A trepar, que son dos días
Millones de chimpancés no pueden estar equivocados: trepar es, además de divertido, uno de los ejercicios más completos que uno puede hacer para mantenerse en forma.
Millones de chimpancés no pueden estar equivocados: trepar es, además de divertido, uno de los ejercicios más completos que uno puede hacer para mantenerse en forma.
En Barcelona podrías practicarlo encaramándote a la Sagrada Familia o subiendo por la fachada de la Torre Agbar, pero te propongo algo más seguro y menos exigente: que pruebes tus aptitudes escaladoras en alguno de los rocódromos bajo techo que tiene la ciudad. Y no te preocupes por tu capacidad en lo vertical o por tu miedo a las alturas: la escalada indoor es una disciplina segura y que se adapta al nivel, por bajo que sea, de los que se atreven a intentarla. Así que pringa tus manos con magnesio y… ¡p’arriba!
Sharma Climbing BCN
Chris Sharma es a la escalada lo que Messi al fútbol. Este carismático californiano abrió, en 2015, uno de los templos de la verticalidad deportiva en la ciudad. Su rocódromo de más de 1.400 metros cuadrados (con gimnasio, sala de yoga y un buen bar) es una gozada tanto para practicantes experimentados como para novatos. El mismísimo Jason Momoa (Khal Drogo en Juego de Tronos), buen amigo del jefe, se pasa a veces por allí.
Deu Dits
Históricos de la ascensión de paredes en BCN desde 2001, tienen en la actualidad un fantástico local en el Poblenou. Especializados en boulder (la escalada sin cuerda, más técnica y a alturas que no pasan de los pocos metros), también organizan salidas para practicar el deporte en roca.
Climbat La Foixarda
Otro de los clásicos barceloneses para los amantes de agarrarse a presas en desplomados imposibles. Este centro municipal dispone de unas instalaciones espectaculares, con paredes de hasta 15 metros.
Free Bloc
Un pequeño gimnasio dedicado exclusivamente a la escalada en el barrio de Sants, equipado con 300 metros cuadrados de superficie trepable.
Rocòdrom Can Batlló
En el primer piso del bloque 11 de este recinto fabril se encuentra un rocódromo muy característico: además de estar autogestionado (y de tener una entrada muy económica), los miércoles el uso preferente de las paredes lo tienen las escaladoras.