Más allá de la inevitable subida de las temperaturas, hay una señal inequívoca, al menos en Barcelona, de que el
Estaremos todos de acuerdo en que, por muchos motivos, este 2016 está dejando mucho que desear y sólo queremos que
Carla Rovira vive en Sants, dentro del distrito más grande de Barcelona, pero le basta con moverse 500 metros a