Las familias son universos tan complejos que hasta una película de David Lynch doblada al coreano nos resulta mucho más fácil de comprender. Sin embargo, hay ciertas características que, de forma superficial, distinguen a unas de otras. Las hay de rancio abolengo, con una larga tradición mafiosa, amantes de lo macabro o, como los Zapp, con tantos países recorridos a sus espaldas que, a su lado, la vuelta al mundo de Willy Fog parece un viaje del IMSERSO. ¿Quieres saber dónde acaba de estar esta singular familia? ¡En La Rioja! Y yo te lo voy a contar.

¡Cuando haces pop, ya no hay stop!

Hace algún tiempo, Herman y Cande decidieron hacer las maletas para recorrer el trayecto que separa Argentina de Alaska. Pero pronto se dieron cuenta de que sus ganas de viajar aumentaban al mismo ritmo que su cuentakilómetros y nunca parecía ser un buen momento para volver a casa. Que si ahora que estamos tan cerca sería una pena no visitar tal glaciar, o ese pueblito de allí, o la playa que aparece en tantas postales… ¿Y qué me dices de las cascadas de esta página de la Lonely Planet? Vamos, que les pasó lo mismo que a ti cuando dices eso de “la última y para casa”: que se empezaron a liar y lo que debían ser seis meses fuera de su país se acabaron convirtiendo en 17 años de aventura durante la que han nacido cuatro hijos tan intrépidos como sus padres. Sí, esta es (algo resumida) la historia de los Zapp.

Esta viajera familia, que puede presumir de haber puesto el pie en sitios tan alejados entre sí como Nueva Zelanda, la India o África, ha decidido pasar unos días en La Rioja. Una tierra que, más allá de sus exquisitos caldos y extensos viñedos, es perfecta para recorrer (y disfrutar) con los tuyos.

De cabeza a la calle del Laurel

Después de un largo viaje, la familia Zapp llega a su destino con el estómago vacío. ¿Y qué hace en Logroño alguien a quien el hambre aún no ha hecho perder el sentido común? ¡Bingo! Poner rumbo hacia la calle del Laurel. Famosa por su alta concentración de bares y una amplia (y exquisita) oferta de pinchos, esta arteria de la ciudad es, en cuanto a gastronomía, lo que Broadway a los teatros o Rodeo Drive a las tiendas de lujo, ¡un sitio que no puedes pasar por alto!

¿Qué tiene La Rioja que la hace tan especial? De todo

Tras un reparador sueño, y con la deliciosa cena de la noche anterior aún en el recuerdo, los Zapp empiezan el día dirigiéndose al centro de Fungiturismo de Pradejón, localidad donde se producen más champiñones que en un videojuego de Super Mario Bros. A golpe de paneles, vídeos y actividades interactivas, la troupe conoce los secretos que esconde el cultivo de los hongos. Además, la visita incluye lo único capaz de formar colas kilométricas en el supermercado: una degustación.

El siguiente alto en el camino es para visitar Tierra Rapaz, un lugar mucho mejor que los documentales de La 2 para descubrir cómo viven buitres, águilas, búhos y otras aves rapaces. Así que, si tu único contacto con aves se limita a esquivar (con expresión de pánico y manos protegiendo tu cara incluidos) a las palomas que sobrevuelan tu ciudad, no sería mala idea que te dejaras caer por allí.

Y como tanta actividad acaba abriendo el apetito a cualquiera, el Sopitas, restaurante de cocina regional ubicado en Arnedo, es el lugar elegido para reponer fuerzas. Tras la sobremesa, y sin salir de esta ciudad, llega la hora de visitar el Centro Tecnológico del Calzado, un sitio que, de haberlo conocido Imelda Marcos, no hubiera dudado en convertirlo en su segundo hogar. Antes de caer la tarde, la ruta se detiene en la Bodega Museo Riojania, un espacio donde se recogen elementos característicos de una tierra con tradición de vinos y donde los Zapp aprovechan para cenar antes de dirigirse a la última parada del día: Munilla, un pueblo con unas vistas tan espectaculares que nada tienen que envidiar a las que contempla cada mañana la mujer de Beckham.

Por favor, que no falten las emociones fuertes

En Moscaventur, empresa dedicada a los deportes de aventura en plena naturaleza, saben que un viaje sin una buena dosis de acción es una experiencia tan incompleta como una comida sin postre o un fin de año sin cotillón. Y así es como empieza un nuevo día de los Zapp en La Rioja: disfrutando en el valle de Cidacos de las actividades de ocio más diversas.

Tras descargar más adrenalina que Bruce Willis en todas las entregas de “La Jungla de Cristal”, el recorrido les lleva hasta el pueblo de Enciso, situado en una zona declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera y donde se conservan infinidad de huellas de animales prehistóricos. Tras esta visita, y como los niños siguen con ganas de más, la expedición se dirige hasta El Barranco Perdido, un parque temático de dinosaurios en el que sentirse por un día como los protagonistas de “Jurassic Park”. Para despedirse de esta aventura paleontológica, y antes de poner de nuevo rumbo a Logroño, el grupo recala en el restaurante del parque. ¿Comerán carne de Brontosaurus?

Emular a los Zapp es más fácil de lo que crees

Si has llegado hasta este punto del texto es probable que tus niveles de envidia hayan alcanzado cotas altísimas. Es comprensible. La Rioja tiene tanto por ofrecer que deberías tener el espíritu viajero completamente atrofiado para no querer conocer este lugar. Así que anímate a participar en el concurso para buscar a la familia Zapp española y consigue un viaje a esta región para ti y los tuyos. A estas alturas no puedes quedarte sin conocer La Rioja.

