Últimamente nos los pensamos dos veces antes de coger el coche para desplazarnos, y es que parece que se hayan alineado los astros: el precio del combustible está por las nubes, el mantenimiento del vehículo requiere una inversión constante y, además, parece que cada vez tengamos más conciencia de los efectos de nuestras acciones en el medio ambiente. Pero, ¿sabías que es posible reducir el consumo de combustible, y por lo tanto sus repercusiones, mediante la llamada “conducción eficiente”?

Y que además, en la mayoría de ocasiones, una conducción eficiente es sinónimo de una conducción segura, así que salimos ganando por partida doble. :)

El truco, preparar bien el viaje: Planificando tu ruta con antelación podrás buscar descuentos con Vía T y hasta investigar si te interesa compartir coche. ¿Te contamos cómo hacerlo?

Preparar el viaje sobre papel y dejar los documentos en la guantera del coche es una buena opción, porque en caso de desorientarnos, la memoria visual puede convertirse en nuestra mejor aliada. Foto de @Ben W en Flickr.
Preparar el viaje sobre papel y dejar los documentos en la guantera del coche es una buena opción, porque en caso de desorientarnos, la memoria visual puede convertirse en nuestra mejor aliada. Foto de @Ben W en Flickr.

 

¿Qué hacer dentro del vehículo? 

Las ventanillas: el duelo ventanillas vs. aire acondicionado es seguramente una de las conversaciones más repetidas hasta en las mejores familias. Pues a partir de ahora tendrás el las de ganar, porque ésta es la respuesta: mientras estamos en movimiento, es muy conveniente favorecer el coeficiente aerodinámico del dispositivo, con lo que mantener las ventanillas subidas es sin lugar a dudas la mejor decisión que podríamos tomar.

Así, el uso del aire acondicionado se erige como la mejor alternativa a la hora de crear un clima interior que nos resulte agradable, pero debemos tener en cuenta que hacer un uso responsable de él pasa por graduarlo en consonancia con la temperatura exterior: es decir, el objetivo es crear la mínima diferencia térmica entre el interior y el exterior del vehículo.

La carga: a estas alturas todos sabemos que cuanta más carga transportemos, más combustible necesitaremos para hacer funcionar el vehículo. Ahora bien, ¿sabías que no es solamente una cuestión de peso, sino también de espacio y forma? Efectivamente, una buena distribución tanto de los viajeros como de los paquetes puede tener efectos notables en el consumo final de energía. El objetivo: el tan buscado equilibrio.

¿Y durante el camino? 

Cuando ya estés en movimiento es muy importante mantener el ritmo y estar informado del estado del tráfico en tiempo real, ya que así evitarás el desgaste (tanto humano como material) de las tan temidas caravanas. Para ello, es interesante contemplar la posibilidad de desplazarnos por autopista siempre que sea posible, puesto que es la forma más efectiva de evitar los atascos. Además, la autopista es el tipo de vía que permite llevar a cabo una conducción más eficiente, a base de marchas largas y pocos cambios de ritmo y de dirección.

La presión de los pneumáticos:  los grandes olvidados del vehículo,cuando en realidad son uno de los principales consumidores de combustible si se mantienen con una presión inferior a la requerida, y al revés, cuando están excesivamente hinchados, pueden ser la causa de un accidente. Así, pues, es recomendable revisarlos no solamente antes de partir, sino también durante un viaje largo.

Y con el combustible, ¿cómo ahorrar? 

Conocer y escuchar al vehículo: ésta es la mejor forma de evitar que forcemos el mecanismo, especialmente a la hora de cambiar de marcha, puesto que así no revolucionaremos en exceso el motor.

Curvas bajo control: porque, efectivamente, las curvas son el mejor indicador para saber hasta qué punto nos sentimos cómodos al volante. Con ello, el objetivo sería conducir con una marcha el máximo de larga –la cual consumiría menos combustible- y que nos permita a la vez mantener una velocidad constante, dado que los cambios de ritmo requieren un mayor gasto de energía.

¿Qué hacer en casos de emergencia?

Ponte en situación: ¿qué harías en caso de accidente o avería? Es cierto que no podemos trascender los límites de lo imprevisible, pero ensayar posibles reacciones ante situaciones inesperadas, puede llegar a reconducir nuestra actitud ante la adversidad. Así podríamos lograr autoimponernos la calma como el primer eslabón donde sustentarnos y pensar en frío los siguientes pasos a seguir, ¡sin olvidar tomar todas las precauciones de seguridad para ser vistos por parte del resto de conductores!

Sé previsor: ten a mano los números de teléfono donde acudir en caso de emergencia y, si puede ser, llévalos siempre en el mismo lugar para que accedas a ellos automáticamente, sin tener que pararte a pensar dónde los guardaste.

¿Y con la música?

Muy importante: prepararse una buena lista de música, ¡ella puede ser una gran compañera!

