Imagino que pasa lo mismo que cuando te encuentras a un compañero del instituto por la calle. “¡Qué ilusión verte!” “Tenemos que quedar para cenar” “Abro un evento en el Facebook y convoco a toda la clase” “¡Perfecto! Organízalo. Nos vemos” Y lo que sigue, lo sabe todo el mundo.

Los tiros con la serie “Friends” deben ir por ahí. Matt Leblanc (Joey) coincide con David Schwimmer (Ross). “¿Cómo va eso, David?” “¡Qué ilusión verte, Matt!” “Tenemos que quedar para cenar o, mejor aún, para salir en un especial de dos horas en la televisión” “Abro un evento en el Facebook y convoco al resto del reparto” “¡Perfecto! Organízalo. Yo me encargo de filtrarlo a la prensaY lo que sigue, lo sabe todo el mundo que lleve años leyendo que se van a reunir para que luego quede en nada.

[redbox text=”A mí, que no se haga la cena de ex alumnos casi me alivia, pero que los de “Friends” jueguen con mis sentimientos… ¡Eso no se hace! No se puede tratar así a alguien que el primer día de emisión de “Friends estaba allí.” position=”right”]

A mí, que no se haga la cena de ex alumnos casi me alivia, pero que los de “Friends” jueguen con mis sentimientos… ¡Eso no se hace! No se puede tratar así a alguien que el primer día de emisión de “Friends” (cuando Canal + combinaba las rayitas del porno y el fútbol con programación en abierto para todos) estaba allí. Que cuando la repusieron, también, que cuando la volvieron a reponer, también… Que cuando alguien dice que fue al Tibidabo, piensa que le están tirando la caña (y teniendo en cuenta que vivo en Barcelona, eso se traduce en muchos chascos y situaciones ridículas) y que cuenta en mississippis

Alguien que, evidentemente, viajó hasta Nueva York y recorrió las localizaciones de la serie. Porque sí, porque aunque la ficción se rodaba en escenarios de cartón piedra lejos de la Gran Manzana, se puede hacer una ruta por la ciudad recordando la que fue una de las mejores sitcoms de la historia (¿la mejor hasta la fecha?). Vayas cuando vayas (antes, durante o después del especial) y vayas con quien vayas (fan o no de la serie; eso puede pasar, no le culpes) quédate con esta guía porque recoge algunos de los rincones más chulos (y televisivos) de Manhattan.

El de la casa donde viven

Lo primero que se debe hacer cuando se pisa Nueva York es buscar el edificio donde vivían Monica, Rachel, Chandler y Joey. Que no te pueda la emoción del momento, porque acabarás sacándote fotos en todas las fachadas de Greenwich Village. Los pisos que buscamos están en la esquina de Bedfrod Street y Grove Street.

No intentes entrar, no te dejarán y, total, los apartamentos de “Friends” eran de mentira, sets construidos en platós con público en Los Ángeles.

Greenwich Village es un barrio precioso, vale la pena pasear por él y, ya que estás, hacer un crossover y comprarte un red velvet en la pastelería de las chicas de “Sexo en Nueva York”, Magnolia’s Bakery. La original está en 401 Bleecker Street and W. 11th Street. En la época de “Friends” aún no estaban de moda los cupcakes, ellos comían muffins.

El de la fuente y el arco del triunfo

La fuente que aparecía en la apertura de “Friends”, de la que solo entendíamos lo de “I’ll be there for you” clap, clap, clap, también es una farsa. La construyeron en los estudios imitando la Pulitzer Fountain, situada en la Gran Army Plaza.

El que sí que es de verdad, es el arco de triunfo. Se encuentra relativamente cerca andando de los pisos, en Washington Square Park. 

El de Bloomingdale’s

El paraíso de Rachel, los lujosos grandes almacenes de Bloomingdale’s en 1000 Third Avenue. Su Tiffany’s particular. Lo importante no es lo que te compres allí, sino que te lo pongan en una de sus “brown bags”. No dejan de ser bolsas de papel, pero como las de Vinçon (en el cielo de la tiendas cerradas esté). Apetece tener una.  