¡Cuando haces pop, ya no hay stop!

Hace algún tiempo, Herman y Cande decidieron hacer las maletas para recorrer el trayecto que separa Argentina de Alaska. Pero pronto se dieron cuenta de que sus ganas de viajar aumentaban al mismo ritmo que su cuentakilómetros y nunca parecía ser un buen momento para volver a casa. Que si ahora que estamos tan cerca sería una pena no visitar tal glaciar, o ese pueblito de allí, o la playa que aparece en tantas postales… ¿Y qué me dices de las cascadas de esta página de la Lonely Planet? Vamos, que les pasó lo mismo que a ti cuando dices eso de “la última y para casa”: que se empezaron a liar y lo que debían ser seis meses fuera de su país se acabaron convirtiendo en 17 años de aventura durante la que han nacido cuatro hijos tan intrépidos como sus padres. Sí, esta es (algo resumida) la historia de los Zapp.

Esta viajera familia, que puede presumir de haber puesto el pie en sitios tan alejados entre sí como Nueva Zelanda, la India o África, ha decidido pasar unos días en La Rioja. Una tierra que, más allá de sus exquisitos caldos y extensos viñedos, es perfecta para recorrer (y disfrutar) con los tuyos.

De cabeza a la calle del Laurel

Después de un largo viaje, la familia Zapp llega a su destino con el estómago vacío. ¿Y qué hace en Logroño alguien a quien el hambre aún no ha hecho perder el sentido común? ¡Bingo! Poner rumbo hacia la calle del Laurel. Famosa por su alta concentración de bares y una amplia (y exquisita) oferta de pinchos, esta arteria de la ciudad es, en cuanto a gastronomía, lo que Broadway a los teatros o Rodeo Drive a las tiendas de lujo, ¡un sitio que no puedes pasar por alto!

¿Qué tiene La Rioja que la hace tan especial? De todo

Tras un reparador sueño, y con la deliciosa cena de la noche anterior aún en el recuerdo, los Zapp empiezan el día dirigiéndose al centro de Fungiturismo de Pradejón, localidad donde se producen más champiñones que en un videojuego de Super Mario Bros. A golpe de paneles, vídeos y actividades interactivas, la troupe conoce los secretos que esconde el cultivo de los hongos. Además, la visita incluye lo único capaz de formar colas kilométricas en el supermercado: una degustación.

El siguiente alto en el camino es para visitar Tierra Rapaz, un lugar mucho mejor que los documentales de La 2 para descubrir cómo viven buitres, águilas, búhos y otras aves rapaces. Así que, si tu único contacto con aves se limita a esquivar (con expresión de pánico y manos protegiendo tu cara incluidos) a las palomas que sobrevuelan tu ciudad, no sería mala idea que te dejaras caer por allí.

Y como tanta actividad acaba abriendo el apetito a cualquiera, el Sopitas, restaurante de cocina regional ubicado en Arnedo, es el lugar elegido para reponer fuerzas. Tras la sobremesa, y sin salir de esta ciudad, llega la hora de visitar el Centro Tecnológico del Calzado, un sitio que, de haberlo conocido Imelda Marcos, no hubiera dudado en convertirlo en su segundo hogar. Antes de caer la tarde, la ruta se detiene en la Bodega Museo Riojania, un espacio donde se recogen elementos característicos de una tierra con tradición de vinos y donde los Zapp aprovechan para cenar antes de dirigirse a la última parada del día: Munilla, un pueblo con unas vistas tan espectaculares que nada tienen que envidiar a las que contempla cada mañana la mujer de Beckham.

Por favor, que no falten las emociones fuertes

En Moscaventur, empresa dedicada a los deportes de aventura en plena naturaleza, saben que un viaje sin una buena dosis de acción es una experiencia tan incompleta como una comida sin postre o un fin de año sin cotillón. Y así es como empieza un nuevo día de los Zapp en La Rioja: disfrutando en el valle de Cidacos de las actividades de ocio más diversas.

Tras descargar más adrenalina que Bruce Willis en todas las entregas de “La Jungla de Cristal”, el recorrido les lleva hasta el pueblo de Enciso, situado en una zona declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera y donde se conservan infinidad de huellas de animales prehistóricos. Tras esta visita, y como los niños siguen con ganas de más, la expedición se dirige hasta El Barranco Perdido, un parque temático de dinosaurios en el que sentirse por un día como los protagonistas de “Jurassic Park”. Para despedirse de esta aventura paleontológica, y antes de poner de nuevo rumbo a Logroño, el grupo recala en el restaurante del parque. ¿Comerán carne de Brontosaurus?

Emular a los Zapp es más fácil de lo que crees

Si has llegado hasta este punto del texto es probable que tus niveles de envidia hayan alcanzado cotas altísimas. Es comprensible. La Rioja tiene tanto por ofrecer que deberías tener el espíritu viajero completamente atrofiado para no querer conocer este lugar. Así que anímate a participar en el concurso para buscar a la familia Zapp española y consigue un viaje a esta región para ti y los tuyos. A estas alturas no puedes quedarte sin conocer La Rioja.

mm
Lo primero que hago al llegar a la playa es buscar el punto más elevado al que huir en caso de tsunami. Soy así de previsora. Cuando no estoy buscando salidas de emergencia o comprando conservas para llenar la despensa del búnker, voy al cine, leo, duermo y finjo ser normal.