Últimamente nos los pensamos dos veces antes de coger el coche para desplazarnos, y es que parece que se hayan alineado los astros: el precio del combustible está por las nubes, el mantenimiento del vehículo requiere una inversión constante y, además, parece que cada vez tengamos más conciencia de los efectos de nuestras acciones en el medio ambiente. Pero, ¿sabías que es posible reducir el consumo de combustible, y por lo tanto sus repercusiones, mediante la llamada “conducción eficiente”?

Y que además, en la mayoría de ocasiones, una conducción eficiente es sinónimo de una conducción segura, así que salimos ganando por partida doble. :)

El truco, preparar bien el viaje: Planificando tu ruta con antelación podrás buscar descuentos con Vía T y hasta investigar si te interesa compartir coche. ¿Te contamos cómo hacerlo?

Preparar el viaje sobre papel y dejar los documentos en la guantera del coche es una buena opción, porque en caso de desorientarnos, la memoria visual puede convertirse en nuestra mejor aliada. Foto de @Ben W en Flickr.
Preparar el viaje sobre papel y dejar los documentos en la guantera del coche es una buena opción, porque en caso de desorientarnos, la memoria visual puede convertirse en nuestra mejor aliada. Foto de @Ben W en Flickr.

 

¿Qué hacer dentro del vehículo? 

Las ventanillas: el duelo ventanillas vs. aire acondicionado es seguramente una de las conversaciones más repetidas hasta en las mejores familias. Pues a partir de ahora tendrás el las de ganar, porque ésta es la respuesta: mientras estamos en movimiento, es muy conveniente favorecer el coeficiente aerodinámico del dispositivo, con lo que mantener las ventanillas subidas es sin lugar a dudas la mejor decisión que podríamos tomar.

Así, el uso del aire acondicionado se erige como la mejor alternativa a la hora de crear un clima interior que nos resulte agradable, pero debemos tener en cuenta que hacer un uso responsable de él pasa por graduarlo en consonancia con la temperatura exterior: es decir, el objetivo es crear la mínima diferencia térmica entre el interior y el exterior del vehículo.

La carga: a estas alturas todos sabemos que cuanta más carga transportemos, más combustible necesitaremos para hacer funcionar el vehículo. Ahora bien, ¿sabías que no es solamente una cuestión de peso, sino también de espacio y forma? Efectivamente, una buena distribución tanto de los viajeros como de los paquetes puede tener efectos notables en el consumo final de energía. El objetivo: el tan buscado equilibrio.

¿Y durante el camino? 

Cuando ya estés en movimiento es muy importante mantener el ritmo y estar informado del estado del tráfico en tiempo real, ya que así evitarás el desgaste (tanto humano como material) de las tan temidas caravanas. Para ello, es interesante contemplar la posibilidad de desplazarnos por autopista siempre que sea posible, puesto que es la forma más efectiva de evitar los atascos. Además, la autopista es el tipo de vía que permite llevar a cabo una conducción más eficiente, a base de marchas largas y pocos cambios de ritmo y de dirección.

La presión de los pneumáticos:  los grandes olvidados del vehículo,cuando en realidad son uno de los principales consumidores de combustible si se mantienen con una presión inferior a la requerida, y al revés, cuando están excesivamente hinchados, pueden ser la causa de un accidente. Así, pues, es recomendable revisarlos no solamente antes de partir, sino también durante un viaje largo.

Y con el combustible, ¿cómo ahorrar? 

Conocer y escuchar al vehículo: ésta es la mejor forma de evitar que forcemos el mecanismo, especialmente a la hora de cambiar de marcha, puesto que así no revolucionaremos en exceso el motor.

Curvas bajo control: porque, efectivamente, las curvas son el mejor indicador para saber hasta qué punto nos sentimos cómodos al volante. Con ello, el objetivo sería conducir con una marcha el máximo de larga –la cual consumiría menos combustible- y que nos permita a la vez mantener una velocidad constante, dado que los cambios de ritmo requieren un mayor gasto de energía.

¿Qué hacer en casos de emergencia?

Ponte en situación: ¿qué harías en caso de accidente o avería? Es cierto que no podemos trascender los límites de lo imprevisible, pero ensayar posibles reacciones ante situaciones inesperadas, puede llegar a reconducir nuestra actitud ante la adversidad. Así podríamos lograr autoimponernos la calma como el primer eslabón donde sustentarnos y pensar en frío los siguientes pasos a seguir, ¡sin olvidar tomar todas las precauciones de seguridad para ser vistos por parte del resto de conductores!

Sé previsor: ten a mano los números de teléfono donde acudir en caso de emergencia y, si puede ser, llévalos siempre en el mismo lugar para que accedas a ellos automáticamente, sin tener que pararte a pensar dónde los guardaste.

¿Y con la música?

Muy importante: prepararse una buena lista de música, ¡ella puede ser una gran compañera!

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