Cuando viajamos, cualquier aspecto nos resulta digno de ver. Desde esa mujer que tiende ropa de colores en una azotea de Portugal hasta la Gran Muralla China al atardecer. Conocemos las mejores playas, los mejores lagos, sí, pero. . . ¿qué pasa con los balcones? Sigue y lo descubrirás.

1. Jaisalmer (India)

Si viajas al estado de Rajastán, te sorprenderá descubrir los famosos havelis, antiguas mansiones de mercaderes aderezadas de arenisca, frescos y otros componentes high class de la época. Espacios que alcanzan una espectacularidad única en lugares como la Ciudadela de Jaisalmer, puro icono de la opulencia hindú.

2. Casa Batlló (España)

Si te dejas caer por el centro de Barcelona puede que en algún momento te sientas en cierto País de las Maravillas. Embajador de un naturalismo catalán que hizo suyo como ningún otro artista, Antonio Gaudí demostró que las ideas más locas pueden ser atemporales. Para ejemplo, los balcones de la Casa Batlló.

3. Palacio de Buckingham (Reino Unido)

Tanto Lady Di como Meghan Markle como Kate Middleton saludaron desde este balcón una vez al resto de los mortales. Y aunque el tapete rojo tan mono de las bodas reales esté en el armario, acercarse a ver este símbolo de la realeza es un must durante cualquier visita a Londres.

4. Verona (Italia)

No sé si será verdad o no, pero muchos dicen que en cierto balcón de la ciudad de Verona, la misma de Romeo y Julieta, se asomó una vez la hija rebelde de los Capuletto. Un icono para viejos soñadores que, en su afán por en encontrar el amor, deberán tocar levemente los senos de la estatua de Julieta ubicada en el jardín.

5. Sidi Bou Said (Túnez)

Considerada como una de las ciudades más famosas de Túnez, Sidi Bou Said puede presumir de tener los balcones más azules del mundo, estampa de un paraíso de casas encaladas, palmeras y bares de cous cous que se funden con el  Mediterráneo formando el lienzo blanquiazul definitivo.

6. Nueva Orleans (Estados Unidos)

El Barrio Francés de Nueva Orleans es un lugar donde conviven todas las influencias coloniales de esta ciudad sureña. Un entramado cuyas calles se llenan de susurros de espíritus, colorines o balcones tan cucos como este, un icono situado entre las calles Royal y St. Peters.

7. Cartagena de Indias (Colombia)

Paseando por las calles de la Ciudad Amurallada de Cartagena, en el Caribe colombiano, uno se queda maravillado viendo los balcones coloniales llenos de palma y buganvilla. Rincones de cuento que una vez también enamoraron al escritor Gabriel García Márquez, hijo adoptivo de esta ciudad de vallenato, historia y color.

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Alicantino de nacimiento, amante de cualquier lugar con mínimas de 25ºC. Mi debilidad es escribir en cafés secretos, tengo curry en las venas y una palmera tatuada (tiene su miga, aunque no lo parezca). Una vez gané un premio en Japón.