Si estás a dieta, te va lo de contar calorías o piensas que como lo nuestro no hay nada ni es digno comparar, este no es tu artículo. En cambio si tú también eres un viajero-gastronomista y te encanta atreverte con lo más típico de cada país, ve preparando el babero porque estos son los 8 platos que tienes que probar.

1) Penang Assam Lasa, Malasia:

Picante, amargo y contundente. Estas tres palabras no pueden describir el sabor de este plato típico malasio. Aunque cumple las tres normas básicas de la comida asiática (caldo/fideos/repetir) este plato no se puede ni comparar a sus hermanos. La combinación entre caldo de pescado y especias picantes lo convierten en una especialidad que roza lo adictivo. Y dicen que los mejores se encuentran en los puestos callejeros malasios.

Foto de Avlxyz/Flickr
Foto de Avlxyz/Flickr

 

2) Moamba de pollo, Angola:

Dicen que lo que no mata engorda, y este plato intenta hacer las dos cosas. Pero está FABULOSO. La moamba de pollo está cocinada con pollo – obvio -, pimientos, sal, ocra, arroz (una planta africana) y generosos chorros del famoso aceite de palma, delicioso pero letal para las arterias. Sabe a ingredientes frescos y a África y una vez en la vida no hace daño a nadie, ¿verdad?

Foto de angsarap.net
Foto de angsarap.net

 

3) Champ, Irlanda:

El champ irlandés no es el típico puré de patatas con carne que te puedes encontrar en media toda Europa. La famosa variedad irlandesa no mezcla la mantequilla con el puré de patatas durante la cocción, el ‘champ’ consiste en dejar que un trozo gordote de mantequilla se deshaga con el propio calor del puré al servir el plato, creando una deliciosa y ‘sanísima’ piscinita de manteca.

Foto de crd!/Flickr
Foto de crd!/Flickr

 

4) Feijoada, Brasil:

Si te pensabas que en los climas tropicales se llevan los platos  ligeros es que no conocías la ‘feijoada’ (frijolada en castellano), ya que el famoso guiso brasileño es ideal para los días del mal tiempo. Cada región – y cada madre – tiene su receta propia pero siempre tiene dos ingredientes comunes: los frijoles negros y una exquisita mezcla de carnes saladas y ahumadas.

feijoada

 

5) Musaka de berenjenas y cordero, Grecia:

La mal conocida como ‘lasaña griega’ es una delicia de la gastronomía mediterránea con demasiados clones de mala calidad. Preparar bien una musaka de cordero y berenjena tradicional requiere mucho tiempo, mucha maña para que que la carne, el queso y el tomate se acomoden perfectamente entre ellos y un aceite virgen de alta calidad. Huye de imitaciones. 

musaka

 

6) Pollo frito al estilo sureño, Estados Unidos:

Y no estamos hablando del pollo famoso por una cadena de restaurantes de comida rápida. Estamos hablando de El Pollo Frito Sureño, un clásico en Mississippi, Lousiana o Alabama. Cada local, casa, restaurante y/o bar tiene una mezcla secreta de hierbas y especias que le regalan al pollo un sabor imposible de repetir y su recubierto de crujiente lo convierten en un plato por el que bien vale la pena desviarse de las rutas turísticas.

pollo

 

7) Tajine, Marruecos:

El tajine pueden ser dos cosas, el icónico recipiente de barro con tapa cónica y el delicioso guiso que se prepara dentro de él. La lenta cocción de la carne – el recipiente no admite prisas – nos asegura que el vapor y el calor cocinaran los ingredientes en su jugo, llenándolo de aromas y sabores. Si aún no lo has probado, Marruecos está cerquita y el viaje vale la pena ;).

tajine

 

8) Cebiche, Perú:

La estrella de la cocina peruana es, sin duda, el cebiche (también se acepta ‘ceviche’), un plato imprescindible que se compone básicamente de pescado, cítricos y especias. El pescado crudo – blanco, azul o marisco – se cuece al frío con los ácidos del zumo de limón o la lima y los buenos cocineros lo adrezan con un sinfín de especias, hierbas aromáticas, ajís picantes y otros condimentos para potenciar su sabor. El cebiche es tan famoso que muchos países latinoamericanos tienen su versión y cada uno de ellos considera que el suyo es el mejor.

ceviche

 

¿Qué tal el hambre? ¿Crees que nos hemos dejado alguno?

