Mujer ordenador“Me aterra la idea de un café de Internet. Una habitación donde todos están hablando en silencio, sintiendo en silencio, amando en silencio, comprando en silencio”
Blue Man Group.

El otro día recibi un email que llamó mi atención. Se trataba de una invitación para asistir a una conferencia on-line sobre los Experimentos de Marketing relacionados con la “Efectividad del emailing”.

La idea me rondó la cabeza durante toda la mañana. Una charla on-line es una contradicción muy efectiva.

A mediodía, caminando hacia el restaurante de turno se me ocurrió pensar en la relación entre el trabajo virtual y el ocio virtual. Me gusta el ocio, pero… ¿ocio virtual?

Cada vez somos más los que trabajamos desde una silla en cualquier lugar del mundo, relacionándonos con cientos de personas a miles de kilómetros. Nos comunicamos vía email, por Chat, formamos network communities, jugamos en red, encontramos pareja, nos vamos de vacaciones, compramos, nos divorciamos, montamos debates… Y casi todas estas cosas las hacemos en silencio, acompañados únicamente por el ruido de las teclas.

Me perturbaba la idea de que si puedo asistir a una conferencia on-line… ¿Llegará el día en el que pase mi tiempo libre on-line? ¿tendré amigos virtuales en el otro lado del mundo con los que iré a un concierto on-line a través de video conferencia? ¿Iremos juntos a Pekín en un viaje de realidad virtual? ¿Veremos obras de teatro experimental en 3D?

Y entonces la reflexión se hizo evidente. ¿Será un reemplazo de la comunicación humana?

Eso depende de nosotros. No alienarnos virtualmente consultando el tiempo que hace hoy en la pantalla del AccueWeather, sino girar la cabeza y mirar por al ventana.

Aprovechemos los avances tecnológicos sin dejar de cuidar las relaciones humanas y alimentarlas cada día.

Mujer ordenador“Me aterra la idea de un café de Internet. Una habitación donde todos están hablando en silencio, sintiendo en silencio, amando en silencio, comprando en silencio”
Blue Man Group.

El otro día recibi un email que llamó mi atención. Se trataba de una invitación para asistir a una conferencia on-line sobre los Experimentos de Marketing relacionados con la “Efectividad del emailing”.

La idea me rondó la cabeza durante toda la mañana. Una charla on-line es una contradicción muy efectiva.

A mediodía, caminando hacia el restaurante de turno se me ocurrió pensar en la relación entre el trabajo virtual y el ocio virtual. Me gusta el ocio, pero… ¿ocio virtual?

Cada vez somos más los que trabajamos desde una silla en cualquier lugar del mundo, relacionándonos con cientos de personas a miles de kilómetros. Nos comunicamos vía email, por Chat, formamos network communities, jugamos en red, encontramos pareja, nos vamos de vacaciones, compramos, nos divorciamos, montamos debates… Y casi todas estas cosas las hacemos en silencio, acompañados únicamente por el ruido de las teclas.

Me perturbaba la idea de que si puedo asistir a una conferencia on-line… ¿Llegará el día en el que pase mi tiempo libre on-line? ¿tendré amigos virtuales en el otro lado del mundo con los que iré a un concierto on-line a través de video conferencia? ¿Iremos juntos a Pekín en un viaje de realidad virtual? ¿Veremos obras de teatro experimental en 3D?

Y entonces la reflexión se hizo evidente. ¿Será un reemplazo de la comunicación humana?

Eso depende de nosotros. No alienarnos virtualmente consultando el tiempo que hace hoy en la pantalla del AccueWeather, sino girar la cabeza y mirar por al ventana.

Aprovechemos los avances tecnológicos sin dejar de cuidar las relaciones humanas y alimentarlas cada día.