, es donde galeones, fragatas, bergantines y demás buscaban abrigo a las inclemencias del gran océano. Yo, en cambio, busco ahí que me proteja de las inclemencias de la rutina. ¡No nos moverán!

Azores photos

Pero además de eso, me fascinan de Terceira sus miradores. Primero el ascenso a los 1000 metros de la Serra de Santa Bárbara y su fauna, o el ascenso a los casi 600 metros de la Serra de Cume o de Sao Sebastiao: vistas alucinantes. Desde ahí es curioso observar la cuadrícula delimitada con piedras que determina los diferentes pastos donde pacen tranquilamente las vacas del lugar, bajo enormes generadores. En cualquier caso, dominas toda la geografía de la isla.

Azores photos

Otros miradores dignos de mención son el Ponte do Queimado, antiguo faro que ya no está en servicio pero que ofrece una vista envidiable, o el Mirador do Serra de Ribeirinha.

Pero amigos, aquí también encontramos lagos. Y está EL lago: Algar do Corvao es un lago volcánico, pero es el único en el mundo al que se accede por la chimenea. Y ahí, a 80 metros de profundidad, aparece el lago majestuoso, azul, dominante. Si a eso le añadimos toda la enormidad del entorno, si no quieres convertirte en Indiana Jones o en Miguel de la Quadra Salcedo es que no tienes corazón. Y si no tienes corazón, prueba con la Gruta do Natal, creada por la lava. A ver si así lo encuentras. El corazón, digo.

Y para acabar la visita, el casco histórico de Praia de Vitoria, las playas y el mirador de Monte do Facho. Sin palabras. Y ya sin espacio.

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En fin, a mis amigos localizadores, a mis amigos novelistas, y en definitiva, a mis amigos, les recomiendo que conozcan las Islas de las Islas, donde se deberían haber rodado todas aquellas películas que han perdido el tiempo viajando a las antípodas en busca de una explosión de naturaleza que tenían aquí al lado.

He hablado de Azores y de cine, y no he nombrado ni una vez a Mariano y a Antonio. Me estoy superando.

Tags : Islas Azores
mm
Siempre creo que me he dejado la llave del gas abierta.