Me gusta Barcelona por muchas razones: su gran oferta cultural y musical es una de ellas, pero también las calles llenas de grafitis y los eventos más sofisticados. Rebuscando, he dado con una interesante propuesta que nos llevará en cohete a las estrellas.

Pegadito a la Rambla encontramos un impresionante edificio inaugurado en 1847: el Gran Teatre del Liceu o, sencillamente, el Liceo. Allí podemos disfrutar de grandes óperas, conciertos y espectáculos de danza, pero también de formatos más innovadores como el ciclo Off Liceu – Diálogos musicales, que no se limita a presentar formaciones musicales, audiovisuales y poéticas del panorama nacional, sino que busca crear un debate posterior entre creadores y público.

Un teatro de cine

El próximo día 15 de junio podremos disfrutar de Brahms y Strauss en un concierto encabezado por el pianista francés François-Frédéric Guy. Si no sabéis quién es, no os preocupéis: como vivimos en la era de Internet basta con googlear su nombre para ver unos cuantos vídeos suyos. A mí me parece sobrecogedor cómo toca y creo que perderse su actuación en el Liceu sería un error.

© Benjamin de Diesbach

De la mano del artista —o de sus manos, más bien— podremos disfrutar del Concierto para piano núm. 2, en Si bemol mayor, op. 83 de Johannes Brahms. Pero ahí no acaba la cosa, porque la Orquesta Sinfónica del Liceu interpretará el poema sinfónico de Richard Strauss Also sprach Zarathustra, op. 30. En castellano es Así habló Zaratustra y, amigo filósofo, ya sé lo que estás pensando: en efecto, es una hermosa traducción musical de la obra de Nietzsche del mismo nombre.

Si todavía no te suena de nada, y llevas un rato preguntándote por qué el apartado se llama Un teatro de cine, te daré una pista: la introducción o Amanecer de esta pieza es archiconocida por salir en una película de ciencia ficción. ¿No caes? Sí, hombre, sí, esa que suena “Na… naa… naaa… Nanáaa… Pum pum pum pum pum pum”. Vale, ya has acertado, ¿no? En efecto, la famosa escena de 2001: una odisea en el espacio en la que el mono utiliza un hueso como herramienta.

© Antoni Bofill

Me atrevo a decir que 2001 es una de las películas más icónicas de la historia y, si no lo es, que venga HAL 9000 y me mate, pero estoy segura de que disfrutarás del concierto tanto si eres fan como si crees que la ciencia ficción es solo un rollo de frikis (en cuyo caso solo puedo desear que la fuerza te acompañe en tus andanzas).

El Liceu en femenino

Si ese día no estás en Barcelona o tienes una cita ineludible (aunque no sé qué pueden ser más importante), no te preocupes porque hay Liceu para rato: desde hoy mismito, 11 de junio, se pondrán a la venta las entradas de la temporada 2018/19 para el público general.

La apuesta por atraer a todo tipo de públicos es clara. Entre las propuestas más conocidas destaca la mítica Madama Butterfly, que nos cuenta la historia de una geisha japonesa herida en su orgullo y en su honor por el teniente norteamericano Pinkerton. También podremos disfrutar de la imprescindible Tosca, de Puccini.

En cuanto a las innovaciones, el uso de las tecnologías estará presente, por ejemplo, en el caso de la ópera Rodelinda, cuya puesta en escena incluye un enorme edificio móvil y proyecciones en gran formato. También hay espectáculos familiares y, en contraste, propuestas como Les pêcheurs de perles, una ópera que vuelve al Liceu, 54 años después de su última representación, convertida en un reality show.

Este nuevo periodo tiene una marcada presencia femenina. Destacan las protagonistas femeninas en los títulos operísticos y cabe destacar, especialmente, la participación de 3 importantes directoras de escena: Portaceli, de Beer y Miskimmon prometen arrasar con sus trabajos. Y es que, sin duda, los cambios de los últimos años están sirviendo para que las mujeres desempeñen, por fin, el rol que se merecen en el panorama artístico.

 

Como señala Christina Scheppelmann, directora artística del Liceu: “Intentamos buscar espacios de disrupción, creatividad y sorpresa. Buscamos también el equilibrio de propuestas que puedan ampliar el horizonte de nuestro público”. Y qué mejor forma de hacerlo que aportando un nuevo punto de vista, como puede ser el femenino.

Las mujeres también son, por supuesto, protagonistas de algunos textos. Por ejemplo, podremos disfrutar del complejo personaje de Katia Kabanova, un título pesimista y sórdido en el que la estética (la soviética, concretamente) juega un papel crucial y en el que se indaga sobre la liberación de las mujeres.

© Gran Teatre del Liceu

Con este despliegue tan variado no me podrás decir que la ópera y los clásicos no te interesan. Y, además, ya tienes excusa para visitar o revisitar Barcelona, catar un poco de playa o descubrir los rincones modernistas.

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Crecí en el norte y viajo buscando el mar. Me encanta el olor de los laboratorios de fotografía y los libros viejos. A veces me pongo digital y escribo en blogs sobre cosas.