Estos no son los únicos grandes almacenes que aparecen en la serie. Joey trabajó en Sacks, en la 5th Avenue. Aquí deben aprovecharse las rebajas.

Rachel también fue empleada de Ralph Lauren. Aunque no lo hacía en la tienda del Prince Street del Soho, es una buena excusa para pasar una tarde de tiendas y ambiente artístico.

El del Museo de Historia Natural

Ross era repelente y doctor en paleontología. Daba clases en la universidad y trabaja en un museo que recuerda el de Historia Natural Americano (Central Park West & 79th St) entre dinosaurios. Aunque los animalitos y la evolución no sean tu fuerte, este museo es espectacular (como muchos de los que hay en la ciudad: el Moma -gallina de piel-, el Met, el Guggenheim, el del cine…).

¿A quién no le gustaría que le montaran una cita en un planetario?

El del Madison Square Garden

Los de “Friends” eran más de baloncesto que de beisbol. Y aunque pasar una tarde viendo a los Yankee’s y zampando hamburguesas y alitas de pollo en su estadio del Bronx puede resultar de los más exótico para nosotros, en este caso nos toca animar a los New York Knicks.

rachel

A ver, no es una tortura, estamos hablando de la NBA, la mejor liga de baloncesto del mundo y el espectáculo está asegurado tanto en el cancha como en las gradas. En los tiempos muertos y entre cuartos, los videomarcadores te mostrarán con qué famosos compartes partido (y cuando digo famosos, digo alguien como Natalie Portman), puede que te toque dar un beso ante miles de personas u observar como un Spike Lee bajito y súper indignado lanza una bronca monumental a un tío de dos metros con unos brazos tres veces mayores que sus gafas.

Los Knicks juegan en el Madison Square Garden. Lo mejor es comprar las entradas por adelantado.

El del teatro

A lo más que llegó Joey como actor fue a estrella de culebrón y a doble del culo de Al Pacino. Nunca lo vimos actuar en una súper producción de Broadway, pero si en el circuito off, en el The Lucille Lortel Theatre y en el Cherry Lane Theatre haciendo un musical sobre Freud.

Si has pasado por Times Square y no te llega para ver un musical de Broadway, en estos teatros alternativos puedes llegar a entrar por 1 dólar.

El de Central Park

No existe ningún Central Perk, la cafetería del sofá donde pasaba horas y horas el grupo. Ha habido intentos, algún pop up para celebrar los 20 años, pero nada auténtico. Por eso, y ya que el nombre hace una referencia explícita, pasa de bares y vete al Central Park, coge una balón de fútbol americano, pon un troll en una peana y organiza un partidillo con los amigos.

Central Park es inmenso, hasta tiene un zoo, palacetes, lagos, campos de fútbol (qué mal se les da), homenajes a John Lennon… Da para pasar todo un día, hacer un picnic, tumbarse en la hierba y disfrutar de esa gran ciudad.

El de la tienda

Hubo un tiempo, a finales de los 90 principio del 2000, en que la tienda de NBC en 30 Rockefeller Plaza era un festival de “Friends”. Era LA SERIE, podías encontrar cualquier objeto relacionado con la sitcom y hasta había un sofá donde sacarse una foto. Aunque ahora no es así, está claro que “Friends” se ha convertido en un clásico y le guardan más que un rincón en la tienda. Crúzala siendo consciente de que acabarás comprando algo, aunque sean los posavasos o el marco amarillo que tenía Monica detrás de la puerta convertido en un imán. Lo peor de todo es que lo pegarás a la nevera y, en lugar de poner la foto de tus amigos, dejarás la que hay, la de ellos, la de esos amigos que tu abuela encontrará muy majetes cuando venga de visita. “A ver si un día me los presentas”.

Parecía que esta vez iba en serio, que Monica, Rachel, Pheobe, Chandler, Ross y Monica volverían a reunirse. Tal vez, acabe siendo así. Mientras se deciden y se ponen de acuerdo con los cachés, buscaré algún canal perdido donde vuelvan a reponer la serie.

Ah, y si algún compañero del instituto llega a leer esto, que sí, que guay, que no faltaré a la cena de marzo. Que no sabéis la ilusión que me hace.

