Escapadas ‘low cost’ para afrontar la cuesta de enero

Se acabó el simulacro de paz y amor. Con la llegada de los Reyes Magos, se terminó la Navidad. Ya podemos volver a la guerra con nuestro vecino de arriba y a quejarnos de la falta de pasta en la cuenta bancaria. Enero es un mes duro, complicado. Como la ‘Cueña les Cabres’, tiene una pendiente del 23 % solo apta para profesionales. Pero nosotros lo somos. Somos expertos en seguir disfrutando del mundo, aunque nuestra cartera nos mire temblando.

Viaja por España con 35 pavos

Todos tenemos al típico amigo que ha ido a Tailandia y a Los Ángeles, pero solo conoce de Madrid la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Se justifica diciendo que “ya viajará por España cuando esté en el imserso”. Craso error. Nuestro país tiene muchísimo que ofrecer, sea cual sea tu edad. Además, es barato. ¿Qué es lo que queremos? ¡Viajar! ¿Cuándo lo queremos? ¡En enero! Pues a España.

Mi primera recomendación lanza el dardo a las islas. Ya sea Baleares o Canarias son destinos económicos en enero. No te hace falta descuento de residente para catar una ensaimada en Mallorca ni para disfrutar del calorcito en pleno invierno en el sur de Tenerife. Es más, haciendo una búsqueda rápida, observamos que ir a Ibiza está por 20 euros. Si te cansas de la fiesta, recuerda que el lugar tiene mucho que ofrecer: ve la puesta de sol en Sant Antoni de Portmany o pasea por Dalt Vila. Los planes gratis molan más que el chumba chumba.

En la península también encontramos gangas: en el sur, Jerez de la Frontera, Málaga y Sevilla nos invitan a visitarlas por menos de 35 euros; en el norte, por 23 euros podemos sentirnos parte de la monarquía en el Palacio de la Magdalena en Santander o actualizar tu fee de Instagram inmortalizando las Islas Cíes desde la costa de Vigo.

Europa por 50 euros

Que sí, que es posible. No necesitas ni un genio en una lámpara ni vender tu alma al diablo. El sitio europeo más asequible en enero es Colonia. Puedes visitar la cuarta ciudad más importante de Alemania por 21 euros. Colonia fue destruida en la segunda guerra mundial, pero su catedral permaneció intacta pese haber recibido más de 70 bombas durante un ataque. Después de 600 años de construcción, seas creyente o no, ahí tenemos que reconocer que hubo intervención divina. El territorio germano tiene más ciudades en oferta, como son Frankfurt, Hamburgo e incluso su capital, Berlín.

Considerado ‘el balcón más bonito de Europa’, Luxemburgo es un rincón maravilloso. Ahí, en mitad de Francia, Alemania y Bélgica, el Gran Ducado de Luxemburgo es un pobre desconocido que se merece ser explorado. Querrás mudarte al Barrio de Grund, a las orillas de río Alzette, y cenar cada noche en la Rue Münster. Su catedral, su palacio…, todo para ti. Sin aglomeraciones y por 20 pavos.

Por el mismo precio, si eres cinéfilo, estás de suerte: en enero acudir a Malta es un regalo. En el Fuerte Ricasoli, en la localidad de Kalkara -justo enfrente de la Bahía de la Valeta- se han rodado multitud de películas: Ágora, Troya, Gladiator y (redoble de tambores) Juego de Tronos. La ciudad de Mdina, Rabat, el Palacio de San Anton en Attard son algunas localizaciones más famosas de la serie inspirada en los libros de George R. R. Martin.

Antes de que Reino Unido salga de la Unión Europea y te obligue a actualizar el pasaporte, cógete 30 euros y haz una ruta por Londres, Liverpool, Birmingham, Manchester… y quítale el óxido a ese inglés de primaria del que presumes en el currículo. Por 40 euros te vas a esquiar a Suiza o a entrar en calor con una pinta en Irlanda; por 50 conocerás Rumanía o Dinamarca.

Pero es que también duermo…

Aunque dormir está sobrevalorado, y para una inquieta como yo sea una solemne pérdida de tiempo, necesitamos descansar. Viajes por tierra, mar o aire, y por barato que te salga, el hachazo siempre llega a la hora de contratar el alojamiento. Abre tu mente: no te hace falta un hotel de 5 estrellas con jacuzzi interior y un desayuno de reyes a las 8 de la mañana. Vete a un hostal, alquila un apartamento, cómete un bocadillo en el bar de la esquina o comparte casa y vivencias con nativos de la zona. Eso es viajar y no encerrarse entre paredes de oro. ¡Ah! Y tampoco te hacen falta las dos maletas de 25 kilos que cargas siempre, aunque te vayas a 20 kilómetros de casa. Solo complicarán tu movilidad y aumentarán el presupuesto de tu viaje. Si te lo montas bien, con una mochila y una maleta de mano de 10 kilos te da hasta para traerte souvenirs.

Consejo: cómo invitar, quedar bien y, pese a todo, salir ganando

Viajar en enero está tan tirado de precio que, si te estiras un poco, puedes quedar genial invitando a alguien. Con lo que te ha regalado tu abuela en Nochebuena, traficando con el sobre de dinero bajo la mesa, te plantas con tu crush de Tinder en el corazón de Europa y sumas a la experiencia del amor un viaje inolvidable. Tu medio limón querrá ir a medias con todo para no abusar de tu generosidad y tú, aunque no tengas efectivo en la cartera, podrás participar en la transacción. Con PayPal es fácil y solo necesitarás tu móvil: te basta tener el e-mail o el número de teléfono de tu conquista para poder devolverle el dinero de forma rápida y sin comisiones. De ti depende cobrar o no intereses de otra forma (guiño-guiño).