Si estás a dieta, te va lo de contar calorías o piensas que como lo nuestro no hay nada ni es digno comparar, este no es tu artículo. En cambio si tú también eres un viajero-gastronomista y te encanta atreverte con lo más típico de cada país, ve preparando el babero porque estos son los 8 platos que tienes que probar.

1) Penang Assam Lasa, Malasia:

Picante, amargo y contundente. Estas tres palabras no pueden describir el sabor de este plato típico malasio. Aunque cumple las tres normas básicas de la comida asiática (caldo/fideos/repetir) este plato no se puede ni comparar a sus hermanos. La combinación entre caldo de pescado y especias picantes lo convierten en una especialidad que roza lo adictivo. Y dicen que los mejores se encuentran en los puestos callejeros malasios.

Foto de Avlxyz/Flickr
Foto de Avlxyz/Flickr

 

2) Moamba de pollo, Angola:

Dicen que lo que no mata engorda, y este plato intenta hacer las dos cosas. Pero está FABULOSO. La moamba de pollo está cocinada con pollo – obvio -, pimientos, sal, ocra, arroz (una planta africana) y generosos chorros del famoso aceite de palma, delicioso pero letal para las arterias. Sabe a ingredientes frescos y a África y una vez en la vida no hace daño a nadie, ¿verdad?

Foto de angsarap.net
Foto de angsarap.net

 

3) Champ, Irlanda:

El champ irlandés no es el típico puré de patatas con carne que te puedes encontrar en media toda Europa. La famosa variedad irlandesa no mezcla la mantequilla con el puré de patatas durante la cocción, el ‘champ’ consiste en dejar que un trozo gordote de mantequilla se deshaga con el propio calor del puré al servir el plato, creando una deliciosa y ‘sanísima’ piscinita de manteca.

Foto de crd!/Flickr
Foto de crd!/Flickr

 

4) Feijoada, Brasil:

Si te pensabas que en los climas tropicales se llevan los platos  ligeros es que no conocías la ‘feijoada’ (frijolada en castellano), ya que el famoso guiso brasileño es ideal para los días del mal tiempo. Cada región – y cada madre – tiene su receta propia pero siempre tiene dos ingredientes comunes: los frijoles negros y una exquisita mezcla de carnes saladas y ahumadas.

feijoada

 

5) Musaka de berenjenas y cordero, Grecia:

La mal conocida como ‘lasaña griega’ es una delicia de la gastronomía mediterránea con demasiados clones de mala calidad. Preparar bien una musaka de cordero y berenjena tradicional requiere mucho tiempo, mucha maña para que que la carne, el queso y el tomate se acomoden perfectamente entre ellos y un aceite virgen de alta calidad. Huye de imitaciones. 

musaka

 

6) Pollo frito al estilo sureño, Estados Unidos:

Y no estamos hablando del pollo famoso por una cadena de restaurantes de comida rápida. Estamos hablando de El Pollo Frito Sureño, un clásico en Mississippi, Lousiana o Alabama. Cada local, casa, restaurante y/o bar tiene una mezcla secreta de hierbas y especias que le regalan al pollo un sabor imposible de repetir y su recubierto de crujiente lo convierten en un plato por el que bien vale la pena desviarse de las rutas turísticas.

pollo

 

7) Tajine, Marruecos:

El tajine pueden ser dos cosas, el icónico recipiente de barro con tapa cónica y el delicioso guiso que se prepara dentro de él. La lenta cocción de la carne – el recipiente no admite prisas – nos asegura que el vapor y el calor cocinaran los ingredientes en su jugo, llenándolo de aromas y sabores. Si aún no lo has probado, Marruecos está cerquita y el viaje vale la pena ;).

tajine

 

8) Cebiche, Perú:

La estrella de la cocina peruana es, sin duda, el cebiche (también se acepta ‘ceviche’), un plato imprescindible que se compone básicamente de pescado, cítricos y especias. El pescado crudo – blanco, azul o marisco – se cuece al frío con los ácidos del zumo de limón o la lima y los buenos cocineros lo adrezan con un sinfín de especias, hierbas aromáticas, ajís picantes y otros condimentos para potenciar su sabor. El cebiche es tan famoso que muchos países latinoamericanos tienen su versión y cada uno de ellos considera que el suyo es el mejor.

ceviche

 

¿Qué tal el hambre? ¿Crees que nos hemos dejado alguno?