Los tiros con la serie “Friends” deben ir por ahí. Matt Leblanc (Joey) coincide con David Schwimmer (Ross). “¿Cómo va eso, David?” “¡Qué ilusión verte, Matt!” “Tenemos que quedar para cenar o, mejor aún, para salir en un especial de dos horas en la televisión” “Abro un evento en el Facebook y convoco al resto del reparto” “¡Perfecto! Organízalo. Yo me encargo de filtrarlo a la prensaY lo que sigue, lo sabe todo el mundo que lleve años leyendo que se van a reunir para que luego quede en nada.

[redbox text=”A mí, que no se haga la cena de ex alumnos casi me alivia, pero que los de “Friends” jueguen con mis sentimientos… ¡Eso no se hace! No se puede tratar así a alguien que el primer día de emisión de “Friends estaba allí.” position=”right”]

A mí, que no se haga la cena de ex alumnos casi me alivia, pero que los de “Friends” jueguen con mis sentimientos… ¡Eso no se hace! No se puede tratar así a alguien que el primer día de emisión de “Friends” (cuando Canal + combinaba las rayitas del porno y el fútbol con programación en abierto para todos) estaba allí. Que cuando la repusieron, también, que cuando la volvieron a reponer, también… Que cuando alguien dice que fue al Tibidabo, piensa que le están tirando la caña (y teniendo en cuenta que vivo en Barcelona, eso se traduce en muchos chascos y situaciones ridículas) y que cuenta en mississippis

Alguien que, evidentemente, viajó hasta Nueva York y recorrió las localizaciones de la serie. Porque sí, porque aunque la ficción se rodaba en escenarios de cartón piedra lejos de la Gran Manzana, se puede hacer una ruta por la ciudad recordando la que fue una de las mejores sitcoms de la historia (¿la mejor hasta la fecha?). Vayas cuando vayas (antes, durante o después del especial) y vayas con quien vayas (fan o no de la serie; eso puede pasar, no le culpes) quédate con esta guía porque recoge algunos de los rincones más chulos (y televisivos) de Manhattan.

El de la casa donde viven

Lo primero que se debe hacer cuando se pisa Nueva York es buscar el edificio donde vivían Monica, Rachel, Chandler y Joey. Que no te pueda la emoción del momento, porque acabarás sacándote fotos en todas las fachadas de Greenwich Village. Los pisos que buscamos están en la esquina de Bedfrod Street y Grove Street.

No intentes entrar, no te dejarán y, total, los apartamentos de “Friends” eran de mentira, sets construidos en platós con público en Los Ángeles.

Greenwich Village es un barrio precioso, vale la pena pasear por él y, ya que estás, hacer un crossover y comprarte un red velvet en la pastelería de las chicas de “Sexo en Nueva York”, Magnolia’s Bakery. La original está en 401 Bleecker Street and W. 11th Street. En la época de “Friends” aún no estaban de moda los cupcakes, ellos comían muffins.

El de la fuente y el arco del triunfo

La fuente que aparecía en la apertura de “Friends”, de la que solo entendíamos lo de “I’ll be there for you” clap, clap, clap, también es una farsa. La construyeron en los estudios imitando la Pulitzer Fountain, situada en la Gran Army Plaza.

El que sí que es de verdad, es el arco de triunfo. Se encuentra relativamente cerca andando de los pisos, en Washington Square Park. 

El de Bloomingdale’s

El paraíso de Rachel, los lujosos grandes almacenes de Bloomingdale’s en 1000 Third Avenue. Su Tiffany’s particular. Lo importante no es lo que te compres allí, sino que te lo pongan en una de sus “brown bags”. No dejan de ser bolsas de papel, pero como las de Vinçon (en el cielo de la tiendas cerradas esté). Apetece tener una.  

Estos no son los únicos grandes almacenes que aparecen en la serie. Joey trabajó en Sacks, en la 5th Avenue. Aquí deben aprovecharse las rebajas.

Rachel también fue empleada de Ralph Lauren. Aunque no lo hacía en la tienda del Prince Street del Soho, es una buena excusa para pasar una tarde de tiendas y ambiente artístico.

