Que si en verano el tiempo es más agradable, que si los niños se lo pasan fenomenal, que si hay más sitios abiertos… Puedes inventarte las excusas que quieras para elegir visitar Galicia en verano, pero serán solo eso: excusas.

Como buen aspirante a Houdini, tú sabes que ir al norte cuando hace calor es la opción de los cobardes, los acomodados, los viajeros mainstream. Y tú no eres así.

Tú sabes que la Galicia buena, la de verdad, la de los gallegos, despliega todos sus encantos en invierno. Con su frío que te cala los huesos, sus amenazadoras ciclogénesis explosivas y sus meigas y otras aterradoras criaturas . Con sus calles más resbaladizas que nunca y sus mares en modo naufragio.

Eso sí, para visitar Galicia en invierno, hay que tener un par (de katiuskas). #jejeje #sorrynotsorry

¿Qué, valiente? ¿Te atreves con estos planes?

Fin de año en una casa del terror rural

La casa tiene que ser grande y húmeda, debe estar situada en un paraje sin cobertura (yo os recomiendo el montañoso interior de Lugo), y tiene que tener suficientes habitaciones para que quepáis todos los amigos y sobre alguna por si vienen los espíritus. Se valorará positivamente lareira donde tomar queimada y contar terroríficas historias de antiguos inquilinos. Será la última noche del año… ¿O de vuestras vidas?

casa_rural_3

Deliciosos monstruos del mar

Atención a esta regla mnemotécnica: los mejores meses para comer marisco gallego son los que tienen r en su nombre. Te doy unos segundos para reflexionar sobre esto.

¿Lo tienes? Efectivamente. El mejor marisco se degusta en otoño e invierno, y esta ya es una razón más que suficiente para arrastrar tu barriga hasta aquí y atreverte con estos extraños bichos del mar. Pero no es la única, querido gourmet. La gastronomía gallega es rica en platos consistentes solo aptos para bajas temperaturas: caldo, lacón con grelos, cocido, callos con garbanzos… Y para terminar, un buen chupito de orujo que mata todos los virus y revive cualquier cuerpo.

Mariscada gallega

Surf en agua helada

Surfear aquí durante el invierno es un bautismo en el que pasas a formar parte de una raza superior de seres que no temen a nada. Cuando sopla viento del sur, los surfistas se mueven a la costa de Lugo. Yo os reto a que os lancéis al Atlántico y os metáis en las playas de Doniños o Pantín (A Coruña). ¿Qué es un poquito de hipotermia comparado con la sensación de surfear entre la bruma?

doniños_dorfun
@dorfun

Santiago bajo la lluvia

Cuando llueve, Santiago (A Coruña) se transforma en una mezcla perfecta entre peligrosidad y romanticismo. El suelo resbala y por todas partes te amenazan varillas de paraguas, pero, ¡ah!, las fachadas de piedra tienen otro color, los monumentos se reflejan en los charcos y, lo más importante, ¡la plaza do Obraidoro está despejada de peregrinos! Merece la pena el riesgo.

Senderismo salvaje en la sierra de Os Ancares (Lugo)

Esta sierra, inaccesible hasta hace unos años, es la preferida por los senderistas más valientes por sus cumbres elevadas, sus fuertes pendientes, sus oscuros y frondosos bosques y, lo mejor, su fascinante fauna. Prepárate para encontrarte con urogallos, jabalís, ciervos, zorros y hasta osos pardos.

@Jose
@Jose

Terrorífico Samaín

Toda España ha cedido ya a la celebración de Halloween. ¿Toda? ¡No! Una región poblada por irreductibles gallegos resiste todavía y siempre al invasor.

Aquí preferimos el Samaín. Durante esta noche, que marca el comienzo de la parte oscura del año, las almas de los difuntos vuelven a sus hogares, y trasgos y espectros campan a sus anchas por las aldeas. Para celebrar tan tétrica ocasión te recomiendo visitar Cedeira (A Coruña). Aquí también podrás tallar calabazas (aunque las llamamos melones), pero lo recomendable sería que ahuyentases a los espíritus al estilo de nuestros antepasados celtas: iluminando la calavera de tu enemigo.

@Feans
@Feans

La ruta de las enigmáticas camelias

Ojo. También hace falta valentía para reconocer abiertamente la delicada belleza de una flor. En invierno, las camelias florecen en A Coruña y Pontevedra, y la ruta de las Camelias, que pasa por A Estrada, Vigo, Marín o Vilagarcía de Arousa, es la excusa perfecta para visitar algunos de los pazos y jardines de invierno más espectaculares de Galicia.

@luscofusco
@luscofusco

Bajo el látigo de los peliqueiros

Mentalízate: el entroido de Laza (Orense) no es un carnaval al uso. Los peliqueiros detrás de sus máscaras de madera, recorren la ciudad fustigando a vecinos y lanzándoles harina y hormigas. No sé qué convierte a estos seres en personajes de película de terror: las fascinantes e inexpresivas máscaras, el ruido de sus cencerros o esa elegante forma de correr. Te reto a colocarte frente a ellos y sentir cómo se acelera el ritmo de tu corazón.

Peliqueiros
No sabemos cómo quedará en tu perfil de Instagram. Autor: Ramón Piñeiro.

