Hay diferentes formas de pasar el fin de semana. Algunos lo pasan en el sofá, unos se ponen las botas y se lanzan a caminar por el monte, otros aprovechan para ir al cine o al teatro y a cenar… Yo hago castells. Sí señor, pudiendo quedarme calentito en la cama y hacer zapping con un gran bol de cereales, madrugo, me enfundo la camisa de mi colla, me envuelvo con la faja de lana y ¡arriba!.
Para los que no conoceis los castells os diré que no sólo es una tradición absurda más (bueno, quizas sí), es una actividad en equipo en el que la compenetración, la confianza y el compañerismo son vitales. Niños pequeños al lado de adultos y ancianos compartiendo la experiencia de atar bien una buena pinya y levantar una construcción de personas. No hay margen de error, no hay lugar para las rivalidades ni los rencores. Es emoción, esfuerzo y pasión mezclado en un mismo cóctel. Y aparte es una excusa genial para hacer un poco de turismo.
Este fin de semana ha sido muy especial para mi. En primer lugar porque ha sido la primera actuación que hemos hecho este año. En segundo lugar porque actuábamos en Lleida, que es una plaza en la que actuar siempre es un honor. Y en tercer lugar porque este año me he bajado de las estructuras y salido de las “pinyes” para dirigir el cotarro desde fuera.
La verdad es que acercarse a Lleida y ver la Seu en el horizonte ya pone la piel de gallina. Las orillas del Segre, cubiertas de cesped, no pierden su atractivo ni aunque llueva. Y qué decir de la Plaça de la Paeria, esa plaza a la que los años son incapaces de robarle ni una pizca de majestuosidad. El mejor escenario para una buena actuación de castells.
La verdad es que os animo. Si tenéis una Colla Castellera cerca, id a algun ensayo y probadlo. Si hacen una actuación castellera cerca, id a verla. Acercaos, probad, degustad. Y que no os dé miedo aprender: poner en práctica el espíritu casteller en todo lo que haces es una gran idea. Buscar la mejor solución de la forma más simple posible, reforzar a los compañeros que flojean, sustituir sin pensárselo a los que no pueden seguir adelante y luchar para que todos lleguen al objetivo común, sin excepción ni dejar a nadie atras. Lo importante es el grupo y las cualidades excepcionales de cada individuo no se diluyen en la multitud, la levantan. Lo importante es conseguir lo que te propones. Yo funciono así en Atrápalo. ¿Y tu? ¡Pruébalo!
Y sobre todo no os perdáis Lleida: tiene ese algo que no puedes dejar escapar.
Hay diferentes formas de pasar el fin de semana. Algunos lo pasan en el sofá, unos se ponen las botas y se lanzan a caminar por el monte, otros aprovechan para ir al cine o al teatro y a cenar… Yo hago castells. Sí señor, pudiendo quedarme calentito en la cama y hacer zapping con un gran bol de cereales, madrugo, me enfundo la camisa de mi colla, me envuelvo con la faja de lana y ¡arriba!.
Para los que no conoceis los castells os diré que no sólo es una tradición absurda más (bueno, quizas sí), es una actividad en equipo en el que la compenetración, la confianza y el compañerismo son vitales. Niños pequeños al lado de adultos y ancianos compartiendo la experiencia de atar bien una buena pinya y levantar una construcción de personas. No hay margen de error, no hay lugar para las rivalidades ni los rencores. Es emoción, esfuerzo y pasión mezclado en un mismo cóctel. Y aparte es una excusa genial para hacer un poco de turismo.
Este fin de semana ha sido muy especial para mi. En primer lugar porque ha sido la primera actuación que hemos hecho este año. En segundo lugar porque actuábamos en Lleida, que es una plaza en la que actuar siempre es un honor. Y en tercer lugar porque este año me he bajado de las estructuras y salido de las “pinyes” para dirigir el cotarro desde fuera.
La verdad es que acercarse a Lleida y ver la Seu en el horizonte ya pone la piel de gallina. Las orillas del Segre, cubiertas de cesped, no pierden su atractivo ni aunque llueva. Y qué decir de la Plaça de la Paeria, esa plaza a la que los años son incapaces de robarle ni una pizca de majestuosidad. El mejor escenario para una buena actuación de castells.
La verdad es que os animo. Si tenéis una Colla Castellera cerca, id a algun ensayo y probadlo. Si hacen una actuación castellera cerca, id a verla. Acercaos, probad, degustad. Y que no os dé miedo aprender: poner en práctica el espíritu casteller en todo lo que haces es una gran idea. Buscar la mejor solución de la forma más simple posible, reforzar a los compañeros que flojean, sustituir sin pensárselo a los que no pueden seguir adelante y luchar para que todos lleguen al objetivo común, sin excepción ni dejar a nadie atras. Lo importante es el grupo y las cualidades excepcionales de cada individuo no se diluyen en la multitud, la levantan. Lo importante es conseguir lo que te propones. Yo funciono así en Atrápalo. ¿Y tu? ¡Pruébalo!
Y sobre todo no os perdáis Lleida: tiene ese algo que no puedes dejar escapar.
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