El del Museo de Historia Natural

Ross era repelente y doctor en paleontología. Daba clases en la universidad y trabaja en un museo que recuerda el de Historia Natural Americano (Central Park West & 79th St) entre dinosaurios. Aunque los animalitos y la evolución no sean tu fuerte, este museo es espectacular (como muchos de los que hay en la ciudad: el Moma -gallina de piel-, el Met, el Guggenheim, el del cine…).

¿A quién no le gustaría que le montaran una cita en un planetario?

El del Madison Square Garden

Los de “Friends” eran más de baloncesto que de beisbol. Y aunque pasar una tarde viendo a los Yankee’s y zampando hamburguesas y alitas de pollo en su estadio del Bronx puede resultar de los más exótico para nosotros, en este caso nos toca animar a los New York Knicks.

rachel

A ver, no es una tortura, estamos hablando de la NBA, la mejor liga de baloncesto del mundo y el espectáculo está asegurado tanto en el cancha como en las gradas. En los tiempos muertos y entre cuartos, los videomarcadores te mostrarán con qué famosos compartes partido (y cuando digo famosos, digo alguien como Natalie Portman), puede que te toque dar un beso ante miles de personas u observar como un Spike Lee bajito y súper indignado lanza una bronca monumental a un tío de dos metros con unos brazos tres veces mayores que sus gafas.

Los Knicks juegan en el Madison Square Garden. Lo mejor es comprar las entradas por adelantado.

El del teatro

A lo más que llegó Joey como actor fue a estrella de culebrón y a doble del culo de Al Pacino. Nunca lo vimos actuar en una súper producción de Broadway, pero si en el circuito off, en el The Lucille Lortel Theatre y en el Cherry Lane Theatre haciendo un musical sobre Freud.

Si has pasado por Times Square y no te llega para ver un musical de Broadway, en estos teatros alternativos puedes llegar a entrar por 1 dólar.

El de Central Park

No existe ningún Central Perk, la cafetería del sofá donde pasaba horas y horas el grupo. Ha habido intentos, algún pop up para celebrar los 20 años, pero nada auténtico. Por eso, y ya que el nombre hace una referencia explícita, pasa de bares y vete al Central Park, coge una balón de fútbol americano, pon un troll en una peana y organiza un partidillo con los amigos.

Central Park es inmenso, hasta tiene un zoo, palacetes, lagos, campos de fútbol (qué mal se les da), homenajes a John Lennon… Da para pasar todo un día, hacer un picnic, tumbarse en la hierba y disfrutar de esa gran ciudad.

El de la tienda

Hubo un tiempo, a finales de los 90 principio del 2000, en que la tienda de NBC en 30 Rockefeller Plaza era un festival de “Friends”. Era LA SERIE, podías encontrar cualquier objeto relacionado con la sitcom y hasta había un sofá donde sacarse una foto. Aunque ahora no es así, está claro que “Friends” se ha convertido en un clásico y le guardan más que un rincón en la tienda. Crúzala siendo consciente de que acabarás comprando algo, aunque sean los posavasos o el marco amarillo que tenía Monica detrás de la puerta convertido en un imán. Lo peor de todo es que lo pegarás a la nevera y, en lugar de poner la foto de tus amigos, dejarás la que hay, la de ellos, la de esos amigos que tu abuela encontrará muy majetes cuando venga de visita. “A ver si un día me los presentas”.

Parecía que esta vez iba en serio, que Monica, Rachel, Pheobe, Chandler, Ross y Monica volverían a reunirse. Tal vez, acabe siendo así. Mientras se deciden y se ponen de acuerdo con los cachés, buscaré algún canal perdido donde vuelvan a reponer la serie.

Ah, y si algún compañero del instituto llega a leer esto, que sí, que guay, que no faltaré a la cena de marzo. Que no sabéis la ilusión que me hace.

mm
Solo llego puntal cuando voy al cine, no sé resistirme a un mal plan y soy tan inútil orientándome que me perdería en mi propio museo. Espero que algún día declaren las patatas chips pilar de la dieta mediterránea. Me acompaña un ratón vaquero de nombre Cowmouse.