Como buen aspirante a Houdini, tú sabes que ir al norte cuando hace calor es la opción de los cobardes, los acomodados, los viajeros mainstream. Y tú no eres así.

Tú sabes que la Galicia buena, la de verdad, la de los gallegos, despliega todos sus encantos en invierno. Con su frío que te cala los huesos, sus amenazadoras ciclogénesis explosivas y sus meigas y otras aterradoras criaturas . Con sus calles más resbaladizas que nunca y sus mares en modo naufragio.

Eso sí, para visitar Galicia en invierno, hay que tener un par (de katiuskas). #jejeje #sorrynotsorry

¿Qué, valiente? ¿Te atreves con estos planes?

Fin de año en una casa del terror rural

La casa tiene que ser grande y húmeda, debe estar situada en un paraje sin cobertura (yo os recomiendo el montañoso interior de Lugo), y tiene que tener suficientes habitaciones para que quepáis todos los amigos y sobre alguna por si vienen los espíritus. Se valorará positivamente lareira donde tomar queimada y contar terroríficas historias de antiguos inquilinos. Será la última noche del año… ¿O de vuestras vidas?

casa_rural_3

Deliciosos monstruos del mar

Atención a esta regla mnemotécnica: los mejores meses para comer marisco gallego son los que tienen r en su nombre. Te doy unos segundos para reflexionar sobre esto.

¿Lo tienes? Efectivamente. El mejor marisco se degusta en otoño e invierno, y esta ya es una razón más que suficiente para arrastrar tu barriga hasta aquí y atreverte con estos extraños bichos del mar. Pero no es la única, querido gourmet. La gastronomía gallega es rica en platos consistentes solo aptos para bajas temperaturas: caldo, lacón con grelos, cocido, callos con garbanzos… Y para terminar, un buen chupito de orujo que mata todos los virus y revive cualquier cuerpo.

Mariscada gallega

Surf en agua helada

Surfear aquí durante el invierno es un bautismo en el que pasas a formar parte de una raza superior de seres que no temen a nada. Cuando sopla viento del sur, los surfistas se mueven a la costa de Lugo. Yo os reto a que os lancéis al Atlántico y os metáis en las playas de Doniños o Pantín (A Coruña). ¿Qué es un poquito de hipotermia comparado con la sensación de surfear entre la bruma?

doniños_dorfun
@dorfun

Santiago bajo la lluvia

Cuando llueve, Santiago (A Coruña) se transforma en una mezcla perfecta entre peligrosidad y romanticismo. El suelo resbala y por todas partes te amenazan varillas de paraguas, pero, ¡ah!, las fachadas de piedra tienen otro color, los monumentos se reflejan en los charcos y, lo más importante, ¡la plaza do Obraidoro está despejada de peregrinos! Merece la pena el riesgo.

Senderismo salvaje en la sierra de Os Ancares (Lugo)

Esta sierra, inaccesible hasta hace unos años, es la preferida por los senderistas más valientes por sus cumbres elevadas, sus fuertes pendientes, sus oscuros y frondosos bosques y, lo mejor, su fascinante fauna. Prepárate para encontrarte con urogallos, jabalís, ciervos, zorros y hasta osos pardos.

@Jose
@Jose

Terrorífico Samaín

Toda España ha cedido ya a la celebración de Halloween. ¿Toda? ¡No! Una región poblada por irreductibles gallegos resiste todavía y siempre al invasor.

Aquí preferimos el Samaín. Durante esta noche, que marca el comienzo de la parte oscura del año, las almas de los difuntos vuelven a sus hogares, y trasgos y espectros campan a sus anchas por las aldeas. Para celebrar tan tétrica ocasión te recomiendo visitar Cedeira (A Coruña). Aquí también podrás tallar calabazas (aunque las llamamos melones), pero lo recomendable sería que ahuyentases a los espíritus al estilo de nuestros antepasados celtas: iluminando la calavera de tu enemigo.

@Feans
@Feans

La ruta de las enigmáticas camelias

Ojo. También hace falta valentía para reconocer abiertamente la delicada belleza de una flor. En invierno, las camelias florecen en A Coruña y Pontevedra, y la ruta de las Camelias, que pasa por A Estrada, Vigo, Marín o Vilagarcía de Arousa, es la excusa perfecta para visitar algunos de los pazos y jardines de invierno más espectaculares de Galicia.

@luscofusco
@luscofusco

Bajo el látigo de los peliqueiros

Mentalízate: el entroido de Laza (Orense) no es un carnaval al uso. Los peliqueiros detrás de sus máscaras de madera, recorren la ciudad fustigando a vecinos y lanzándoles harina y hormigas. No sé qué convierte a estos seres en personajes de película de terror: las fascinantes e inexpresivas máscaras, el ruido de sus cencerros o esa elegante forma de correr. Te reto a colocarte frente a ellos y sentir cómo se acelera el ritmo de tu corazón.

Peliqueiros
No sabemos cómo quedará en tu perfil de Instagram. Autor: Ramón Piñeiro.
mm
Creativa publicitaria por el día, lavo mi conciencia en internet por las noches. Siempre preparada para montar en un tren, avión o caballito humano en busca de nuevas vistas y buen comer.